lunes, 19 de agosto de 2019

ARISTOTELES ONASSIS. Su vida

(Esmirna, 15 de enero de 1906 – Neuilly-sur-Seine, 15 de marzo de 1975).
Fue el segundo hijo de Sócrates Onassis y Penélope Dologlou. Su padre, un hombre enérgico y de carácter autoritario, fue un próspero banquero, en una familia griega dedicada al comercio del tabaco.
Tras la guerra Greco-Turca, la ciudad fue recuperada por Turquía y las propiedades de la familia Onassis se perdieron, forzándola a regresar a Grecia como refugiados.
Ya en Grecia, el padre de Aristóteles, Sócrates Onassis trató de recuperar la fortuna familiar, con el comercio, algo en lo que tuvo cierto éxito.

En 1923, apenas un adolescente, escapó a Argentina, donde aprendió trucos para invertir en el negocio del tabaco. Con 25 años ya se había embolsado 2 millones de dólares, tras lo cual buscó introducirse en el mundo del transporte marítimo, sector en el que no tuvo rival, al cobrar tarifas más bajas gracias a que no tenía que pagar impuestos.
Al poco tiempo, las ganancias de Onassis se tornaron más significativas y, con la ayuda de su padre, que permanecía en Grecia, se aventuró en la importación de tabaco turco.
El contacto con su tierra natal aumentó su interés, y decidió volver, pero mantuvo su negocio argentino de tabaco.

Para ampliar su capacidad de transporte de tabaco, compró dos barcos en Canadá, y de regreso a Buenos Aires registra su primera empresa naviera Astilleros Onassis. Hacia 1932, Aristóteles se había convertido en un hombre de negocios que contaba con buques, petroleros y balleneros, por lo cual expande su empresa a nivel mundial creando una oficina en la ciudad de Nueva York.


El 28 de diciembre de 1946, Onassis se casó con Athina Mary Livanos, hija del magnate naviero Stavros Livanos. Para muchos fue un matrimonio muy conveniente para Onassis, ya que aprendió el negocio naviero a costa de Livanos. Con ella tuvo dos hijos, 
Alexander (1948–1973) y Christina (1950–1988), ambos nacidos en Nueva York.

Una vez que su flota de barcos estuvo consolidada, Onassis diversificó y adquirió la poderosa aerolínea insignia de Grecia, Olympic Airlines. Invirtió fuertemente en bienes raíces, siendo su principal foco en este ámbito su magnífica sede en Nueva York, la Olympic Tower, y por otro lado, su magnífica asociación con el príncipe Rainiero III de Mónaco le permitió literalmente, poseer más de la mitad del principado, a través de propiedades, inversiones y acciones. Para entonces, Onassis, se había convertido en el hombre más rico del planeta y en el magnate naviero más poderoso de la industria.
La vida bastante disipada de Aristóteles Onassis, transcurría entre cruceros con invitados del mundo del espectáculo y la nobleza europea, en su yate de lujo, Christina, por el Mediterráneo, el mar Egeo y la Costa Azul, la isla privada de Skorpios y sus negocios que dirigía a distancia.

A pesar de estar casado, Onassis mantuvo un sonado romance con la diva de la ópera también griegaMaría Callas que intentó repetidamente que el magnate contrajera matrimonio con ella, a lo que él se negó bajo variados pretextos.

La relación terminó abruptamente cuando un Onassis deslumbrado dejó sin mayores miramientos a María Callas, para casarse con Jacqueline Kennedy, viuda del expresidente de EE.UU. John F. Kennedy, el 20 de octubre de 1968. Jacqueline insistió en casarse para no escandalizar a sus hijos de corta edad. A lo que el magnate accedió encantado, dejando de paso a Callas devastada sentimentalmente. Se estableció un acta matrimonial secreta que declaraba que en caso de muerte del marido o divorcio, Jacqueline Kennedy recibiría la tercera parte de su fortuna y bienes, Onassis la firmó sin regaños.

Pasado un tiempo, Jacquie evidenció tener gustos extravagantes y costosos que un afligido Onassis debía satisfacer a costa de elevadas sumas de dinero, recursos y personal a su servicio; pronto se hastió de ella. Además, siguiendo el estilo que tuvo en la Casa Blanca cuando era primera dama, cambió suntuosos y elaborados decorados por arreglos aún más costosos y a gusto de ella, haciendo desaparecer cualquier huella de María Callas en su residencia. Se pasaba la mayor parte del tiempo de compras y la vida marital se volvió vacía para Onassis. Pronto Onassis se sintió defraudado con su costosa esposa, que le era esquiva maritalmente y además detestaba el hedor a tabaco que envolvía a Onassis.
No obstante, y a pesar de todo su éxito, el final de su vida se vio sumido por la tragedia.
El 23 de enero de 1973, su hijo Alexander Onassis de 23 años, fallecía en un accidente de aviación y eso lo sumió en una profunda depresión de la que nunca se sobrepuso. Su hija Christina pronto siguio su camino por una sobredosis de pastillas. 
Onassis, que era un gran fumador de puros, murió en Neuilly-sur-SeineFrancia, a causa de una neumonía a la edad de 69 años. Sus restos yacen en la isla de Skorpios.

Su mujer, Jackie, guardó un luto aparente por la muerte de su marido, mientras, sus abogados corrían a validar el acta de matrimonio. Su hija Christina fue designada heredera universal, pero Jackie Kennedy reclamó la tercera parte de las posesiones del magnate, como estaba estipulado en el acta de matrimonio. Se entabló una disputa legal entre Christina y Jackie. Tras la muerte de Christina, los dos tercios restantes de la herencia pasaron a su única nieta, Athina Roussel.
Varias fuentes en la WEB

No hay comentarios:

Publicar un comentario