El Banco Mundial considera que hay
escasez de agua cuando se reciben menos de 1.000 metros cúbicos de agua potable
anuales por persona.
CIUDAD
DEL CABO
A
partir del 1 de febrero, los habitantes de Ciudad del Cabo solo podrán utilizar
50 litros de agua al día. Es una de las nuevas restricciones que entrará en
vigor para tratar de evitar lo que se conoce como el 'Día cero': el momento en
que por primera vez los grifos de una gran ciudad del mundo podrían quedarse
sin agua ante la falta de reservas.
Si
los niveles en las presas no mejoran, las autoridades pronostican que a
partir del 12 de abril la población tendrá que acudir a uno de los 200
puntos de distribución de agua que se abrirán en la ciudad para recoger un máximo de 25 litros diarios.
Después
de varios años consecutivos con escasas precipitaciones en medio de una de las
peores sequías del siglo en la región, los niveles de las presas de la
ciudad cayeron en picado.
Si
en 2014 se encontraban casi llenos, a inicios de este año estaban en
el 28% de su capacidad.
El fenómeno meteorológico "El
Niño" es
el principal responsable de la situación climática que afecta a la región, y
que provoca que el extremo sur de África se convierta en una de las zonas
más secas.
Se
calcula que desde 1995 el número de habitantes creció en torno a un
80%, de 2,4 millones a los 4,3 millones que se estima viven en la
actualidad.
Según
los últimos datos, solo el 40% de la población limita su consumo de agua a
los 87 litros diarios recomendados actualmente.
Antes
de la crisis, los residentes de la urbe usaban entre 250 y 350 litros al día,
según el doctor Kevin Winter, del instituto Future Water de la
Universidad de Ciudad del Cabo. Las tasas de consumo son desproporcionadamente
más altas en los barrios más ricos, de baja densidad y con muchas viviendas
habitadas por una sola persona. Para las
zonas más pobres de la periferia, donde se concentra gran parte de la
inmigración llegada de países cercanos, el 'Día cero' de consumo de
agua es ya una realidad desde hace años.
La
capital financiera de Brasil y una de las ciudades más populosas del mundo (con
más de 21,7 millones de habitantes), atravesó una crisis parecida a la de
Ciudad del Cabo en 2015, cuando la capacidad de su principal embalse cayó por
debajo de 4%.
En el punto más crítico de la
sequía, la ciudad tenía para menos de 20 días de suministro de agua y la policía
tenía que escoltar los camiones que transportaban este líquido para
evitar los saqueos.
BANGALORE
INDIA
Las
anticuadas tuberías de esta urbe necesitan una urgente y total renovación: un
informe del gobierno nacional encontró que más de la mitad del agua
potable se desperdicia.
India
enfrenta un problema de contaminación de agua y las cosas en Bangalore no son
diferentes: una investigación de los lagos de la ciudad descubrió que 85% de
estos tenía agua que únicamente servía para irrigación y refrigeración
industrial. Ni un sólo lago tenía agua adecuada
para ser bebida o para el baño.
PEKÍN
En
2014, cada uno de los más de 20 millones de habitantes de Pekín recibió sólo
145 metros cúbicos de agua. Aunque China tiene 20%
de la población mundial, cuenta con apenas 7% del agua potable global.
Un
estudio de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, estimó que las
reservas del país cayeron en un 13% entre 2000 y 2009. También hay
contaminación: las cifras oficiales de 2015 muestran que el 40% del agua superficial de Pekín estaba contaminada
hasta el punto de ni siquiera servir para la agricultura o la industria.
Las
autoridades chinas han intentado atacar el problema con la creación de
proyectos masivos de desviación de agua y con programas educacionales, así como
el alza de tarifas para los grandes consumidores.
EL
CAIRO
El
río Nilo fue crucial en la creación de una de las grandes civilizaciones del
mundo antiguo, pero en tiempos modernos atraviesa problemas. Es la fuente de
97% del suministro de agua en Egipto, como también es el receptor de crecientes
cantidades de desperdicios no tratados provenientes de la agricultura y las
zonas residenciales.
