lunes, 31 de octubre de 2016

LA CIRUGIA ESTETICA Y SU OBSESION

Desde hace algún tiempo, se ha vuelto a poner sobre el tapete, la obsesión generalizada por la cirugía estética y, los riesgos asociados a este tipo de intervenciones.
Todo ello no deja de ser el reflejo de una sociedad enferma.
La gente que se somete a estas prácticas poco seguras, esperan mejorar su apariencia, pero en la realidad pueden encontrarse ante una deformación física.

Existen dos momentos en nuestra vida, en que crece esa necesidad de obtener una perfección física:
A los 30 años, cuando pasamos por la adultez joven y necesitamos reafirmarnos, y alrededor de los 50, cuando los efectos del paso del tiempo, como las arrugas y la flacidez, empiezan a hacerse más notorios y a darnos la sensación de que perdimos todo atractivo.
Aunque hace algunos años el costo de estos procedimientos era la mayor limitante, conforme la demanda aumenta, los precios descienden, y la corrección de nariz, el aumento de senos, la liposucción, los tratamientos con láser y la aplicación de botox se han vuelto más accesibles y, por lo tanto, más tentadoras para las mujeres independientes dispuestas a invertir en el físico.

La mayor complicación del Botox es monetaria, ya que después de haberlo probado puede convertirse en un auténtico vicio, los resultados son espectaculares, y en manos de un dermatólogo experto, no representan ningún peligro para la salud, sin embargo, es importante respetar las formas y los tiempos
Los peelings medios no deben repetirse antes de dos años, y las inyecciones de botox no deben exceder las dos aplicaciones por año, pero lo cierto es que estos procedimientos ya no solamente son realizados por médicos sino que también existen clínicas cosméticas o spas que ofrecen dichos servicios de manera indiscriminada. Y es allí cuando se reporta el mayor número de abusos y deformaciones. 
En países latinoamericanos como México, Brasil, Colombia, y Venezuela, invertir en el cuerpo se ha convertido en sinónimo de estatus y orgullo.
En lugar de optar por un aspecto natural, la mayoría de las mujeres está influenciada por los escotes de Hollywood y, en lugar de preferir los implantes en forma de gota o anatómicos en un tamaño proporcional a su tórax, prefieren prótesis grandes y de formas redondas que dan volumen excesivo a la parte superior.
Las consecuencias del abuso pueden ser graves:
Cuerpos plásticos con medidas irreales, y rostros en el que la piel pierde su textura natural y carece de poros y líneas de expresión; Con demasiado láser la piel parece de mármol; con demasiados peelings químicos, ocasionan inflamaciones crónicas, y con exceso de colágeno y botox quedan con un aspecto de pez globo.

Cirujanos plásticos y dermatólogos son los primeros en admitir que, en muchas ocasiones, el resultado de dicho procedimiento resulta artificial y poco atractivo, pero lo más sorprendente es que la mayoría de los adictos a los tratamientos estéticos, están conscientes de que aunque su aspecto provoca sorpresa y curiosidad, están conformes con ello. Saben que no se ven naturales, que su médico no está de acuerdo, pero les tiene sin cuidado.

CUESTION MENTAL
Desde que se inventó la cirugía, el abuso de los tratamientos estéticos supone un problema.
Algunas mujeres con un desorden psiquiátrico, se vuelven adictas al bisturí y quieren más y más, sin tener satisfacción con el resultado. Por ello, los cirujanos plásticos, han notado que después de cierto número de operaciones, suelen ser demandados por estas mujeres, quienes desatan su furia al no quedar conformes con los resultados.

Los cirujanos estéticos, carecen de herramientas necesarias para detectar a los pacientes que padecen el Desorden Dismorfico Corporal (DDC), una alteración caracterizada por una preocupación desmedida ante un defecto imaginario de su apariencia física.
Este síndrome afecta al 5% de la población mundial, y aunque no todos lo padecen, terminan sometiéndose a una o más cirugías plásticas, de acuerdo a la Sociedad Americana de Cirugía Estética (ASAPS), y debe considerarse una señal de alarma si alguien entre veinte y treinta años se ha practicado más de seis o siete operaciones estéticas.

En nuestra sociedad, la apariencia esta sobrevaluada, y muchos piensan que después de una intervención estética obtendrán cosas que no lograban antes, como mejor trabajo, una pareja, e hijos. 
Un ejemplo clásico son las mujeres que se presentan afirmando que desean verse más jóvenes, pero se trata solo de la razón aparente, pues aunque no lo concienticen, su expectativa real es conseguir una pareja. Si pasados unos meses esto no sucede, entran en una profunda depresión.
Y es que:
Si la felicidad te hace ver más bella, la belleza no trae consigo la tan anhelada felicidad.

Fuente: radiocontempo.com

domingo, 23 de octubre de 2016

PARA CONVERSAR Y CONVENCER A TU CLIENTE

La atención al cliente es la clave para mantener una relación buena y estable con ellos.
El cliente es la razón de ser de cualquier negocio; por tal motivo, cuando se habla de los ‘momentos de la verdad’ con los clientes se debe tener presente que, así no se le dé el 100 por ciento de lo que quiere, debe quedar satisfecho y con gran deseo de volver a ser atendido por usted.
Estar frente a un cliente, es la gran oportunidad de lograr una impresión favorable que permita la venta de nuestro producto o servicio. Tengamos en cuenta los siguientes lineamientos:

- Debemos acudir a toda nuestra capacidad o habilidad  para iniciar una conversación.

Mientras más conocimiento del tema, mayor seguridad tendremos al exponerlo, pues contamos con los elementos que nos ayudan a sustentar con solidez.
- En todas las conversaciones es necesario desarrollar dos habilidades:
ESCUCHAR Y HABLAR, ambas de vital importancia y requieren tener un balance adecuado. 

