lunes, 31 de julio de 2017

DEBEMOS CONFIAR EN EL POLÍGRAFO?

El polígrafo sirve para medir qué tal son las respuestas, frente a determinadas preguntas, pues este, mide  una reacción psicológica del subconsciente frente a la conciencia cuando está mintiendo. Si el individuo es un cínico redomado, como la mayoría de los delincuentes, que carecen de autocrítica, entonces el mentir descaradamente no produce ninguna reacción, que pueda medir el famoso detector de mentiras o Polígrafo.

En la prueba del polígrafo se le colocan varios sensores a la persona:
Uno galvánico que se instala en el dedo anular e índice de la mano para medir la sudoración.
Un tensiómetro para la medición de la presión arterial.
Uno de movimiento colocado en el asiento.
Uno de la respiración compuesto por dos neumografos colocados en el pecho y a la altura del estómago.
Estos sensores registran la supuesta reacción que tiene una persona al mentir, como sudoración, aumento de ritmo cardíaco, etc, y se basa en que una persona interrogada presentara reacciones fisiológicas al mentir, pero esas reacciones se pueden dar también por nerviosismo, o por un simple suspiro en la prueba.

La prueba consiste en un interrogatorio exhaustivo, sugestivo e intimidatorio, donde el factor miedo juega un papel protagonista. El poligrafista insiste en que la sinceridad es la clave para pasar el examen, nada más falso, pues el psicólogo de la empresa, ya ha indagado con anterioridad por la vida personal del entrevistado, si probó la marihuana o drogas, si robó un lápiz o papel en el anterior empleo, si tiene familiares o personas cercanas con procesos judiciales o presos, si gusta o ha participado del  sindicalismo. Se supone que lo anterior supuestamente indica, si la persona es o no confiable.
(Si aspira a un empleo, simular que es un santo, no confesar nada, y ser igual de hipócrita que el poligrafista, ayudará muchísimo a conseguir ese empleo y por supuesto ser consciente de que el polígrafo es una farsa).

En procesos administrativos de selección de personal, no debería tener valor porque, usted puede pasar el polígrafo y ser un perfecto pícaro o lo puede perder, siendo la persona más honesta, si simplemente se puso nervioso el día de la prueba. Algunos creen que la tecnología puede medir los valores morales, pero eso aún no se ha logrado.
Por ejemplo cuando hay procesos disciplinarios, o irregularidades al interior de una empresa, las directivas saben muy bien que el Polígrafo, es un medio ilegal, que no va a probar nada y se exponen a que la víctima, acuda a una demanda laboral. 
En lo referente a la selección de personal, supuestamente la prueba del Polígrafo es voluntaria, pero si la persona que aplica no acepta realizarla, obviamente no la van a contratar.

La historia revela que varios espías en Estados Unidos siempre aprobaron el polígrafo. Uno de ellos fue Aldrich Ames que trabajó para la CIA durante 30 años, y fue espía de la KGB por más de 15 años. Él siempre venció al polígrafo, de hecho, una de las razones por las que fue atrapado es porque no pudo justificar su patrimonio con su simple salario de la CIA.  Una de sus revelaciones fue que reconoció que las técnicas necesarias para derrotar al polígrafo son relativamente fáciles de aprender y de realizar o llevar a cabo. Otros espías descubiertos también fueron  Karl Koecher, Ana Belén Montes, o Leandro Aragoncillo, quienes superaron la prueba sin ninguna dificultad.

Y es que la misma Academia Nacional de Ciencias de los Estados unidos público un informe en octubre de 2002 cuestionando la efectividad y exactitud del polígrafo. Una de las conclusiones a las que llega es que los estudios de certeza y exactitud de la prueba son realizados por organizaciones con un claro sesgo a favor el uso del polígrafo. La Universidad de Utah también dice que el éxito de la utilidad del polígrafo depende de que los examinandos y el público perciban que hay una alta probabilidad de que se detecte el engaño y que los costos de ser juzgados engañosos sean sustanciales.

Doug Williams, quien fue poligrafista y policía por 7 años, entrenó por 35 años a personas en los Estados Unidos para aprobar la prueba del polígrafo. Cuenta con un canal en Youtube, en el describe el método para burlar el polígrafo. Este consiste en generar una reacción fuerte a las preguntas de control y una no reacción a las preguntas relevantes. También, afirma que las personas más cínicas tienen una alta probabilidad de pasar sin problemas el polígrafo, debido a que su conciencia es nula.

Existe mucha información en contra del polígrafo en el mundo de habla inglesa, por supuesto de esto jamás se habla, y mucho menos en  los medios de comunicación.
Con esto no se quiere decir que se está en contra de los estudios de seguridad e investigaciones que son completamente necesarias para las empresas en su selección de personal, pero confiar ciegamente en el polígrafo como factor decisivo es como confiar en tarotistas o adivinos.
Fuente: Varias paginasen la web.

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