He
aprendido:
Que la vida es como un rollo de papel
sanitario.
Mientras
más se acerca a su final, más rápido se va.
Que
deberíamos de estar contentos de que Dios no nos concede todo lo que
pedimos.
Que
el dinero no te da categoría.
Que
son las cosas pequeñas y cotidianas las que hacen la vida tan espectacular.
Que
muy dentro de cada persona hay alguien que desea ser apreciado y amado.
He
aprendido:
Que
Dios no lo hizo todo en un día. ¿Qué
me hace pensar que yo, si puedo?.
Que el ignorar las cosas, no las
cambia.
Que
cuando quieres desquitarte de alguien, solo permites, que ese alguien continúe
hiriéndote.
Que
es el amor y no el tiempo, lo que cura las heridas.
Que la mejor manera que existe de
crecer, es rodearse de personas que sean más listas que yo.
He
aprendido:
Que
cualquier persona que conozcas, merece ser saludada con una sonrisa.
Que
nadie es perfecto hasta que te enamoras de él.
Que
la vida es dura, pero yo soy más duro.
Que
las oportunidades nunca se pierden, las que tú desperdicies, alguien las encontrará.
Que
todos quieren vivir en la cima de la montaña, pero toda la felicidad y crecimiento ocurren mientras
estás escalándola.
He
aprendido:
Que
si albergas amargura, la felicidad buscará otro sitio para albergarse.
Que
me hubiera gustado decirle muchas veces a mi papá que lo amo, una vez más,
antes de que muriera.
Que
uno debe mantener sus palabras suaves y tiernas, porque el día de mañana tendrá
que comérselas.
Que
una sonrisa es la forma más barata de mejorar tu apariencia.
Que no puedo escoger como me siento,
pero sí como actuar al respecto.
He
aprendido:
Que
solo debes aconsejar en dos circunstancias:
cuando
te lo pidan y cuando la vida de alguien corra peligro.
Que mientras menos tiempo tengo para
trabajar, más cosas hago.
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