domingo, 8 de enero de 2012

TRES MORALEJAS

Había una vez una golondrina que empezó a emigrar demasiado tarde en invierno, y se estaba congelando mientras volaba. Al final cayó a tierra y ya creía que se estaba muriendo... pero entonces se le acercó una vaca que le soltó una plasta de estiércol encima.
Bueno, el estiércol estaba bien calentito, así que la golondrina se encontró mucho mejor y empezó a piar de satisfacción. Pero un gato la escuchó, y tras acercarse, la sacó del estiércol, la limpió y se la comió.
Esta historia tiene tres moralejas:
1) No todo el mundo que te caga encima es tu enemigo.
2) No todo el mundo que te saca de la mierda es tu amigo.
3) Si eres feliz y estás calentito dentro de tu montón de mierda, cállate!

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