Según
cifras de la Organización Mundial de la Salud, Egipto está catalogado como uno de los países, con más
alta tasa de muertes relacionadas a la contaminación de agua.
La ONU vaticina que el país
enfrentará una escasez crítica para 2025.
YAKARTA
Como
muchas ciudades costeras del mundo, la capital de Indonesia enfrenta la amenaza
creciente de la subida del nivel del mar. En Yakarta el problema es grave por
la acción humana directa: debido a que menos de la mitad de los 10
millones de habitantes de la ciudad tienen acceso a la red de
agua pública, la perforación ilegal de pozos está diezmando los acuíferos
subterráneos, literalmente encogiéndolos. Como consecuencia, 40% de Yakarta
está bajo el nivel del mar, según las estimaciones del Banco Mundial.
A
este problema se le añade que los acuíferos no se estan recuperando a pesar de
las fuertes precipitaciones, porque la
prevalencia del asfalto no permite que los campos abiertos absorban la lluvias.
MOSCÚ
Una
cuarta parte de las reservas de agua dulce del mundo están en Rusia, pero el país
está plagado de problemas de contaminación causados por el legado
industrial de la época soviética. Es algo que específicamente atañe a Moscú,
cuyo suministro de agua depende en un 70% del agua superficial.
Los entes reguladores oficiales
reconocen que entre 35% y 60% de todas las reservas de agua potable no cumplen
con los estándares sanitarios.
ESTAMBUL
De
acuerdo a las cifras oficiales del gobierno de Turquía, el país técnicamente
atraviesa un período de estrés de agua, ya que el suministro per cápita cayó
por debajo de 1.700 metros cúbicos en 2016. Los expertos locales han advertido
que la situación podría empeorar y llegar a la escasez para 2030.
En
años recientes, las zonas densamente pobladas como Estambul (con 14 millones de
habitantes) han empezado a experimentar cortes de agua durante los meses
más áridos.
Los niveles de los embalses de la
ciudad se redujeron al 30% de su capacidad a comienzos de 2014.
CIUDAD
DE MÉXICO
La
escasez de agua no es nada nuevo para muchos de los 21 millones de habitantes
en la Ciudad de México. Uno de cada cinco recibe apenas unas
horas de agua del grifo y 20% tienen agua corriente durante sólo parte del día.
La
ciudad importa hasta 40% de su agua de fuentes distantes pero no cuenta
con la infraestructura para el reciclaje de agua desperdiciada.
La
pérdida de agua debido a problemas en el sistema de tuberías se estima en 40%.
LONDRES
Con
unas precipitaciones anuales de unos 600 mm (menos que París y sólo la mitad de
Nueva York) Londres toma 80% de su agua para el consumo, de los ríos.
La
autoridad administrativa del Gran Londres dice que la ciudad está llegando
casi al límite de su capacidad y
probablemente tendrá problemas de suministro para 2025 y "seria
escasez" para 2040. Parece
que el veto a las mangueras se volverá más común en un futuro, en Londres.
TOKIO
La
capital japonesa goza de unas precipitaciones anuales parecidas a las de Seattle,
una ciudad que se conoce en Estados Unidos como la "lluviosa". Sin
embargo, estas precipitaciones en Tokio están concentradas en únicamente cuatro
meses del año. Esa agua debe ser recolectada
pues una temporada lluviosa menos intensa podría generar sequía.
Así
lo hacen las autoridades de la ciudad: por lo menos 750 edificios públicos y
privados en Tokio tienen un sistema de recolección y utilización de aguas
lluvia.
Con
sus más de 30 millones de habitantes, la red de agua de Tokio depende en un 70%
del agua superficial (ríos, lagos o nieve derretida).
MIAMI
El
estado de Florida se encuentra entre los más lluviosos en EE.UU. Sin embargo,
en su ciudad más famosa, Miami, se está gestando un problema. El agua del océano Atlántico ha contaminado el acuífero
de Vizcaya, la principal fuente de agua dulce de la ciudad.
Aunque
el problema se detectó en los años 30 del siglo pasado, el agua salada todavía
se filtra, particularmente porque en esa ciudad estadounidense el nivel del mar
está subiendo más de lo esperado.
Fuente:
bbcmundo.
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