martes, 11 de junio de 2013

CRÍTICO GASTRONÓMICO Y CANÍBAL… ISSEI SAGAWA


Nadie diría al ver a este enclenque japonés de apenas 1.50 metros, con manos y pies pequeños, que cojea al caminar, con una voz débil, hijo de una rica familia de Kobe, sea un terrible asesino, caníbal y famoso necrófilo.
Hoy, toda una celebridad en Japón, un personaje televisivo, crítico literario y de cocina, comentarista ocasional de las atrocidades de otros asesinos.
Nacido en Kōbe hace 60 años, fue un niño débil, enfermizo e introvertido. Cuando iba al bachillerato estaba obsesionado con la actriz Grace Kelly, una obsesión que duró hasta que fue a la universidad. Fue el inicio de su fascinación por la gente occidental. Antes de que se diera cuenta, las mujeres altas, caucásicas y bellas se convirtieron en su fantasía caníbal.

Fue a París a continuar sus estudios de literatura, pero sus deseos antropófagos no parecían aplacarse. Cada noche llevaba una prostituta a casa, intentaba matarla pero nunca se atrevió. Hasta el 11 de junio de 1981 que Sagawa invitó a cenar a Renée Hartevelt de 25 años, una estudiante holandesa en La Sorbona. Tras su llegada, la disparó por la espalda en el cuello con un rifle que había comprado con el propósito de llevar a cabo su plan antropófago. La chica murió en el acto. 



Era lo que había soñado durante 32 años y ahora por fin estaba ocurriendo. Tras asesinarla practicó necrofilia con ella y luego comenzó con su plan de devorarla, comenzando con los muslos. En entrevistas posteriores, dijo que se sorprendió al observar que la grasa humana tenía color semejante al maíz. Durante los dos días siguientes continuó comiendo varias partes del cadáver que guardaba en un frigorífico. Describió la carne humana como "suave y sin olor", como el atún fresco. 
Un agradable y único sushi.
Tras unos días, intentó deshacerse del cadáver hundiéndolo en un lago, pero fue sorprendido in fraganti por varios testigos. Cinco días después fue arrestado por la policía francesa, sin embargo, un análisis psicológico lo declaró demente e imposibilitado para ser juzgado.

Pese a ello fue declarado culpable del homicidio y del banquete, aunque los atenuantes de enajenación mental y los trastornos severos de personalidad facilitaron su traslado a un hospital psiquiátrico de máxima seguridad.

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Posteriormente es deportado a su país natal en parte gracias a su padre, un influyente hombre de negocios japonés. Sin embargo, la deportación no estableció cuanto tiempo Sagawa debería permanecer recluido por lo que luego fue liberado cuatro años después del voraz crimen.
Issey Sagawa se beneficio de un vacío legal. O sea, que los peritos japoneses no lo consideraban un enfermo mental ni recomendaban internarlo en el manicomio. Tampoco la justicia nipona podía condenarlo por un acto de canibalismo enfermizo cometido en el suelo de Francia.
En la actualidad vive solo, en un piso de soltero, dedicado a la literatura. A menudo acude como invitado a programas de televisión, donde suele dar su opinión sobre asesinatos, recetas de cocina etc.
Su historia inspiró en 1983 a los Rolling Stones para el tema "Too Much Blood".
Fuente: meridianos.es

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