miércoles, 28 de diciembre de 2011

PARA PENSAR

LOS TRES AMIGOS
Juan, estudiante de economía, se encuentra con dos amigos, se toman un café y él se toma un refresco. Tras conversar durante más de una hora, Juan avisa al camarero para pagar, a lo que sus dos amigos replican que no es justo que él lo pague todo y finalmente acuerdan pagar cada uno lo suyo. El camarero les indica que son 3 dólares, ya que los cafés y los refrescos cuestan lo mismo, 1dolar.
Así que cada uno saca 1 dólar del bolsillo y le entregan al camarero los 3 dólares. Cuando el camarero se dirige a la caja para cobrar el dueño del bar le dice que uno de ellos es amigo suyo y que no les cobre los 3 dólares sino solamente 2,50. Así que el camarero regresa a donde estaban nuestros protagonistas con los 50 céntimos de la vuelta.
Como era una cantidad imposible de repartir deciden que el camarero se quede con 20 céntimos y ellos se reparten los otros 30 céntimos (10 para cada uno). Los tres amigos recogen su respectiva vuelta y salen del bar, se despiden en la puerta y cada uno regresa a su casa.
De camino a casa Juan se detiene y se queda pensativo… Si hemos pagado con un dolar y nos han devuelto 10 céntimos, cada uno de nosotros ha puesto 90 céntimos… en total son 2,70, más los 20 céntimos que se ha quedado el camarero suman 2,90.  
Entonces, …

¿Dónde están los otros 10 céntimos?

Un señor que va en coche y se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle:
– ¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme?. He quedado a las 2:00 con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro!
– Claro que sí –le contesta–. Se encuentra usted en un coche, a unos 7 Km del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte y 58 y 60 de longitud oeste.
– Es usted ingeniero, ¿verdad? – Dice el del coche
– Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado?
– Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es "técnicamente correcto", pero "prácticamente inútil", continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información.
– Usted es político, ¿verdad? –pregunta el de la calle.
– En efectoresponde orgulloso el del coche – ¿cómo lo ha sabido?
– Porque los políticos, no saben dónde están, ni hacia dónde se dirigen, han hecho promesas que no puede cumplir y espera que otros, les resuelva el problema.

De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de preguntarme, pero ahora, por alguna extraña razón, parece que la culpa es mía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario