lunes, 29 de octubre de 2018

¿LOS DIAS SON MAS CORTOS AHORA?


EL TIEMPO PASA MÁS RÁPIDO SEGÚN NOS HACEMOS MAYORES
Existen variadas explicaciones y vamos a mirar algunas:

1- Es posible, debido a un fenómeno llamado “efecto reminiscencia”, que nos hace deformar la sensación del paso del tiempo.
Si los años poseen 365 días y son siempre los mismos, ¿por qué cuando tenemos 50 ó 60 años parece que el tiempo pasa volando?
Nuestros recuerdos y experiencias vividas cuando teníamos alrededor de veinte, nos otorgan la sensación de que aquellos días “duraban más”.
Según parece, todo está relacionado con la manera en que asimilamos emociones, conocimientos y sensaciones. Cuanto más intensos sean los momentos, estos parecerán llenarnos y perdurar más.
Cuando tenemos 20 años y disfrutamos de la juventud, experimentamos un nuevo mundo de vivencias y pruebas en el paso a la vida adulta: nuestro primer trabajo, nuestro primer amor, nuestro primer hijo, nuestra primera casa, etc… Es en esos años, cuando existen más probabilidades de estar viviendo momentos más intensos y potentes que distorsionen nuestra memoria temporal.
Toda esta combinación de emociones nuevas, se va perdiendo por regla general con el paso de los años.
Es por eso que cuando alcanzamos los 40, las sensaciones y vivencias no suelen ser tan novedosas, sino más monótonas o conocidas. Esta sensación se hace más profunda si hablamos de alguien que ronda los 60 años.
Debido a esto, podemos comprender que el efecto reminiscencia pone en evidencia el modo errático en que nuestra mente maneja su particular reloj biológico, según los recuerdos que guarde en la memoria.

2- En la niñez y juventud tenemos mayores actividades para aprender todo lo nuevo que nos presenta la vida. Los retos y las situaciones son algo nuevo que nos mantiene ocupados analizando y resolviendo como enfrentarlos.
Según se cumplen años, la rutina se hace patente. Por ello, cuando pasa un período de un año, las experiencias nuevas son más escasas. Todo ello produce que los recuerdos también lo sean, lo que influye en la percepción del tiempo (el tiempo pasa más rápido por la escasez de nuevos recuerdos).
Un fin de semana lleno de actividades y nuevas experiencias, nos parecerá más largo, que aquel en que nos dedicamos a un sedentarismo casero. 
Cuando nos hacemos mayores, la vida, inevitablemente, nos brinda menos experiencias nuevas y más rutinas. Una semana de pocas actividades, no ocupa un lugar importante en la memoria y hace que parezca que el tiempo ha pasado más rápido.

La conclusión es bastante clara: Cuantas más experiencias vivamos, más tiempo de vida tendremos como percepción. 'Alargar' esa sensación se basa en tener nuevas actividades que hagan que el tiempo parezca que pasa más despacio y que al final del día se tenga la percepción de que ha durado mucho más que otro.
Además, el ser humano también tiene un conocimiento de que el tiempo de vida es limitado lo que ayuda mucho a que asuma más riesgos y experiencias. De ese modo sentimos que el tiempo pasa más lento.

3- La “paradoja de vacaciones”, descrita por la psicóloga Claudia Hammond. Ella explica que nuestra mente analiza las experiencias de forma diferente. Si te estás divirtiendo, el tiempo parece pasar más rápido, mientras que aburrido pasa más lento.
“Nuestros primeros años tienden a estar relativamente sobrerrepresentados en nuestra memoria autobiográfica y, al reflexionar, parecen haber durado más”, explicó Hammond,
“mientras que, cuando ya tenemos una rutina el tiempo se mueve más rápido”.
Una encuesta realizada a 499 personas de entre 14 y 94 años de edad en la que se les preguntaba sobre la velocidad a la que sentían el paso del tiempo mostró que en lapsos cortos, como un día, una semana o un mes, no se alteraba la percepción del tiempo. Sin embargo, en duraciones largas, como una década, las personas mayores sentían que el tiempo pasa más rápido. Los participantes mayores de cuarenta años sintieron que el tiempo pasó más lento cuando eran niños y que fue acelerando poco a poco mientras pasaron por su adolescencia y edad adulta.

4- Investigadores aseguran que a medida que envejecemos, experimentamos el tiempo de manera diferente de lo que solíamos. Se cree que nuestra percepción del tiempo comienza a acelerar el paso del tiempo, a consecuencia de la reducción de la producción de dopamina en el cerebro impactando nuestros relojes internos. Otra realidad es que a medida que envejecemos, tenemos menos experiencias excitantes emocionalmente, como por ejemplo el primer beso, las vacaciones o los primeros días de escuela.
Esta reducción en la intensidad emocional nos hace experimentar lo que se llama hipótesis habitual. En pocas palabras: estamos en piloto automático con mucha más frecuencia. Tenemos una rutina que hace que todo sea monótono, el viaje diario al trabajo, trabajo, más tráfico, hacer la cena, dormir; los movimientos con la edad adulta, nos orillan a no pensar demasiado, y que los días vuelan.

5- Existe una teoría llamada “forward telescoping” donde consideramos que nuestros momentos más importantes, como el paso por el colegio, el nacimiento de nuestros hijos, la graduación de la universidad, que ocurrieron en los últimos 20 años, apenas sucedieron ayer.
Tomado de varias fuentes en la WEB

domingo, 21 de octubre de 2018

EL SISTEMA BRAILLE


Las personas ciegas se ven privadas de infinidad de cosas, incluyendo la lectura y el acceso a información que nos alerta de lo que pasa alrededor. Es gracias al sistema Braille que los invidentes pueden acceder por medio del tacto a los que sus ojos le niegan.
El sistema Braille utiliza una serie de puntos en relieve que se interpretan como letras del alfabeto y es utilizado por las personas invidentes que aprendieron el método. 
La existencia del Braille, les abre todo un mundo a quienes poseen serias discapacidades visuales.
El braille resulta interesante también por tratarse de un sistema de numeración binario que precedió a la aparición de la informática.



Braille, su origen.
Fue ideado por el francés Louis Braille a mediados del siglo XIX, que se quedó ciego desde su niñez. Cuando tenía 13 años, el director de la escuela de ciegos y sordos de París, donde estudiaba el joven Braille, le pidió que probara un sistema de lectura y escritura táctil inventado por un militar llamado Charles Barbier, que servía para transmitir órdenes a puestos de avanzada sin tener necesidad de delatar la posición durante las noches.
Louis Braille descubrió al cabo de un tiempo que el sistema era válido y lo reinventó utilizando un sistema de ocho puntos. Al cabo de unos años lo simplificó dejándolo en el sistema universalmente conocido y adoptado de 6 puntos.

Braille, en qué consiste. 

El sistema Braille se basa en seis puntos que se distribuyen de diferentes formas, cayendo dentro de lo que se considera un sistema binario. No se trata de un idioma, sino que de un alfabeto reconocido de forma internacional, capaz de exponer letras, números y hasta signos, lo que le hace realmente completo.
En total, existen 256 caracteres en braille, muchos de los cuales deben su significado al que le antecede o sigue. Incluso existe una traducción de las notas musicales al Braille.



Braille, mayor accesibilidad
La masificación del Braille es tal, que hoy podemos encontrar escritura Braille, no sólo en textos creados para gente invidente, sino que también en computadores con teclados en braille, teléfonos móviles e impresoras, que transforman un texto a dicho alfabeto.
La enseñanza del braille comienza desde muy temprana edad entre quienes nacieron ciegos y, los que se volvieron invidentes ya mayores, son capaces de aprenderlo rápidamente, siendo quizá la puerta de comunicación desde y para el mundo más importante, reemplazando el sentido de la vista con el del tacto de forma inteligente y ordenada.



