Existe una zona en el
océano Atlántico, a unos 30 grados norte y sur del Ecuador, que los marinos de
todo el mundo conocen desde hace siglos como la “Latitud de los Caballos” en
ingles "Horse Latitudes". Es el "Mar de los Sargazos", como lo bautizó Cristóbal Colón.
El origen del nombre se
remonta a los tiempos de los primeros viajes al Nuevo Mundo, cuando los barcos
a vela que cruzaban el Atlántico se topaban con una zona donde el viento dejaba
de soplar súbitamente. Podían pasarse semanas sin avanzar, a la espera de que
el viento volviera a ser favorable. Cuando la situación empezaba a ser
desesperada, los marinos se veían obligados a aligerar el peso del barco para
aprovechar el más ligero viento y escapar de aquella zona muerta. Entonces
arrojaban por la borda todos los enseres prescindibles, ya fueran muebles,
mercancías o los propios cañones.
A menudo, después de días y días
perdidos en la nada, la situación llegaba a ser tan terrorífica que no tenían
más remedio que deshacerse de los caballos.
La tripulación arrojaba a los caballos
aterrorizados por la borda, y éstos nadaban durante millas detrás de los
barcos, hasta que vencidos por el cansancio, se dejaban arrastrar a las
profundidades”.
En cualquier caso, la
mayoría de aquellos marinos no dejaban de escuchar los angustiosos relinchos de
los caballos durante el resto del viaje y de sus vidas.
Otra versión de la misma historia,
asegura que los marinos se tenían que deshacer de los caballos para conservar
las reservas de agua y comida. A veces, cuando la comida escaseaba, se dice que
optaban por comérselos.
Jim Morrison vocalista de The
Doors, en su segundo disco Strange Days, dedica un poema a este tema, Horse
Latitudes. Año 1968.
Fuente: meridianos.com
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