viernes, 2 de agosto de 2019

LA CHICHA, BEBIDA ANCESTRAL


Si los franceses tienen el vino, los alemanes la cerveza, en Centro y Sur América tenemos la  muy sabrosa chicha, esta bebida estaba y está en muchos campos, en casi todas las fincas, los campesinos la beben como alimento indispensable para poder realizar las labores del campo.

La chicha ha sido desde tiempos inmemoriales, la compañera infaltable de múltiples fiestas y actividades comunitarias como mingas, matrimonios, velatorios, nacimientos, ceremonias religiosas y tantas otras actividades que comparten las diversas comunidades indígenas.

Es una bebida suave y fresca, su contenido de alcohol es bajo; se denomina también como chicha andina y su nombre cambia de acuerdo al país y al proceso de elaboración: chicha morada, chicha de jorra, chicha criolla, chicha de maní, chicha de arroz y otras.

La chicha se obtiene de diversos granos y frutas comestibles, algunas más apetecidas que otras, dependiendo de la materia prima usada en su fabricación, así también varía su grado alcohólico y su dulzor. Se preparaba durante todo el año con granos de cereales o con frutas frescas o deshidratadas de cada región que guardaban especialmente para este propósito.

A la chicha también se le asignaron propiedades medicinales, entre ellas una acción 
diurética y digestiva o en otros casos para prevenir las afecciones pulmonares.
A los españoles les llamó la atención que las poblaciones nativas no tuvieran mal de piedra (cálculos) ni enfermedades renales, ya que para los conquistadores, estos males eran frecuentes. Los cronistas indican que las chichas de maíz, de algarrobo y de molle eran particularmente curativas y/o preventivas del aparato urogenital. 

La chicha es el resultado de la fermentación del maíz, y se hace utilizando como fermento una levadura especial, o bien por medio de la saliva humana (rica fuente de amilasa, una enzima digestiva que facilita la conversión del almidón en azúcares), lo que requiere que una o varias personas mastiquen la harina de maíz". Este procedimiento, aún practicado por los indígenas, se encuentra prohibido por ser antihigiénico, y suele ser sustituido por la levadura común que se utiliza para la producción de pan en donde también se encuentra presente la amilasa.



En Bolivia la más importante es la chicha de maíz, llamada la chicha. Es una bebida fermentada por algunos días que después de un largo proceso, tiene un cierto grado alcohólico. 
En Chile también se llama chicha a las bebidas obtenidas de la fermentación de diversas frutas, y que en algunos lugares también son mezcladas con un aguardiente o similar. Por otra parte, entre los mapuches se consume un tipo de chicha de maíz o trigo llamada muday.
En Colombia es posible obtener chicha a partir del guarapo, añadiendo más panela y mazamorra de maíz, y dejando fermentar dicha mezcla en un recipiente de barro cocido. De igual forma se obtiene chicha de chontaduro o cachipay, arracachazanahoria y, como la más apetecida, de corozo.
En la Costa Caribe, la palabra "chicha" designa a cualquier jugo de frutas (chicha de corozo, de piña, etc.). Uno de los refrescos tradicionales de la región es la chicha de arroz con cáscaras de piña.
En el Oriente de Cuba, la chicha es una bebida fermentada a base de cáscaras de piña, similar al tepache mexicano.
La chicha ecuatoriana se la hace a partir de la fermentación del maíz, quinua, arroz, cebada o harina acompañadas de panela o azúcar común. Así también, frutas de la región como el tomate de árbolmorapiñapalma de chontataxo y naranjilla son utilizados como ingredientes y con hierbas aromáticas, en algunos casos. Generalmente, se la deja fermentar por periodos que van de tres a veinte días. También la beben comunidades indígenas de la amazonía, como los Shuar, los Cofanes y los Secoya, quienes la hacen de yuca o chontas 
cocinadas y fermentados; en ocasiones son masticadas antes de su fermentación.
En Mexico es conocida como Tejuino, se caracteriza por dejar fermentar azúcar de caña y recolectar la bebida ya fermentada en un recipiente, se endulza con azúcar y se rebaja con agua. En el municipio de Cintalapa, Chiapas, es muy conocida esta bebida, principalmente con la gente que trabaja o está relacionada con la moliendas de caña de azúcar, de la que actualmente ya no hay muchas.

Según documentos y registros arqueológicos, la bebida pudo haber tenido su origen en Colombia. En las comunidades indígenas del antiplano cundiboyacense, entre estos los Muiscas en la sabana de Bogotá. Para ellos la chicha era considerada una bebida especial, que era utilizada para festejar actos ceremoniales, pero no era consumida con regularidad, como lo expresaron los conquistadores españoles: “este brebaje era una noble bebida ceremonial con cuyas abundantes libaciones los Muiscas, sí se embriagaban, pero solo en ocasiones tan especiales como bodas, sepelios, carreras y celebraciones de victorias, y jamás de manera rutinaria y habitual como luego lo harían sus descendientes…”
Fuente: Varias páginas en la WEB

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