Cuando se pueda andar por las aldeas y los pueblos,
sin ángel de la
guarda.
Cuando sean mas claros los caminos
y brillen mas las vidas que las almas.
Cuando en el trigo nazcan amapolas
y nadie diga que la tierra sangra.
Cuando los tejedores de sudarios,
oigan a Dios entre sus almas.
Cuando las sombras que hacen las banderas,
sea una sombra honesta y no una
charca.
Cuando la libertad entre a las casas con el pan diario,
con su hermosa
carta.
Cuando la espada que usa la justicia,
aunque desnuda, se conserve casta.
Cuando reyes y siervos junto al fuego,
fuego sean de amor y de esperanza.
Cuando el vino excesivo se derrame
y entre las copas viudas se reparta.
Cuando el pueblo se encuentre
y con sus manos teja el mismo sus sueños y su
manta.
Cuando de noche grupos de fusiles
no despierten al hijo con su habla.
Cuando al mirar la madre,
no sienta dolor en la mirada y en el alma.
Cuando en lugar de sangre por el campo,
corran caballos y flores sobre el
agua.
Cuando la paz recobre su paloma
y acudan los vecinos a mirarle.
Cuando el amor sacuda las cadenas
y le nazcan dos alas en la espalda.
Solo en aquella hora, podrá el hombre decir que tiene Patria.
Autor: CARLOS CASTRO SAAVEDRA
Escritor y poeta colombiano, nació
en Medellín, Antioquia, en 1924, y murió en la misma ciudad en 1989. Estudió en
el colegio La Paz de Envigado y en el Liceo de
la Universidad de Antioquia. Desde muy joven escribió poesías que eran
publicadas en los diarios y revistas de su ciudad. Sus primeros libros
fueron Fusiles y luceros (1946), Mi llanto y Manolete (1947), y 33 poemas (1949). Castro es considerado el poeta de la
violencia por excelencia, aunque al mismo tiempo entronó en su poética a la
esperanza como una posibilidad para el ser humano. Dueño de una gran
versatilidad, se inició bajo la vocación lírica del amor, y cosechados los
primeros triunfos literarios, desplazó su interés hacia los temas
sociales.
Fue un escritor prolífico, lo que
demuestran sus 37 obras publicadas en diversos géneros: novela, poesía, obras
de teatro y prosa. Es considerado además, después de Pombo, el gran poeta de
los niños colombianos, escribiendo para ellos numerosos poemas entre los que
cabe destacar Matrimonio de gatos y Los dos caballos. Aunque se le recuerda más por sus poemas que por sus
cuentos, escribió cerca de 80 dedicados a los niños.
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