Recuerda lo primordial para empezar en Facebook necesitas
una página de empresa.
Nada de un perfil personal con el logo de la empresa con
amigotes escribiendo acerca de cosas personales y tu madre dándole a Me Gusta a
todo lo que haces. Algo
profesional.
¿Para
qué sirve tener una página en Facebook?
Hay cuatro puntos concretos que nos darán una visión general
de lo que Facebook puede hacer por nuestra empresa:
Branding. O lo que es lo mismo, Marca.
Facebook es un magnífico escaparate. Siempre y cuando en ese
escaparate estén tus posibles clientes, claro. Utilizar Facebook como herramienta de
branding, para dar a conocer la cultura de tu empresa y cómo te gusta
hacer las cosas. Y si lo haces con una estrategia lógica y a largo plazo de marketing de contenidos, mejor que mejor.
Publicidad.
Aunque esté relacionado con lo anterior, una cosa es generar
la idea de marca y otra, bien diferente, es hacer publicidad de tus productos.
Y si hay algo en lo que Facebook ha ganado en los últimos años es en ganar la
batalla de la publicidad: sea con las publicaciones promocionadas, los públicos
personalizados, los vídeos o la misma publicidad en Instagram, Facebook es actualmente un medio que no puede
faltar en tu Marketing Mix.
Comunicación.
Pura y dura. Es obvio que la relación entre los clientes y
las empresas ha cambiado. Quizá aún no lo haya hecho del todo, pero es palpable
que si quieres tener presencia, necesitas un canal bidireccional desde el que
tus clientes puedan expresarse. Eso sí, teniendo en
cuenta que hay ciertas cosas que no puedes hacer en Facebook.
¿Para
qué sirve un Me Gusta?
Si ya sabemos para qué nos sirve estar en Facebook, ahora es
oportuno explicar para
qué nos sirve tener esos Me Gusta tan codiciados.
En la versión rápida, podríamos decir que cada vez que alguien le da a Me Gusta a tu
página, tienes la posibilidad de dar a conocer a tu empresa no sólo a esa
persona sino a todos sus amigos. El Me Gusta puede ser visto en otros
perfiles y, por tanto, alcanzar a más potenciales clientes.
El efecto multiplicador.
Se trata, básicamente, de una ecuación sencilla: Si tu página de fans tiene 400 Me Gusta y cada una de las
personas que se han hecho fans de tu marca, tiene una media de 130 amigos, tu empresa PODRÍA llegar con sus publicaciones
o con sus anuncios a más de 50.000 personas.
La relevancia del “amigo”.
Aun así, si llegáramos a esas 50.000 personas de cualquier
forma y manera, no sería lo mismo. Lo que lo cambia todo, es el hecho de que,
quien hace que esa marca aparezca ante tus ojos, es un amigo. El poder, por tanto, reside en que la transmisión del conocimiento
de la marca se realiza “entre amigos”, lo que le da mucho más valor a esa recomendación.
Del muro, a tu web.
Por si fuera poco, los datos demuestran que los fans de una
marca en Facebook tienden a visitar más a menudo la página web de esa marca que
el usuario de internet normal. Esto, que es relativamente lógico porque se
trata de alguien que ya conoce tu producto de verlo en Facebook, es fácilmente comprobable con un buen
vistazo al Analytics de nuestra web.
Así, podemos ver que el poder de Facebook reside en las
recomendaciones y en la extensa red de contactos que, como buena red social,
nos une los unos a los otros sin que apenas nos demos cuenta.
Pero,
aún con estos datos, hay algo que no puedes olvidar:
*Que tengas muchos fans en Facebook no significa que tus
mensajes lleguen a todos esos fans.
*Al igual que Google, Facebook tiene un algoritmo que trabaja como
filtro de las publicaciones que realizamos. Es decir: cuando publicas
algo, Facebook lo muestra a un número determinado de fans y, según cómo estos
reaccionen (un me gusta, un compartir) lo mostrará más o menos. Esto provoca,
por ejemplo, que sobrepasada una determinada cantidad (alta) de “fans” sea cada
vez más difícil aparecer de forma natural en sus muros.
Así
Facebook se asegura de que, aunque tengas muchos fans no llegues a todos de forma orgánica y que, tengas que pagar para lograr un mayor alcance.
Pero eso, aunque parezca mentira, es otra historia.
Varias fuentes en la web
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