Las formas más utilizadas para escribir las hojas de Braille, son:
La forma manual, usando junto con un punzón, para ir formando las combinaciones.
Las máquinas de escribir de éste sistema (no hay que olvidar, que las máquinas de escribir convencionales, se crearon por la petición de un conde, cuya hija era ciega para que pudiese escribir).
Las impresoras braille, las cuales pueden ser conectadas a una computadora. Esta última es la solución moderna y rápida al asunto.

Con respecto a los caracteres del tipo braille, estos ocupan mucho más espacio que los impresos convencionales. Una página típica de braille, puede medir 28 centímetros x 28, y hay espacio para 25 líneas, de 40 caracteres cada una.

El sistema braille es igual para los idiomas que utilizan el ALFABETO LATINO.
Cuando se adapta a idiomas que no utilizan el alfabeto latino, los símbolos de dicho alfabeto (es el caso del ruso, el griego, el hebreo, el árabe y el chino), se asignan de acuerdo a cómo se transcribirían en el alfabeto latino, sin tener en cuenta el orden alfabético.

El braille japonés y el braille coreano, han tenido que reasignar completamente los sonidos de los diferentes símbolos. En el braille japonés, los signos alfabéticos para una consonante y una vocal se combinan en sólo un símbolo silábico.
Por otra parte, en el braille coreano, las consonantes tienen formas diferentes dependiendo de si van al principio o al final de la sílaba. Estas modificaciones hacen que el braille sea mucho más compatible con el japonés y el coreano, pero implica que los sonidos latinos no se pueden mantener.
Fuente variadas paginas de la WEB

jueves, 18 de octubre de 2018

LA PALABRA "PEDANTE"


La palabra “pedante” es habitualmente utilizada de forma negativa para señalar a aquella persona engreída que hace un excesivo alarde de erudición y/o sabiduría (la tenga o no).
Pero no siempre tuvo la connotación negativa que hoy día tiene, sino que pedante era como se le llamaba antiguamente a los maestros que enseñaban a domicilio, ellos iban a los hogares de los propios niños a enseñarles, entre otras cosas, la gramática.



Dicha palabra que servía para referirse al maestro pasó a tener la connotación negativa a la que me refería por una sencilla razón:
Muchos eran los maestros que se ofrecían para ir a dar las lecciones a los hogares y pocas las casas a las que ir, por lo que las pruebas para acceder a dicho trabajo, que realizaban los señores que querían contratar a un maestro, eran muy estrictas y selectivas.
Ello provocaba que cada aspirante al puesto fuese altamente preparado y dispuesto a saber más que el otro, por lo que esa revalidad entre candidatos hacía que sobresaliesen aquellos más sabios y listos, por lo que con el tiempo se comenzó a utilizar este término para referirse al tipo de personas.

Donde ya no concuerdan todos los historiadores es sobre el origen de la palabra, y aunque la mayoría apuntan a que deriva de “pedagogo”
(Persona que tiene como profesión educar a los niños), otros se inclinan por el término en latín “pedís” cuyo significado es pie (y del que ha derivado palabras como pedal,  pedestal, pedestre…). Se apoyan en este origen debido a que la mayoría de esos maestros que iban a enseñar a las casas lo hacían yendo a pie.

martes, 9 de octubre de 2018

NINGÚN ADOLESCENTE QUIERE MORIR

La drogadicción en el mundo va en aumento y entre los jóvenes, cada vez, a más temprana edad. 


