Interesante entrevista al estomago.
Dice que es injusto que lo recorten para adelgazar.
-"Permanezco pequeño, si no abusan", explica.
Aunque la comparación no es muy elegante, el estómago es al cuerpo lo que el tanque de la gasolina es al carro: cuando está vacío o tiene corrosión y fugas, la maquinaria marcha a medias.
-"Por eso soy el órgano más popular de todos. La gente tiene, necesariamente, que pensar en mí o mencionarme varias veces al día", señala el estómago.
Y no le falta razón: su influencia en algunos es tan marcada que la gente lo relaciona con comportamientos y lo culpa hasta del mal genio; por eso no es raro oír frases como:
"A los hombres se los conquista por el estómago",
"Carlos piensa con el estómago",
"Barriga llena, corazón contento" o
"un vacío (o siento mariposas) en el estómago".
-A ver, no lo diga como si fuera una bodega para guardar comida; también me encargo de hacer las primeras transformaciones químicas de los líquidos y los sólidos que usted se come, para que le sirvan al cuerpo.
-Pero es una bolsa...
-Bueno, sí: soy un talego de músculo liso, en forma de J, un poco aplanada, y me encuentran en el abdomen, arriba a la izquierda. Tengo una puerta de entrada superior, que se llama cardias y se comunica con el esófago, y otra de salida, el píloro, que da al duodeno, que ya es intestino.
-¿Qué es lo que le hace a la comida?
-Produzco los jugos gástricos, que son esencialmente ácido clorhídrico; unas proteínas para absorber vitaminas, y algunas enzimas. Gracias a eso puedo romper en pedazos pequeños las proteínas del churrasco, la grasa de los chicharrones y las harinas del pan que se comen; así son útiles.
-Primera pregunta inteligente: a ver… eso ocurriría si no fuera porque por dentro estoy recubierto por un tapete mucoso que hace las veces de un teflón para los ácidos.
-Pero el teflón también se daña...
-Eso ya no es culpa mía, sino de los malos hábitos de la gente. El abuso de alcohol, de remedios para el dolor, el estrés, las comidas a deshoras y el efecto de algunas bacterias me 'pelan' por dentro, hasta abrir huecos, que duelen terriblemente con los ácidos. Esas son úlceras, que pueden sangrar; eso, claro, no es de lo único que sufro...
-¿De qué más se enferma?
-"Cuando me llenan demasiado me quedo corto en la tarea y me indigesto", dice el estómago, que también se queja de la ventaja que le han cogido virus y bacterias, que lo inflaman y le causan gastritis.
Acepta ser el efector directo de las náuseas y el vómito y el responsable de la hernia hiatal:
-"Eso ocurre cuando una parte mía se pasa al tórax".
Finalmente, califica de injusto el hecho de que lo culpen de la gordura de la gente y de que acaben recortándolo para que la gente baje de peso.
-"Es el colmo. Nada de eso pasaría si las personas comieran con moderación. Soy un músculo y me agrando; pero también puedo permanecer pequeño, si no abusan".
Recomendaciones para cuidarlo
Para proteger el estómago hay que evitar el consumo de sustancias tóxicas, como el cigarrillo y el alcohol en exceso. También hay que moderar la ingesta de grasas y café, té, bebidas gaseosas y algunos analgésicos familiares de la aspirina.
Es vital tener horarios para las comidas, masticar bien los alimentos y seguir una dieta balanceada, que prefiera lo natural (no los productos procesados) y en buenas condiciones de higiene.
Hay que disminuir el estrés, pues aumenta la producción de ácidos.
Los expertos insisten en que la gente no se auto-medique al primer síntoma, porque los fármacos tienen impacto negativo sobre el estómago.
Consulte cuando haya náusea, vómito, diarrea, dolor permanente, sangrados y pérdida súbita del apetito.