En el hogar utilizamos una
serie de objetos y productos que ayudan con nuestros hábitos de cuidado
personal y con las tareas cotidianas. No obstante, muchos de estos no son tan
saludables como parecen. Esto se debe a que son objetos que se ensucian con
facilidad o están compuestos de sustancias tóxicas que generan alergias en el
cuerpo.
A continuación los más
comunes y a usarlos con más medidas de seguridad.
Las esponjas de baño
Las esponjas para el baño corporal están
diseñadas para facilitarnos la limpieza de la piel y la eliminación de las
células muertas.
No obstante, debido al material con el que están
elaboradas, son lugares con el ambiente perfecto para el crecimiento de las
bacterias, el moho y varios tipos de hongos.
Lo peor es que muchos las reutilizan sin desinfectarlas ni
tener en cuenta que podrían derivar en una infección o problema cutáneo.
La mejor solución es adquirir esponjas
vegetales que, gracias a su contenido de enzimas, inhiben el crecimiento
microbiano. Además, es conveniente remplazarlas de forma regular y enjuagarlas
con ingredientes antibacterianos, como el vinagre blanco.
La licuadora
Es un aparato muy útil y necesario en la
cocina, pero también puede ser peligroso si no se le brinda el trato adecuado.
Los empaques y las piezas accesorias con los que viene
equipada, por lo general de goma, se ubican en el tercer lugar de herramientas
de la cocina con más niveles de gérmenes, moho y bacterias como la Salmonella y
la E. Coli.
Por esta razón, tras utilizarse se debe
desmontar por completo para lavar cada una de sus partes, incluyendo las de
goma.
El Jabón antibacteriano
A pesar de que este producto está diseñado
para eliminar las bacterias que se adhieren en las manos, está comprobado que
puede resultar dañino porque también acaba con los microorganismos
beneficiosos.
Los jabones, geles y limpiadores antibacterianos están
vinculados con el mayor riesgo de tos, irritaciones de la garganta y alergias. Esto
se suma además al hecho de que contienen triclosán, una sustancia que se ha
relacionado con los problemas en las funciones musculares, el riesgo cardíaco y
la interrupción de la actividad de la hormona reproductiva.
Los hisopos de algodón
Los bastoncillos e hisopos de algodón
siguen siendo el elemento preferido para eliminar el exceso de cera que se
acumula en los oídos. A pesar de que se ha advertido que es un hábito
peligroso, muchas personas han hecho caso omiso y continúan usándolos con este
fin.
El inconveniente es que estos empujan gran parte de la cera
hacia la parte interna del oído, lo cual puede llegar a bloquear el canal
auricular. Cuanto más se introduzcan hacia el interior del oído, más se
liberará una sustancia llamada histamina que ocasiona irritación e inflamación.
Por eso para remover el exceso de cera se
deben usar alternativas como las gotas, la solución salina, el agua oxigenada o
el aceite de oliva.
Las herramientas de manicura y pedicura
La mayoría de los accesorios para el
cuidado de las uñas de las manos y los pies están llenos de bacterias y otros
microorganismos de la piel.
Esta situación tiende a agravarse cuando
varios integrantes de la familia los utilizan sin antes someterlos a un proceso
estricto de desinfección.
Como con cada utilización tienen contacto directo con la
piel de los pies y las uñas, es frecuente que queden infectados con diversos
patógenos. Por lo tanto, tras finalizar cada uso es conveniente esterilizarlos
y usar productos antibacterianos para desinfectarlos bien.
En el caso de las piedras pómez, los
palitos de naranja y las limas se debe hacer un remplazo, como mínimo, cada
mes.
Los utensilios de goma
Los utensilios de goma se han convertido en
los favoritos para la cocina ya que son muy prácticos y no rayan las sartenes y
ollas.
El problema es que su material se va desgastando con cada
uso y pierde la capa protectora que facilita la limpieza. Con el paso del
tiempo notamos que lucen opacos y van desarrollando pequeñas manchas de humedad
o moho. Además, en su mango y sujetador se pueden almacenar patógenos como la
E. Coli y las levaduras.
Lo más conveniente es adquirir herramientas
de otro material, o bien, procurar desinfectar estos elementos para cada uso.
Como acabas de notar, muchas de las cosas
que pensabas que eran saludables en realidad pueden ser dañinas cuando no las
usas siguiendo algunas pautas de precaución. Tenlas en cuenta y sigue los consejos dados
para que no representen peligro alguno.
Fuente: aqui.noticlick.one/
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