martes, 9 de octubre de 2018

NINGÚN ADOLESCENTE QUIERE MORIR

La drogadicción en el mundo va en aumento y entre los jóvenes, cada vez, a más temprana edad. 


Veamos algunos motivos:
La influencia de la televisión con sus novelas, especiales y biografías de narcos, muestran unos falsos mitos sobre la vida en el bajo mundo. También los menores son inducidos por compañeros en las escuelas para probar alguna droga. Suelen ofrecérsela gratis para crearles adicción.
Si el nuevo adicto no consigue dinero para su vicio, quienes los engancharon, le obligan a vender la droga en la escuela y conseguir nuevos adictos.
Una forma de obtener dinero para drogarse es robar a sus familiares, en los varones es común que caigan en actos delictivos; en las mujeres, como su sexualidad se despierta a una edad más temprana, al entrar al mundo de las drogas se les hace fácil prostituirse.
Otro detonante común es, cuando ambos padres trabajan y no ofrecen a sus hijos una orientación adecuada, o cuando uno o ambos padres de los menores sufren de alcoholismo, tabaquismo o están enganchados a una sustancia ilegal.

Para algunos adolescentes el divorcio, la formación de una nueva familia con padrastros y hermanastros o las mudanzas a otras nuevas comunidades pueden perturbarlos e intensificarles las dudas acerca de sí mismos.

Como adultos tenemos que estar atentos y no desestimar los cambios de conducta y de humor de los adolescentes. Ningún adolescente quiere morir. Solo, si se siente totalmente desamparado, sin un referente a quién acudir para escucharlo. En ese instante, es cuando la desesperanza los lleva al consumo de drogas, o al borde del suicidio.

Para algunos adolescentes, el suicidio aparenta ser una solución a sus problemas y al estrés.

El suicidio entre los adolescentes, ha tenido un aumento dramático recientemente. Cada año miles de adolescentes se suicidan en el mundo. Los adolescentes experimentan fuertes sentimientos de estrés, confusión, dudas de sí mismos, presión para lograr éxito, incertidumbre financiera y otros miedos mientras van creciendo.
La depresión y las tendencias suicidas son desórdenes mentales que se pueden tratar.
Hay que reconocer y diagnosticar la presencia de esas condiciones tanto en niños como en adolescentes y se debe desarrollar un plan de tratamiento apropiado. Cuando hay alguna duda en los padres, de que el niño o el joven pueda tener un problema serio, un examen siquiátrico puede ser de gran ayuda.

Muchos de los síntomas de las tendencias suicidas son similares a los de la depresión.
Los padres deben de estar conscientes de las siguientes señales que pueden indicar que el adolescente está contemplando el suicidio:

- Cambios en los hábitos de dormir y de comer.
- Retraimiento de sus amigos, de su familia o de sus actividades habituales.
- Actuaciones violentas, comportamiento rebelde o el escaparse de la casa.
- Uso de drogas o de bebidas alcohólicas.
- Abandono fuera de lo común en su apariencia personal.
- Cambios pronunciados en su personalidad.
- Aburrimiento persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro en la calidad de su trabajo escolar
- Quejas frecuentes de síntomas físicos, tales como: los dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que están por lo general asociados con el estado emocional del joven.
- Pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones.
- Poca tolerancia de los elogios o los premios.

Un adolescente que está contemplando el suicidio también puede:
*Quejarse de ser una persona mala o de sentirse abominable
*Lanzar indirectas como: no les seguiré siendo un problema, nada me importa, para qué molestarse o no te veré otra vez
*Poner en orden sus asuntos, por ejemplo: regalar sus posesiones favoritas, limpiar su cuarto, botar papeles o cosas importantes, etc.
*Ponerse muy contento después de un período de depresión
*Tener síntomas de sicosis (alucinaciones o pensamientos extraños)

La gente a menudo se siente incómoda hablando sobre la muerte. Sin embargo, puede ser muy útil el preguntarle al joven si está deprimido o pensando en el suicidio. Esto no ha de ponerle ideas en la cabeza, por el contrario, esto le indicará que hay alguien que se preocupa por él y que le da la oportunidad de hablar acerca de sus problemas.

Si una o más de estas señales ocurre, los padres necesitan hablar con su niño acerca de su preocupación y deben de buscar ayuda profesional cuando persiste su preocupación.
Con el apoyo moral de la familia y con tratamiento profesional, los niños y adolescentes con tendencias suicidas se pueden recuperar y regresar a un camino más saludable de desarrollo.
Varias fuentes, entre ellas, aacap.org

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