miércoles, 26 de enero de 2022

CUIDADOS PARA EL CUIDADOR DE ENFERMOS

Con frecuencia en nuestras familias tenemos una persona dependiente (aquella que por causa de su edad, una discapacidad o una enfermedad no puede valerse por sí misma, o carece de la inteligencia suficiente para tomar decisiones), preocupándonos más, de las tareas que debe llevar a cabo el cuidador, que la calidad de vida del mismo cuidador.

El cuidado de personas dependientes es una labor compleja y en ocasiones muy dura, debemos tener en cuenta las necesidades particulares del paciente, la dedicación que precisa y la gestión de sus cambios de humor; lo que acaba generando estrés en el cuidador y afectando su bienestar y su estado de ánimo, impidiendo que realice su trabajo con la misma eficacia.

Por ello es crucial tener en cuenta los cuidados necesarios para el cuidador a la hora de establecer las pautas del cuidado de nuestro familiar. A veces, lo más difícil es detectar que el cuidador está teniendo problemas de estrés que están afectando a su salud. 

Estos son los signos de alarma que deben ponernos alerta para aumentar los cuidados al cuidador:

Ansiedad

Susceptibilidad

Agotamiento

Defensas bajas

Aislamiento social

Sensación de no disponer de tiempo para uno mismo

Imposibilidad de conciliar el sueño

Dificultad para gestionar la situación

Negación del problema

Si el cuidador padece algunos de estos signos, es que está comenzando a padecer estrés y a mermar su bienestar y su salud mental. Por ello, es importante que para paliar el problema y ayudar al cuidador, sigamos una serie de consejos:

* La responsabilidad que conlleva el cuidado de una persona dependiente suele provocar que el cuidador se autoimponga una exigencia desmesurada, por lo que el primer paso para liberar al cuidador de esa carga es necesario aceptar que el tiempo es limitado y las capacidades psicológicas y económicas tampoco son infinitas.

* Estar las 24 horas con la persona dependiente no mejorará su salud. Impedir que el paciente tenga cierta autonomía para realizar tareas sencillas, además de sobrecargar al cuidador, agudizara su dependencia.

* Es importante que el cuidador cuente con una persona de confianza para compartir con libertad las complicaciones de su trabajo y algunas de sus  tareas.

* Una persona dependiente no puede estar al cuidado de una sola persona, es importante repartir el trabajo y hacer que participen otros miembros de la familia para que la carga no recaiga en una sola persona.

* Permitir a la familia dar una mano. Una reunión familiar puede ayudar a organizar los horarios de todas las personas para que el cuidador pueda tomarse descansos con regularidad.

* Involucrar a los amigos. ¿Es decir todas esas personas que siempre dicen: "Dime si hay algo que pueda hacer para ayudarte"? Dígales cómo y acepte sus ofrecimientos de ayuda. Confeccione una lista de tareas, como comprar comestibles, lavar la ropa, cuidar del césped, limpiar el hogar o pasar tiempo con sus seres queridos, coloque la lista en el refrigerador. Cuando pregunten lo que pueden hacer, señale la lista.

* Es también muy importante que el cuidador esté informado sobre los síntomas y comportamientos habituales del enfermo ya que en ocasiones la ignorancia hace que el cuidador se desespere ante determinadas actitudes de la persona dependiente. Si sabe a qué se debe, Le es más fácil de gestionar.

* Es esencial que el cuidador tenga unas horas al día para sí mismo, alejarse durante un rato de sus obligaciones y hacer algo que le hace sentirse mejor. Esto le ayudará a poner distancia y será mucho más eficiente en su trabajo.

* Muchos cuidadores se sienten solos, ansiosos, culpables, furiosos, asustados, confundidos o cansados. Permítales descanso.


* Que el cuidador haga ejercicio. Así se trate de una caminata de 20 minutos o una clase de yoga, el ejercicio es una excelente manera de reducir el estrés y aumentar la energía.

* Un buen cuidador debe ser realista y no generarse falsas esperanzas en cuanto a la curación o mejora del paciente. Lo ideal es que se establezcan objetivos a corto plazo que ayuden tanto al cuidador como al dependiente a mejorar su calidad de vida día a día.

* La enfermedad o dependencia del paciente no es culpa de nadie y los signos de estrés y cansancio del cuidador son habituales y comunes a todos los cuidadores por lo que tampoco deben generar sentimientos de culpabilidad.

* La paciencia de un cuidador no es infinita, sentir cansancio es normal, la irritabilidad es muy habitual y sentir que la situación los sobrepasa son situaciones que debemos comprender en estas personas.

Ser el cuidador primario de un paciente es uno de los actos más amorosos que una persona puede hacer por otra.

Tomado de varias fuentes en la Internet

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