La tecnología
nos ha cambiado, antes, las reacciones humanas en los momentos de pánico, como
escapar para salvarse o incluso quedarse paralizado ante el peligro, ya no se
usan; ahora, buscamos afanosamente nuestro celular para grabar el suceso, sin
pensar en prestar ayuda. Solo con la idea de sacar un beneficio económico, un
reconocimiento de parte de sus amigos, o tener muchos “like” en las redes
sociales.
Veamos
ejemplos en algunos titulares de prensa:
En
un momento de la grabación, se escucha al hombre gritar y a los adolescentes
romper a reír.
“Graba
mujer en peligro, en vez de brindarle ayuda”
El
incidente ocurrió en un barrio residencial de Kuwait, la mujer que se desplomo
era una empleada doméstica y la persona que grabó el video era su patrona.
“Críticas en Twitter
por grabar en lugar de ayudar a las víctimas”
Estoy
a punto de morir, no quiero que me grabes, quiero que te quedes conmigo, creo
que nadie quiere morir solo y menos así”, reza un tuit.
“Si
alguien muere a tu lado, aunque no puedas hacer nada, te sientas y le das la
mano. No le grabas”.
“Esta situación no
es nueva, se ha repetido en un sin número de eventos trágicos alrededor del
mundo, y muchos de los protagonistas horas después se sienten afectados. Esto
se llama el 'efecto espectador' o 'bystander
effect', informa Hipertextual.
Existen numerosos
experimentos realizados a lo largo de las últimas décadas que tratan de
esclarecer esta situación psicológica, el mecanismo que provoca que
las personas permanezcan impasibles, sin ofrecer o ayudar a una víctima ante un
problema”.
Entonces… QUE NOS
PASA CON TANTA INSENSIBILIDAD.
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