miércoles, 30 de octubre de 2019

LA MUERTE, UN PROCESO NATURAL DE LA VIDA

Desde la perspectiva biológica el ser humano: nace, crece, se reproduce y muere.

Todo ser humano muere, es decir, toda persona tiene un principio y un fin.
La idea de inmortalidad y la creencia en el Más Allá, aparecen de una forma u otra en todas las sociedades y momentos históricos. 
Todas las culturas creen en la vida después de la muerte. Afirman que existen diferentes lugares a donde van las personas después de la muerte, un lugar de paz para lo que hacen el bien, y un lugar de tormento para los que hacen lo malo.
Por ejemplo, para los aztecas había un inframundo que constaba de 9 niveles, en ellos la persona que moría iba pasando de uno a otro hasta degradarse, según sus malos actos.
Por su parte, los hindúes, creen en la reencarnación, sí una persona fue buena mientras estuvo viva, reencarna en maestro o una divinidad, por el contrario, si actuó mal reencarna en un animal, como en un cerdo, una serpiente, un sapo, etc.

Pero ¿qué es la muerte? La muerte es el fin de la vida, la culminación del proceso de un organismo vivo.
Antes se determinaba la muerte, en el momento en que ya no se escuchaban los latidos del corazón y no había respiración. Posteriormente, gracias a los avances tecnológicos y al mejor conocimiento de la actividad del cerebro, la muerte pasó a definirse como la ausencia de actividad bio-eléctrica en el cerebro, verificable por medio de un electroencefalograma. Más tarde aún esta evidencia demostró ser insuficiente, al demostrarse que el fenómeno de ausencia de actividad bio-eléctrica en algunos casos muy excepcionales podía ser reversible, como en el caso de los ahogados y dados por fallecidos en aguas al borde del punto de congelación.

También tenemos la muerte súbita o muerte instantánea, que sobreviene de manera abrupta por la falla instantánea de uno o más órganos esenciales para el sustento de la vida, ​ un fulminante derrame cerebral, un síncope cardíaco agudo o por medio de un suceso violento abrupto (onda expansiva de una explosión) o un accidente con mucha energía desarrollada.


Por otro lado, existe lo que se conoce desde la perspectiva médica como muerte clínica. No pocas personas en este mundo han vuelto del trance Muerte-Vida y al recobrar la conciencia ha concordado que hay ciertos hechos que han podido percibir en un estado no definido: 
Sensación de paz sublime, ver una Luz al final de un túnel, sentir a seres queridos (incluso que no se recordaban en vida), ver figuras difusas traspuestas por una luz de origen desconocido, ver desde cierta altura el escenario de su cuerpo en estado de morir y a quienes le rodean.

Vivamos según el principio Carpe diem, es decir, vivir la vida en el aquí y ahora, sin dejar situaciones inconclusas, pues no sabemos que llegará primero, si la muerte o el próximo día. 

El psiquiatra Longaker recomienda 4 puntos para la aceptacion de la muerte:
1. Aceptar de que el sufrimiento existe y que se puede transformar en una experiencia de plenitud.
2. Prepararnos espiritualmente para la muerte, lo que implica el ser capaces de vivir en el momento presente, sin dejar situaciones inconclusas que sólo han de constituir un lastre que incrementará nuestro dolor y sufrimiento y el de quienes nos rodean.
3. Encontrar significado a nuestra existencia, sintiéndonos seres plenos a pesar de nuestras imperfecciones, aceptando nuestros errores y expiando los que podamos haber cometido.
4. Buscar la paz con Dios para tener una conciencia limpia.


El miedo a la muerte
Acudir a un funeral, saber que alguien cercano ha muerto o la simple idea de morir incomoda a cualquiera pero, cuando esa incomodidad se transforma en ataques de pánico o ansiedad y afecta a nuestra vida estamos hablando de tanatofobia, fobia a la muerte.
En general, nadie quiere morir pero eso es algo natural. Todos tenemos que afrontar la muerte. El problema es que algunas personas se obsesionan con la idea de que van a morir, tienen una existencia muy desgraciada y desarrollan un trastorno mental.
 Las personas que presentan este problema suelen tener personalidades obsesivas y concentran su tiempo en pensamientos referentes a la muerte, desde cuidarse en exceso para no enfermar, hasta evitar acudir al entierro de un familiar para no tener que ver el cuerpo.
Dicha incapacidad radica justo en el carácter obsesivo que tiene el individuo, quien no puede alejar de su mente aquello que le produce temor, alimentándolo hasta el punto de presentar sintomatología como dificultad para respirar, náuseas o aumento de la frecuencia cardíaca.
Esto genera un bucle sin fin pues el enfermo, al tener síntomas, siente que está muriendo lo que al final, aumenta la ansiedad y hace más intenso el ataque de pánico.
Son sensaciones físicas tan intensas que les asustan y les hace pensar que están a punto de morir. Claro, esa sensación para alguien que tiene tanto miedo a la muerte, se convierte en un estado muy angustioso que los hace llegar al hospital pensando que lo que tienen es muy grave.
En resumen… Calma y que sea lo que Dios quiera.
Fuente: Varias páginas en la WEB

