viernes, 20 de octubre de 2017

CARTA DE UN JUBILADO A SU AMIGO PSICOLOGO

Estimado doctor:
Ahora que estoy retirado, puedo dedicarme plenamente a mi pasión:
Pescar Truchas.
Compré un barquito y confié en que mi mujer me acompañaría, pero a ella no le gusta ir de pesca. En el club de pesca, entablé conversación con Paquita, que es tan apasionada como yo a la pesca de las truchas. Nos hicimos rápidamente compañeros de pesca. Como ya dije, a mi mujer no le gusta ir de pesca y siempre protesta que paso demasiado tiempo en mi barquito.


Hace un par de semanas Paquita y yo hicimos dos magníficas capturas. Yo pesqué un ejemplar de trucha enorme y poco después Paquita pescó el pez gemelo. Naturalmente saqué una foto mientras Paquita mantenía los peces en alto. Le enseñé con orgullo la foto a mi esposa confiando en que así, se despertaba en ella el interés por la pesca. Pero su reacción fue negativa. Me dijo que tenía que dejar de inmediato el deporte de la pesca y vender el barco.
¡Pienso que ella no me quiere dar el gusto de practicar mi afición!
¿Qué debo hacer, doctor?
¿Tengo que comunicarle a mi mujer que se olvide de la cuestión y seguir con mi afición, o tengo que vender el barco si ella se aferra a su opinión?
Vayan las gracias adelantadas por su respuesta, sinceramente te saluda:
Juan.


P.D. Adjunto la foto de Paquita con las truchas gemelas que pescamos.

RESPUESTA DEL PSICOLOGO
Estimado Juan:
Trata de deshacerte lo antes posible de tu mujer.
Las truchas que muestra Paquita son magníficas. Debes comértelas lo antes posible.
Tu amigo el psicólogo.

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