El antiguo
puente Tacoma Narrows se desplomó el 7 de noviembre de 1940 debido a la
resonancia generada por las ráfagas de viento que entraron en correspondencia
con las frecuencias naturales del puente.
En el momento del desplome, Leonard Coatsworth estaba cruzando el puente mientras conducía su coche, cuando perdió el control sobre el mismo debido a los zarandeos, salió del coche como pudo y se puso a salvo, pero luego regresó de nuevo para rescatar a su perro Tubby, el cual estaba tan asustado que no quiso salir del vehículo e incluso mordió a Coatsworth cuando este quiso salvarlo, por lo que el hombre lo dejó allí. Cuando el puente se derrumbó, el coche con el perro cayeron al rio. Tubby fue la única víctima mortal del incidente.
Este puente colgante unía la ciudad de Tacoma con la península de Kitsap, estaba situado en Puget Sound, en el estrecho de Tacoma Narrows (Washington, Estados Unidos). Se abrió al público el 1 de julio de 1940 y se derrumbó violentamente a los cuatro meses, el 7 de noviembre posterior.
En el momento del desplome, Leonard Coatsworth estaba cruzando el puente mientras conducía su coche, cuando perdió el control sobre el mismo debido a los zarandeos, salió del coche como pudo y se puso a salvo, pero luego regresó de nuevo para rescatar a su perro Tubby, el cual estaba tan asustado que no quiso salir del vehículo e incluso mordió a Coatsworth cuando este quiso salvarlo, por lo que el hombre lo dejó allí. Cuando el puente se derrumbó, el coche con el perro cayeron al rio. Tubby fue la única víctima mortal del incidente.
Este puente colgante unía la ciudad de Tacoma con la península de Kitsap, estaba situado en Puget Sound, en el estrecho de Tacoma Narrows (Washington, Estados Unidos). Se abrió al público el 1 de julio de 1940 y se derrumbó violentamente a los cuatro meses, el 7 de noviembre posterior.
En la época
que fue construido, era el tercer puente colgante más grande del mundo en
términos de longitud, por detrás del Golden Gate y el Puente George Washington.
La
construcción del puente comenzó en septiembre de 1938. Ya durante su
construcción, presentó síntomas de moverse de manera vertical los días de
fuerte viento, lo que provocó que los trabajadores le bautizaran con el
sobrenombre de “Galloping Gertie” (Galopante Gertie). Estos movimientos incluso
se sintieron el día de su apertura al público.
Las medidas que se tomaron con el fin de disminuir el movimiento fueron ineficaces, derrumbándose la parte principal del puente aquel fatídico 7 de noviembre debido a vientos que alcanzaron los 64 kilómetros por hora.
Los planes para reconstruir el puente se vieron retrasados a causa de la Segunda Guerra Mundial y las partes que quedaron en pie del puente, que incluían las torres y los cables, se desmantelaron y vendieron como chatarra.
Las medidas que se tomaron con el fin de disminuir el movimiento fueron ineficaces, derrumbándose la parte principal del puente aquel fatídico 7 de noviembre debido a vientos que alcanzaron los 64 kilómetros por hora.
Los planes para reconstruir el puente se vieron retrasados a causa de la Segunda Guerra Mundial y las partes que quedaron en pie del puente, que incluían las torres y los cables, se desmantelaron y vendieron como chatarra.
Al cabo de 10
años, un nuevo puente fue inaugurado en el mismo lugar, el cual empleó los
pedestales y cables de anclaje anteriores. La parte del puente que cayó en el
agua sirve ahora como arrecife artificial, el mayor en su género, y desde 1992
fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos para protegerlo del
vandalismo.
El desplome de este puente tuvo un gran efecto en la ciencia e ingeniería de puentes. El incidente del puente Tacoma Narrows aparece en numerosos libros de texto como un ejemplo de resonancia elemental forzada con viento, que genera una frecuencia periódica externa que concuerda con la frecuencia natural de la estructura, aunque la causa real de su desplome fuese el revoloteo aerodinámico.
El desplome de este puente tuvo un gran efecto en la ciencia e ingeniería de puentes. El incidente del puente Tacoma Narrows aparece en numerosos libros de texto como un ejemplo de resonancia elemental forzada con viento, que genera una frecuencia periódica externa que concuerda con la frecuencia natural de la estructura, aunque la causa real de su desplome fuese el revoloteo aerodinámico.
El derrumbe de
este puente también potenció la búsqueda de mejores tecnologías en el campo de
los puentes aerodinámicos-aeroelásticos, un estudio que influenció los diseños
de todos los puentes colgantes desde 1940.
Este
impresionante vídeo nos demuestra la fuerza del viento enfrentándose a una
precaria tecnología en la construcción de puentes.
En el video
note que la frecuencia del viento coincide con la frecuencia natural del puente
por lo que tiende a desplazarlo más allá de su punto de equilibrio,
incrementando su amplitud.
No muestra
una oscilación decreciente en su amplitud mientras esta sea positiva en vez de
negativa. El puente fue destruido cuando el ratio de tensión y la presión en
los materiales del puente llegaron al punto de ruptura.
Fuente: blogodisea.com
Fuente: blogodisea.com
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