lunes, 21 de octubre de 2019

LAS LEYES DEL MARKETING


El marketing, como arte basado en la intuición y la creatividad, y como una ciencia basada en el análisis y las métricas, tiene reglas de juego muy claras.
Las mismas fueron definidas por los gurús de la mercadotecnia Al Ries y Jack Trout en un manifiesto en el que dieron a conocer “Las 22 leyes inmutables del marketing”.
Si quieres desarrollar una estrategia de marca exitosa, debes conocer y aplicar estos consejos de marketing:

1. Ley del liderazgo. Adelántate a tus competidores. Siempre es mejor que seas el primero en promover un producto o servicio novedoso, a dejar pasar el tiempo en busca de la perfección y que des oportunidad a otro de posicionarse antes en la mente del consumidor.
2. Ley de la categoría. Si tu producto o servicio está llegando tarde a una categoría, ¡créate una propia! Lo importante es que encuentres un nicho en el mercado donde tu marca no tenga competencia.
3. Ley de la mente. Posicionarse en un lugar privilegiado en el punto de venta, pasa a segundo término si tu marca ya es reconocida por tus potenciales compradores. Si estás en su mente y los has convencido de tus beneficios, te buscarán donde estés.
4. Ley de la percepción. El éxito lo alcanzarás cuando proyectes una percepción positiva y dominante en tus consumidores. Este es el meollo de la publicidad, transmitir conceptos e ideas que creen en la mente de los clientes una buena percepción de tu marca.
5. Ley de la concentración. Tus potenciales clientes deben poder reconocer tu marca a partir de una sola palabra que defina a tu bien o servicio.
6. Ley de la exclusividad. Ya encontraste “tu” palabra, ahora aprópiate totalmente de ella y haz que los consumidores la identifiquen solo con tu marca.



7. Ley de la escalera. Identifica qué lugar ocupa tu marca entre tus competidores y elabora una estrategia que te haga subir peldaños, incluso beneficiándote de los logros ya alcanzados por el líder del mercado.
8. Ley de la dualidad. Enfoca tus campañas en posicionarte como una de las dos marcas principales de tu sector, y una vez que lo logres, aférrate a esa lucha frente a frente con un solo competidor.
9. Ley de lo opuesto. Una vez que definas quiénes son los consumidores de la marca líder, dirige tu campaña a quienes no lo son.
10. Ley de la división. Lo común es que con el tiempo las categorías se dividan, y con cada nueva subcategoría tendrás la oportunidad de ser el líder; apunta a ello.
11. Ley de la perspectiva. Establece las metas de tu estrategia de mercadotecnia a largo plazo. Aun cuando obtengas buenos resultados de inmediato, siempre tienes que buscar la repercusión y permanencia a futuro.
12. Ley de la extensión de la línea. “El que mucho abarca, poco aprieta”, dice el refrán popular. Enfoca tus esfuerzos en una sola línea de productos, pues si tratas de diversificar tus ofertas terminarás perdiendo concentración.
13. Ley del sacrificio. Para ganar tendrás que sacrificar a algunas de estas tres cosas: diversificación de línea de productos, un mercado meta para enfocarte en un mercado nicho o la evolución constante que puede confundir al consumidor.