- En medio de la conversación, podemos encontrar un punto en común, con un cliente.
A esto se le llama vincularse. Tu meta debe ser encontrar similitudes para vincularte. Pueden ser pasiones por un equipo, gustos en la gastronomía, temas u opiniones que le interesen a ambos. Cualquier vínculo puede ser el inicio de un gran negocio.
- Nuestro estado de ánimo en el momento de la conversación, es otro de los elementos importantes. Si la emocionalidad no es la adecuada, por muy fluida que sea la conversación, no será oportuna. Esta, cuanto más animada y entusiasta sea, mejores posibilidades para conseguir negocios.

Cuida tu lenguaje corporal
Por ejemplo, cuando tienes una conversación con alguien y su lenguaje no verbal (el corporal), te genera desconfianza e inseguridad tu cerebro recibe dos informaciones contradictorias. Eso genera malestar y será casi imposible lograr tu meta.

Para evitar que esto te ocurra a ti ten presente lo siguiente:
Establece contacto visual durante la conversación, el mayor tiempo posible, especialmente cuando escuches.
No te sitúes totalmente de frente con tu interlocutor. Posiciónate con un cierto ángulo, de lo contrario puedes generar cierta incomodidad.
Utiliza una postura abierta. Aunque es lógico que de vez en cuando cruces brazos o piernas para aliviarte internamente, no permanezcas en esa posición durante toda la conversación.
Asiente de vez en cuando mientras tu interlocutor está hablando para motivarlo a seguir haciéndolo.

Para aprender a mantener conversaciones fluidas no basta con conocer la teoría. Deberás ponerla en práctica. Al principio cometerás errores, pero aun así ya estarás por encima de la media en cuanto a facilidad para conversar.

Evite caer en los siguientes errores con un cliente:
- Ahora lo llamo, estoy ocupado con otro cliente; así sea cierto, evite decir que está atendiendo otro cliente. La persona se sentirá menos importante y poco valorada.
- Así sea que el cliente esté equivocado, no lo ponga en evidencia, haciéndolo caer en el error. Simplemente, explique con argumentos y tranquilidad el punto de vista de la empresa y los beneficios y/o desventajas de lo que usted está diciendo.
- Evite llamar al cliente con diminutivos y palabras demasiado cariñosas que le quiten posicionamiento a usted, su imagen y a la empresa que está representando.
- Evite empezar sus frases con la palabra NO; convierta lo que quiere decir en algo positivo. Ejemplo: No podemos hacer eso. Es mejor decir: podemos hacer lo siguiente.
- Sea proactivo y no reactivo con sus palabras: es mejor decir, voy a hacer lo posible para arreglar la situación, y no decir: ‘no se puede hacer nada y no es nuestra responsabilidad’.
- Evite utilizar minutos cuando pide un tiempo de espera; es mejor hablar de momentos.
- No predisponga a los clientes con frases como: ‘no se moleste, no se preocupe, no vale la pena preocuparse por…’.
- Evite los adverbios ‘sin embargo’ y ‘pero’ en la comunicación del cliente; Es mejor decir: es muy buen producto pero no es el de última generación.
- Evite hablar en tiempo pasado: ‘Quería mostrarle’. La forma correcta sería ‘quiero mostrarle’.
- Por último, evite frases como: ‘Voy a intentar’ o ‘trataré’. Comuníquese con seguridad y asertividad con el cliente. Con lo que se comprometa, cúmplalo.

Ahora:
¿Lograste atrapar la atención de tu interlocutor?
¿Hay una acción o acciones concretas a realizar?
¿Cómo le darás seguimiento a los compromisos?
¿Cómo te sientes hasta este momento?
¿Necesitan de algo más?
Es importante generar promesas para la acción,  que a su vez se traducirán en compromisos.
Fuente: varias páginas en la web

viernes, 14 de octubre de 2016

LAS VENTAJAS DE TOMAR LICOR

Si tienes mas de 40, te interesa

Emparejado con la dieta, está la bebida.

Abandona todas las gaseosas, eso pueden tomar los jóvenes, nosotros no.
Todas las gaseosas tienen carbonato de sodio, azúcar y cafeína.
A nuestra edad estas sustancias hacen zapatear al páncreas y el hígado hasta desgastarlos.
Toma batidos, limonada, jugos. Hasta la cerveza es preferible.

La cerveza se hace con agua hervida, tiene componentes naturales y NO TIENE SODIO (ojo hipertensos). Por otro lado hay mucha evidencia clínica que demuestra que el consumo moderado de alcohol después de los 50 años mejora la calidad de vida pues tiene tres efectos definidos:
Vasodilatador coronario, disminuye el colesterol y es un sedante moderado.
En consecuencia y en forma práctica, a la hora del almuerzo o en la noche cuando llegas a tu casa y ya no tienes que manejar, zámpate un lagañazo.
Los licores más recomendados son el whisky, el vino rojo o el roncito reserva especial puro.

Frases:

Yo sé que el alcohol me hace daño… pero ya lo perdoné.

Según la química, el alcohol es una solución.

Tomo alcohol para desinfectar las heridas del alma.

El alcohol no soluciona los problemas, pero el agua tampoco.

Ahorremos agua bebamos vino.

Este año he tenido más alcohol en mis manos, que en el hígado.

¡se acabó!!... ¿Queee?...  ¡Lo nuestro!!... Ufff, pensé que el tequilla.

En esta navidad, rodéate de gente con problemas, ellos siempre tienen alcohol.

Si frotando sus manos con alcohol, usted es inmune a las bacterias, bebiéndolo, será inmortal.