viernes, 23 de septiembre de 2011

OREJAS

Una mujer le dice a su cirujano plástico que quería reducir sus labios vaginales en tamaño, porque estaban muy sueltos y flameantes. 
Debido al bochorno insistió que la cirugía se mantuviera en secreto y el cirujano aceptó.
Saliendo de la anestesia, encontró 3 rosas cuidadosamente colocadas junto a su cama. Fuera de sí, llama inmediatamente al doctor.
-'Dr. Pensé que le había pedido que no le dijera a nadie sobre mi operación!'
El cirujano le dijo que había llevado a cabo su deseo de confidencialidad y que la primera rosa era de parte de él:
-'Me dió lástima porque pasó por todo esto sola.'
'La segunda rosa es de mi enfermera. Me asistió en la cirugía y se identificó porque ella pasó por el mismo procedimiento hace algún tiempo atrás.'
-'¿Y qué hay de la tercera rosa?' preguntó ella.
-'Esa es de un hombre que está arriba, en la unidad de quemados. 
Quería agradecerle por sus nuevas orejas...' 

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