El calentamiento global y el
cambio climático, afectará los ecosistemas.
Una de las repercusiones más serias, es el deshielo en los
polos. El calentamiento global provoca enormes cambios en los ecosistemas, afectando
la biodiversidad de la flora y la fauna.
La evolución de las especies tiene mucho que ver con el
clima y las condiciones del entorno, en la lucha por la supervivencia, en las migraciones
o la extinción de determinadas especies.
El calentamiento global también da lugar a sequías que
dificultan el ciclo vital de árboles y plantas. En la naturaleza todo está
relacionado. Si no hay plantas, los
animales herbívoros no tienen qué comer y desaparecen. Si desaparecen, los
carnívoros tampoco tendrán que comer y esta cadena, involucra a la posible desaparición
del hombre por hambre.
El calentamiento global
obstaculizará el normal crecimiento vegetal.
Según la advertencia lanzada por expertos estadounidenses,
el normal crecimiento y desarrollo de las plantas podría verse afectado por el
calentamiento global, con inevitable repercusión en toda forma de vida
planetaria. Hacia finales de este siglo, explicaron los científicos, el
número de días en los que la vegetación crece normalmente se verá drásticamente
reducido y los bosques podrían transformarse en emisores de carbono.
Es que un menor crecimiento de las plantas terminará por
destruir los bosques del planeta, modificando los hábitats que muchas especies
precisan para sobrevivir. En una instancia avanzada de este fenómeno, los
bosques, que normalmente absorben las emisiones de carbono, comenzarían a ser
emisores, agravando la principal causa del calentamiento global.
El deshielo de los polos y las
inundaciones
De
aquí a los próximos 35 años, los territorios más poblados del mundo podrían
terminar inundados por el aumento del nivel del mar, según advierten
científicos rusos. El subdirector del Instituto de Investigación Científica del
Ártico y la Antártica, Alexánder Danílov, señala que el problema más grave está
determinado por el drástico cambio de la temperatura mundial. "Los
cálculos sugieren que la temperatura se estabilizará rápido, pero el nivel del
océano mundial seguirá creciendo durante varios siglos", agrega.
Hacia 2050,
el nivel de los océanos podría incrementar su altura en unos tres metros, con
consecuencias catastróficas: "Estos
metros de subida del océano deben ser una señal muy seria de que en realidad,
los gigantes territorios bajos donde vive la mayor parte de la población del
planeta se encontrarán en zonas de inundación", afirma Natalia Riazánova, a la cabeza
del Laboratorio de Geoecología del Instituto Estatal de Relaciones
Internacionales de Moscú.
Mientras
tanto, el último informe de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica
de Estados Unidos, advierte que el año 2014 registró récords de temperaturas
máximas en la superficie terráquea. En al menos 20 países, fue el año más
caliente de la historia registrada, alcanzando la más alta concentración de
gases de efecto invernadero.
El deshielo antártico está
cambiando el campo gravitatorio de la Tierra.
Científicos
británicos han diagnosticado que el repentino aumento de la pérdida de hielo en
regiones antes estables de la Antártida está generando cambios en el campo
gravitatorio de la Tierra.
Se
trata de un equipo de expertos de la Universidad de Bristol, que expresaron
alarmante preocupación por el ritmo con que el hielo del sur de la Península
Antártica se reduce, lo que jamás había sucedido hasta 2009, cuando comenzó una
rápida desestabilización.
La
mediciones realizadas demuestran que la pérdida de masa gélida en esta región,
otrora estable, es tan drástica, que logró cambios en el campo gravitacional de
la Tierra.
La
información se suma a un estudio que reveló que los glaciares apostados a lo
largo de la península han acelerado el ritmo de su derretimiento, volcando más
de 300 kilómetros cúbicos de agua al océano circundante, durante los últimos
seis años.
Inglaterra con fríos extremos
La corriente del Golfo, responsable de 'calentar' a Gran
Bretaña durante el invierno, está desacelerando su accionar más rápidamente que
en cualquier otro momento del último milenio, según los registros de un estudio
climatológico.
Los resultados del estudio indican que los niveles de agua
dulce y fría, fluyendo hacia el océano Atlántico, se han elevado a causa del
derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia, lo que
consecuentemente ralentiza el impulso de la corriente hacia el norte.
Al ser el agua dulce más liviana que el agua salada, tiende
a permanecer sobre la superficie del océano, afectando directamente al natural
proceso que trae agua caliente, desde el ecuador, hacia el extremo norte del
Atlántico.
Más aún, el estudio revela que el Atlántico Norte es la
única región planetaria con un drástico descenso de su temperatura. Durante el
2014, el año más caluroso en la Tierra desde que se registra este dato, la
región del Atlántico subpolar ha sufrido un frío cada vez mayor.
Los científicos se encuentran preocupados por esta
ralentización de la corriente del Golfo, puesto que podría significar un
"punto de inflexión" para el planeta.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático estima que existe un diez por ciento de posibilidades de que la
corriente del Golfo se detenga completamente hacia el año 2100.
El noroeste de Europa sufriría entonces graves consecuencias,
entre las que se destacan inviernos más crudos y veranos de sequía extrema,
ocasionando a la postre una cadena de efectos adversos sobre las corrientes
oceánicas de todo el mundo.
Fuente: history.com
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