martes, 6 de febrero de 2018

REFLEXIONES SOBRE LA MUERTE.- DE GONZALO GALLO G.


Vive en paz y en paz partirás, aunque te maten. 
Vive libre de apegos, odios, miedos y podrás irte sereno y sin temor.
El más allá es más acá, en un estado sutil, en una vibración más ligera, en un espacio de luz.
Al morir nadie te juzga, tú mismo te evalúas y sigues en el lento proceso de evolucionar espiritualmente.
Si quieres partir sereno, afronta desde ya los miedos a la muerte y aprende a mirarla positivamente.
Muchos, antes de partir, levantan los brazos y miran fijo al frente.  Ya ven a los seres de luz que vienen a guiarlos.
Nadie muere solo, siempre hay seres amados que vienen a llevarnos y guiarnos
Es sano llorar y en nada perturba a quien parte, si no lloras te enfermas y el dolor te sofoca y te tritura.
La muerte no se siente, es dormirse acá y despertar allá.  ¿Te das cuenta cuando te quedas dormido? 
La muerte te pide seguir amando sin un cuerpo físico.  La materia no debe ser necesaria para el amor.
La muerte no existe para el espíritu, no es más que el paso a otra dimensión de consciencia.
Es sano hablar con el difunto, pero sin aferrarlo, aceptando su muerte y despidiéndolo.
La muerte no es un castigo, es volver donde ya estábamos antes y reencontrarse con seres que amamos.

La muerte no es un fin, es un nuevo comienzo.  No es soledad, es reencuentro con seres que amas y con Dios.

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