Veamos algunos motivos:
La influencia de la televisión con sus novelas, especiales y biografías de narcos, muestran unos falsos mitos sobre la vida en el bajo mundo. También los menores son inducidos por compañeros en las escuelas para probar alguna droga. Suelen ofrecérsela gratis para crearles adicción.
Si el nuevo adicto no consigue dinero para su vicio, quienes los engancharon, le obligan a vender la droga en la escuela y conseguir nuevos adictos.
Una forma de obtener dinero para drogarse es robar a sus familiares, en los varones es común que caigan en actos delictivos; en las mujeres, como su sexualidad se despierta a una edad más temprana, al entrar al mundo de las drogas se les hace fácil prostituirse.
Otro detonante común es, cuando ambos padres trabajan y no ofrecen a sus hijos una orientación adecuada, o cuando uno o ambos padres de los menores sufren de alcoholismo, tabaquismo o están enganchados a una sustancia ilegal.

Para algunos adolescentes el divorcio, la formación de una nueva familia con padrastros y hermanastros o las mudanzas a otras nuevas comunidades pueden perturbarlos e intensificarles las dudas acerca de sí mismos.

Como adultos tenemos que estar atentos y no desestimar los cambios de conducta y de humor de los adolescentes. Ningún adolescente quiere morir. Solo, si se siente totalmente desamparado, sin un referente a quién acudir para escucharlo. En ese instante, es cuando la desesperanza los lleva al consumo de drogas, o al borde del suicidio.

Para algunos adolescentes, el suicidio aparenta ser una solución a sus problemas y al estrés.

El suicidio entre los adolescentes, ha tenido un aumento dramático recientemente. Cada año miles de adolescentes se suicidan en el mundo. Los adolescentes experimentan fuertes sentimientos de estrés, confusión, dudas de sí mismos, presión para lograr éxito, incertidumbre financiera y otros miedos mientras van creciendo.
La depresión y las tendencias suicidas son desórdenes mentales que se pueden tratar.
Hay que reconocer y diagnosticar la presencia de esas condiciones tanto en niños como en adolescentes y se debe desarrollar un plan de tratamiento apropiado. Cuando hay alguna duda en los padres, de que el niño o el joven pueda tener un problema serio, un examen siquiátrico puede ser de gran ayuda.

Muchos de los síntomas de las tendencias suicidas son similares a los de la depresión.
Los padres deben de estar conscientes de las siguientes señales que pueden indicar que el adolescente está contemplando el suicidio:

- Cambios en los hábitos de dormir y de comer.
- Retraimiento de sus amigos, de su familia o de sus actividades habituales.
- Actuaciones violentas, comportamiento rebelde o el escaparse de la casa.
- Uso de drogas o de bebidas alcohólicas.
- Abandono fuera de lo común en su apariencia personal.
- Cambios pronunciados en su personalidad.
- Aburrimiento persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro en la calidad de su trabajo escolar
- Quejas frecuentes de síntomas físicos, tales como: los dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que están por lo general asociados con el estado emocional del joven.
- Pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones.
- Poca tolerancia de los elogios o los premios.

Un adolescente que está contemplando el suicidio también puede:
*Quejarse de ser una persona mala o de sentirse abominable
*Lanzar indirectas como: no les seguiré siendo un problema, nada me importa, para qué molestarse o no te veré otra vez
*Poner en orden sus asuntos, por ejemplo: regalar sus posesiones favoritas, limpiar su cuarto, botar papeles o cosas importantes, etc.
*Ponerse muy contento después de un período de depresión
*Tener síntomas de sicosis (alucinaciones o pensamientos extraños)

La gente a menudo se siente incómoda hablando sobre la muerte. Sin embargo, puede ser muy útil el preguntarle al joven si está deprimido o pensando en el suicidio. Esto no ha de ponerle ideas en la cabeza, por el contrario, esto le indicará que hay alguien que se preocupa por él y que le da la oportunidad de hablar acerca de sus problemas.

Si una o más de estas señales ocurre, los padres necesitan hablar con su niño acerca de su preocupación y deben de buscar ayuda profesional cuando persiste su preocupación.
Con el apoyo moral de la familia y con tratamiento profesional, los niños y adolescentes con tendencias suicidas se pueden recuperar y regresar a un camino más saludable de desarrollo.
Varias fuentes, entre ellas, aacap.org