14. Ley de los atributos. Cuando una marca rival ya es identificada por un atributo específico del producto o servicio, busca otro que haga destacar a tu marca.
15. Ley de la sinceridad. Si eres capaz de reconocer algún aspecto negativo de tu marca ante los consumidores, ellos recompensarán tu sinceridad. Solo asegúrate de que a la confesión siga un aspecto positivo que sea el que se fije en la mente de los prospectos.
16. Ley de la singularidad. No atomices tus esfuerzos en pequeñas acciones publicitarias dispersas; elabora una estrategia integral y dedica a ella todo tu empeño y presupuesto.
17. Ley de lo impredecible. Elabora tu plan de marketing como un esquema a futuro lo suficientemente flexible para que puedas responder rápidamente a las acciones de tus competidores o las variaciones del mercado.
18. Ley del éxito. No caigas en la arrogancia y sé lo bastante humilde para que no bajes la guardia, o como dice el dicho: “No te duermas en tus laureles”.
19. Ley del fracaso. Acepta el fracaso cuando te lo topes y más bien aprende las lecciones que te pueda dar para no cometer los mismos errores en el futuro.
20. Ley de la nota sensacionalista. Evita “dar la nota”, pues recurrir a aparecer en los titulares es una manera de revelar que la marca tiene problemas. Si pasas relativamente inadvertido, causarás revuelo cuando realmente tengas algo importante que informar.
21. Ley de la aceleración. Si quieres lograr buenos resultados constantes, aléjate de las modas y trata de convertirte en tendencia. Los productos o servicios que están de moda saturan rápidamente el mercado, los que son tendencia siempre dejarán espacio para la demanda.
22. Ley de los recursos. Asigna los presupuestos suficientes para que tu estrategia tenga alcance e impacto.
Las tendencias de marketing vienen y van, pero, si te enfocas en estas 22 reglas, tendrás asegurado el éxito de tu campaña publicitaria.
Fuente: https://grupoacir.com.mx

lunes, 7 de octubre de 2019

EL INVIERNO Y LA EDAD MADURA

El tiempo tiene su manera especial de pasar rápido y tomarnos desprevenidos con los años.
Parece que solo ayer, era joven, recién casado y embarcándome en mi nueva vida con mi pareja. De cierta forma siento que fue hace mucho tiempo y ahora pienso: ¿A dónde se fueron los años?
Sé que los he vivido todos. Tengo visiones de cómo fueron entonces todas mis esperanzas y sueños. Pero ahora está aquí el invierno de mi vida y me agarró de sorpresa.

¿Cómo llegue aquí tan rápido? ¿Dónde se fueron los años?.
¿A donde se fue mi juventud?.
Recuerdo bien haber visto gente mayor a través de los años y pensaba que aquellas personas mayores estaban muy lejos de mí y que el invierno estaba tan, tan lejos, que no podía imaginar cómo seria.

Pero aquí esta. Mis amigos están retirados, jubilados y volviéndose grises, se mueven más lento y ahora los veo mayores. Algunos en mejor forma, otros peor que yo, y noto entonces el gran cambio. La edad se empieza a mostrar y ya somos aquellas personas mayores, que solía ver y que nunca imagine que sería. Me parece mentira.

Ahora encuentro que solo el tomar una ducha, es uno de los acontecimientos del día y que tomar una siesta, es algo obligatorio, porque si no lo hago simplemente me quedo dormido, donde este sentado.
Ahora entro en esta nueva etapa sin preparación alguna, para todos los dolores y achaques, para la pérdida de fuerza y la habilidad de hacer todas las cosas que quisiera haber hecho, pero que nunca hice.
Aunque el invierno ha llegado a mi vida, no sé cuánto va a durar, pero cuando se acabe, otra aventura empezara en el más allá.

Si tengo arrepentimientos. Hay cosas que hubiese querido no haber hecho, cosas que debí haber hecho y muchas cosas de las que estoy contento, que hice y me atreví a hacer.
Así que, si todavía no estás en tu invierno, permíteme recordarte que estará aquí, muchos más rápido de lo que piensas. Por lo tanto, cualquier cosa que quieras lograr en tu vida, hazlo rápido. Atrévete y hazlo ya. No lo pospongas por mucho tiempo. La vida se pasa rápido.
Haz todo lo puedas hoy, porque nunca estarás seguro si ya llego tu invierno o no.


No tienes la promesa de ver todas las estaciones de tu vida, así que vive el hoy. Di y haz todas las cosas que quieres que tus seres queridos recuerden, con la esperanza de que ellos aprecien y amen las cosas que hiciste en los años pasados.
Recuerda que la vida es un regalo que se te dio, haz de este viaje algo único y fantástico.

- Vive bien, goza cada día, haz el bien y sé feliz.
- Salir a la calle es bueno, pero regresar, a la casa es lo mejor.
- Si te olvidas de los nombres, no importa, otras personas se olvidan que te conocieron.
- Duermes mejor en un sillón frente a la tv, que en la cama? No te importe.
- Lo que antes eran pecas, ahora son dizque manchas del hígado.
- Ahora usas con más frecuencia las palabras:
Que? Cuando?  Repite por favor. No entiendo.
- Piensas que todo el mundo susurra a tu alrededor.
- Tienes en tu closet ropas que no usas, pero que de pronto si?

Lo viejo también es bueno:
VIEJAS CANCIONES, VIEJAS PELICULAS y lo mejor de todo:
VIEJO AMIGOS.

Autor anónimo. Recibido x E-mail.