Valentín se
graduó hace un par de años y vive en Norteamerica.
Tiene un
trabajo en el área de computación en una compañía internacional que lo lleva a
viajar con frecuencia por diversos países. Cuando le pregunté por su
trabajo, me respondió: “Tranquilo, pero muy bien".
¿Por qué
tranquilo?
Me dio una
respuesta muy interesante:
"Porque allá se entra muy
puntualmente pero se debe salir también a la hora exacta.
Si te quedas a trabajar más tiempo,
tu jefe empieza a dudar de tu capacidad y ofrece quitarte el trabajo.
El trabajo que se asigna es para
realizarse dentro de las horas que debes permanecer en la oficina y a la
empresa le interesa que quienes trabajan ahí tengan una vida personal.
Esa vida Personal comienza a las
6:00 de la tarde...
Esto coincide
con un programa de televisión que me tocó ver por cable en días pasados.
Era una reunión de expertos en relaciones laborales y la gran discusión eran
los horarios de trabajo que se han alterado en muchos países.
Uno de los
expertos en relaciones humanas dijo que el trabajo NO debería sustituir jamás a
la vida personal del trabajador. Y explicó por qué:
"La
única posibilidad de encontrar el equilibrio necesario para que una persona sea
sana en lo psicológico, emocional e intelectual es que le dedique tanto tiempo
a sus relaciones personales como a sus relaciones laborales.
Las
“exigencias laborales“ -explicó- se han
vuelto muy demandantes.
Algunas
empresas han obligado a sus empleados a posponer su vida personal para un futuro que nunca llega y lo que
es peor, a renunciar a ella para sustituirla con la vida laboral, lo cual es
absurdo".
ENTRE
MUCHAS OTRAS COSAS...
Uno de los
expertos señaló algunas de las cuestiones que deberían encender la alarma en
cualquier institución o empresa, porque son síntomas de que algo anda mal:
Exceso
de juntas, particularmente de aquellas en las cuales se discute mucho pero no
se llega a nada concreto.
Planes
y proyectos muy bien elaborados que rara vez toman forma.
ENTRE
MUCHAS OTRAS COSAS...
El
premiar a quien permanece trabajando dos o tres horas después de la hora de
salida. Según el
experto, eso sólo puede suceder por tres razones:
Porque
no le alcanza el tiempo (síntoma de ineficiencia o incapacidad por parte del
trabajador).
Porque
se le ha asignado más trabajo del que debe tener ese puesto (síntoma de
ineficiencia de la empresa o de quien asigna el trabajo).
Porque
hizo cosas ajenas al trabajo durante el tiempo de éste (deshonestidad del
trabajador) y, por lo tanto, debe reponer tiempo perdido.
Efecto dominó,
(cualquiera de las tres opciones mencionadas sucede con alguien y afecta el
trabajo de otros que, como consecuencia, también se tendrán que quedar a
completar su responsabilidad).
Visualización
errada.....
El
que todos los ejecutivos o directivos deban estar siempre (a cualquier hora de
cualquier día) disponibles, para lo cual se les obliga a cargar con un
rastreador a donde vayan: celular, beeper, etc.
El que se reciban mensajes,
electrónicos oficiales escritos a altas horas de la noche o en la madrugada y/o
durante fines de semana (que deben estar dedicados a la vida familiar) y/o de
sitios vacacionales o de descanso.
El
que entre los empleados o directivos de los niveles superiores haya un índice
muy alto de divorcios, o peor aún: de infartos y crisis nerviosas.
El
que los familiares (principalmente esposa e hijos) de los trabajadores se
quejen del tiempo excesivo que éstos le dedican a la empresa.
El
que el único tema de discusión o plática en las reuniones donde coinciden
varias personas de la misma empresa sea relacionado con el trabajo.
El
que los trabajadores descubran que ir al cine, teatro, ópera, conciertos,
museos o centros de diversión se ha vuelto una actividad excepcional en su
vida.
El
que el trabajo se convierta en algo agobiante y genere más estrés que
satisfacción en quien lo realiza.
¿Te
reconoces en alguna o en varias de ellas?
¿Reconoces
a tu esposo(a), a tu jefe(a), amigo(a), tus colegas? ¿Crees que el experto está
equivocado?
¿Las
consideras exageraciones?
El trabajo es uno de los elementos
importantes en la vida de los seres humanos, pero no el único.
Una pregunta:
¿Cuándo fue la última vez que saliste de tu trabajo a la "hora de
salida", sin sentirte culpable?
Ahora, ¿qué
opinas? A veces nos desvivimos tanto por el trabajo que lo menos que esperamos
es una gratificación a nuestros esfuerzos.
Por eso
pienso que uno debe compartir con su familia todo el tiempo que pueda.
EN
EL TRABAJO SOLAMENTE, SOMOS UN NÚMERO MAS...
El trabajo se
mantiene y otro número toma tu lugar, nadie es indispensable en una compañía.
Entiende,
comprende, reflexiona:
Que
en tu HOGAR nadie toma TU LUGAR y TÚ si eres INDISPENSABLE en él.
Cualquier
similitud con la vida real, es solamente una mera coincidencia....
Recibido por E-mail.
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