En una reunión de expertos en
asuntos laborales, se discutía acerca de los horarios de trabajo.
Una persona de Relaciones
Humanas dijo:
“El trabajo No
debe sustituir jamás a la vida personal del trabajador”.
Y explicó por qué:
"La única
posibilidad de encontrar el equilibrio necesario para que una persona sea sana
en lo psicológico, emocional e intelectual es que le dedique tanto tiempo a sus
relaciones personales como a sus relaciones laborales”. Las “exigencias
laborales”, explicó, se han vuelto muy demandantes. Algunas empresas han
obligado a sus empleados a posponer su vida
personal para un futuro que nunca llega
y lo que es peor, a renunciar a ella para sustituirla con la vida laboral, lo
cual es absurdo".
Otro de los expertos señaló
algunas cuestiones que deberían encender la alarma en cualquier institución o
empresa, porque son síntomas de que algo anda mal:
- Exceso de juntas, particularmente de aquellas en
las cuales se discute mucho pero no se llega a nada concreto.
- Planes y proyectos muy bien elaborados que rara
vez toman forma.
- El premiar a quien permanece trabajando dos o
tres horas después de la hora de salida.
Según el experto, eso sólo
puede suceder por tres razones:
- Porque no le alcanza el tiempo (síntoma de ineficiencia o incapacidad por parte del trabajador).
- Porque se le ha asignado más trabajo del que debe
tener ese puesto (síntoma de ineficiencia de la empresa o de quien
asigna el trabajo).
- Porque hizo cosas ajenas al trabajo durante el
tiempo de éste (deshonestidad del trabajador) y, por lo tanto, debe reponer tiempo perdido.
- El efecto dominó (Cuando cualquiera
de las tres opciones anteriores sucede, afecta el trabajo de otros que, como
consecuencia, también tendrán que quedarse para completar su responsabilidad).
Luego concluyo un
especialista en relaciones públicas y de familia acerca de la visualización
errada que tienen algunas empresas con respecto al tiempo libre de sus
empleados:
- Donde todos los ejecutivos o directivos deban estar siempre (a
cualquier hora de cualquier día, disponibles, para lo cual se les obliga a
cargar con un rastreador a donde vayan: celular, beeper, etc.
- El que se reciban mensajes, electrónicos oficiales escritos a altas
horas de la noche o en la madrugada y/o durante fines de semana (que deben
estar dedicados a la vida familiar) y/o de sitios vacacionales o de descanso.
- El que entre los empleados o directivos de los niveles superiores
haya un índice muy alto de divorcios, o peor aún: de infartos y crisis
nerviosas.
- El que los familiares (principalmente esposa e hijos) de los
trabajadores se quejen del tiempo excesivo que éstos le dedican a la empresa.
- El que el único tema de discusión o plática en las reuniones donde
coinciden varias personas de la misma empresa sea relacionado con el trabajo.
- El que los trabajadores descubran que ir al cine, teatro, ópera,
conciertos, museos o centros de diversión se ha vuelto una actividad
excepcional en su vida.
- El que el trabajo se convierta en algo agobiante y genere más estrés
que satisfacción en quien lo realiza.
¿Crees que has estado en
alguna o en varias de las anteriores situaciones?
El trabajo es
uno de los elementos importantes en la vida de los seres humanos, pero no el
único.
Una pregunta: ¿Cuándo fue la
última vez que saliste de tu trabajo a la "hora de salida", sin
sentirte culpable?
Ahora, ¿qué opinas? A veces
nos desvivimos tanto por el trabajo que lo menos que esperamos es una
gratificación a nuestros esfuerzos.
Por eso pienso
que uno debe compartir con su familia todo el tiempo que pueda.
En el trabajo
solamente, somos un número más...
El trabajo se
mantiene y otro número toma tu lugar, nadie es indispensable en una compañía.
Entiende, comprende,
reflexiona:
Que en tu HOGAR
nadie tome TU LUGAR y TÚ si eres INDISPENSABLE en él.
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