Todos le conocemos. Albert Einstein,
físico de origen alemán considerado el científico más importante del siglo
XX.
Publicó la teoría de la
relatividad especial, dedujo la ecuación de la física más conocida a nivel
popular, la equivalencia masa-energía, E=mc²; presentó la teoría de la
relatividad general en la que reformuló por completo el concepto de gravedad;
obtuvo el Premio Nobel de Física por sus explicaciones sobre el efecto
fotoeléctrico y sus numerosas contribuciones a la física teórica; considerado
el «padre de la bomba atómica» aunque abogó en sus escritos por el pacifismo; y
fue idolatrado por la prensa convirtiéndose en un icono popular de la ciencia
mundialmente famoso, siendo proclamado como el personaje
del siglo XX.
Todos le conocemos pero
¿conocemos detalles de su vida? Einstein fue un personaje en toda regla y su
vida estuvo llena de anécdotas geniales que pasaron a la historia. En ellas
demostraba su gran inteligencia e ingenioso.
Calcetines y ropa interior
En la biografía de Einstein, Peter
Michelmore refiere que “el dormitorio de Einstein parecía la celda de un monje.
No había en él cuadros ni alfombras. Se afeitaba sin muchos miramientos, con
jabón de fregar. En casa solía ir descalzo. Tan sólo cada dos o tres meses
dejaba que Elsa (su esposa) le descargara un poco la pelambrera.
Pocas veces encontraba necesaria la ropa interior. También dejó de lado los pijamas y más tarde los calcetines.” “¿Para qué sirven?”, solía preguntar. “No producen más que agujeros.” Elsa llegó a perder la paciencia un día en que lo pilló cortando de codo abajo las mangas de una camisa nueva. Su explicación fue que los puños requieren botones o gemelos y es necesario lavarlos con frecuencia, total, una pérdida de tiempo. “Toda posesión”, decía Einstein, “es una piedra atada al tobillo.”
Pocas veces encontraba necesaria la ropa interior. También dejó de lado los pijamas y más tarde los calcetines.” “¿Para qué sirven?”, solía preguntar. “No producen más que agujeros.” Elsa llegó a perder la paciencia un día en que lo pilló cortando de codo abajo las mangas de una camisa nueva. Su explicación fue que los puños requieren botones o gemelos y es necesario lavarlos con frecuencia, total, una pérdida de tiempo. “Toda posesión”, decía Einstein, “es una piedra atada al tobillo.”
Marilyn
Monroe
En una reunión social, Marilyn Monroe se cruzó con
Albert Einstein, ella le sugirió lo siguiente:
-“Qué dice profesor, deberíamos
casarnos y tener un hijo juntos. ¿Se imagina un bebe con mi belleza y su
inteligencia?”.
Einstein muy seriamente le respondió:
-“Desafortunadamente temo que el
experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su
inteligencia”.
Se
cuenta que en una reunión social Einstein coincidió con el actor Charles
Chaplin. En el transcurso de la conversación, Einstein le dijo a Chaplin:
-“Lo
que he admirado siempre de usted es que su arte es universal; todo el mundo le
comprende y le admira”.
A
lo que Chaplin respondió:
-“Lo
suyo es mucho más digno de respeto: todo el mundo lo admira y prácticamente
nadie lo comprende”.
Despistes
Siempre
se habla de los monumentales despistes de los grandes genios. Einstein no era
especialmente distraído, aunque sí que se concentraba con facilidad, y esto le
dio fama de ser algo despistado. Un día, en el tranvía, una niña se sentó en el
asiento a su lado. Albert Einstein le pregunto qué cuantos años tenía y que
como se llamaba. “me llamo Clara, papá”, respondió la niña..
Citas
“Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es
que no todos ignoramos las mismas cosas”.
“Hay dos cosas infinitas: el Universo y la
estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.
“Si buscas resultados distintos, no hagas
siempre lo mismo”.
“La vida es muy peligrosa. No por las personas que
hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”.
“En
los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”.
Fuente:
pisito en Madrid
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