Los practicantes del vudú son casi
siempre individuos de media y baja capacidad económica, social y cultural,
también a veces ocurre que personas de clases media y alta con cultura
occidental u occidentalizada mezclan sus antiguas tradiciones con creencias
cristianas o islámicas.
Durante la época colonial europea en los países africanos se intentó suprimir el vudú y las demás religiones tradicionales africanas. Hoy en día es creciente la restauración de este culto en todos los países que lo practican, habiéndose celebrado en el año 1991 en la ciudad de Ouidah (Benín) la primera Conferencia Internacional de vudú. Este dinamismo del vudú también se está viendo seguido por las religiosidades nacidas del mismo o de la santería, que están viviendo una nueva expansión en las zonas del norte, centro y sur de América.
Durante la época colonial europea en los países africanos se intentó suprimir el vudú y las demás religiones tradicionales africanas. Hoy en día es creciente la restauración de este culto en todos los países que lo practican, habiéndose celebrado en el año 1991 en la ciudad de Ouidah (Benín) la primera Conferencia Internacional de vudú. Este dinamismo del vudú también se está viendo seguido por las religiosidades nacidas del mismo o de la santería, que están viviendo una nueva expansión en las zonas del norte, centro y sur de América.
El
bokor
Un bokor es un sacerdote vudú que practica la magia negra. El bokor usa de los loas Simbi Dlo, que es la serpiente marina, Legba el emisario, o Kalfou, que es el loa del cruce de los caminos y que puede dejar pasar la fortuna o la desgracia.
Un bokor es un sacerdote vudú que practica la magia negra. El bokor usa de los loas Simbi Dlo, que es la serpiente marina, Legba el emisario, o Kalfou, que es el loa del cruce de los caminos y que puede dejar pasar la fortuna o la desgracia.
A Kalfou se le ha asimilado con Satanás, dentro del sincretismo del vudú
y el catolicismo. Es un loa del alcohol y la pólvora, es decir, de la muerte
violenta con las armas. Y finalmente, otro loa que es manejado y asiste al
bokor en sus ceremonias negras es Baron Samedi, o Barón Sábado, que es el
espíritu de la muerte, propio del vudú americano, no tanto del africano. Viste
con sombrero de copa, traje de chaqueta negro, no tiene ojos y tiene tapones de
algodón en los oídos. Su cara es blanca como una calavera. Está en los caminos
esperando el paso de los muertos. Es un loa del sexo violento, sadomasoquista y
cruel, es el espíritu de la prostitución, dios borracho y del rón, al igual que
Kalfou en este aspecto.
Barón Samedi es el dios del tabaco y también representa la vuelta a la
vida, ya que puede negar a un muerto el paso a la ultratumba y volverlo a la
vida, por eso es el loa de los zombis en Haití. Bajo él hay varios dioses que
le sirven en sus trabajos con los muertos. Curiosamente, el dictador de Haití,
Fraçoise Duvalier vestía como el Barón Samedi para mejor controlar y atemorizar
a los ciudadanos.
El bokor también tiene capacidad para crear talismanes (protectores, por lo tanto magia blanca, contra la magia negra), o amuletos (atraen la buena suerte, por lo tanto, magia blanca simplemente).
El bokor también tiene capacidad para crear talismanes (protectores, por lo tanto magia blanca, contra la magia negra), o amuletos (atraen la buena suerte, por lo tanto, magia blanca simplemente).
El vudú y los zombis
El zombi (en inglés zombie) es una figura legendaria, habitualmente ligada al vudú, que se identifica con un muerto viviente, alguien que habiendo muerto, vuelve a la vida por medio de ritos mágicos para someterlo como esclavo. Se considera que el sacerdote vudú de Haití, el bokor, que practica magia negra, puede por medio de un ritual volver a la vida a un muerto reciente.
El antropólogo y etnobotánico Wade Davis, famoso por sus estudios en este aspecto, viajó a Haití para estudiar los zombis y la sustancia que pudiera crearlos. Su conclusión es que inicialmente un principio activo, el llamado “coup de poudre” (es decir, golpe de polvo, que viene de la expresión golpe de rayo, o flechazo de amor), induce a la víctima una muerte aparente. Ésta sería enterrada y dada por muerta. Posteriormente el bokor o algún ayudante suyo la desenterraría para darle un segundo principio activo como contraveneno, pero dejando anuladas algunas capacidades psíquicas del sujeto, siendo incapaz de disponer totalmente de su voluntad, quedando esclavizada por el hechicero bokor.
Se considera en el común popular haitiano que la sal es el principio segundo que haría volver a la vida zombificada, al muerto, de ahí que en Haití a algunas personas fallecidas se les llene su estómago de sal, o bien directamente se les corte la cabeza antes de enterrarlas, y así evitar que un bokor las zombifique.
El zombi (en inglés zombie) es una figura legendaria, habitualmente ligada al vudú, que se identifica con un muerto viviente, alguien que habiendo muerto, vuelve a la vida por medio de ritos mágicos para someterlo como esclavo. Se considera que el sacerdote vudú de Haití, el bokor, que practica magia negra, puede por medio de un ritual volver a la vida a un muerto reciente.
El antropólogo y etnobotánico Wade Davis, famoso por sus estudios en este aspecto, viajó a Haití para estudiar los zombis y la sustancia que pudiera crearlos. Su conclusión es que inicialmente un principio activo, el llamado “coup de poudre” (es decir, golpe de polvo, que viene de la expresión golpe de rayo, o flechazo de amor), induce a la víctima una muerte aparente. Ésta sería enterrada y dada por muerta. Posteriormente el bokor o algún ayudante suyo la desenterraría para darle un segundo principio activo como contraveneno, pero dejando anuladas algunas capacidades psíquicas del sujeto, siendo incapaz de disponer totalmente de su voluntad, quedando esclavizada por el hechicero bokor.
Se considera en el común popular haitiano que la sal es el principio segundo que haría volver a la vida zombificada, al muerto, de ahí que en Haití a algunas personas fallecidas se les llene su estómago de sal, o bien directamente se les corte la cabeza antes de enterrarlas, y así evitar que un bokor las zombifique.
El vudú y los muñecos vudú
Los muñecos vudú y la magia simpática con la que se pretende hacer daño a la persona que representan no tienen su origen en el vudú ni en la santería.
Lo que sí es propio del vudú africano son los “pwen”, que son objetos elaborados con distintos elementos, a veces con forma humana, de forma sencilla o más elaborada, como obras de arte, que sirven para atraer espíritus y tienen un efecto mágico y protector, y se pueden tener en lugares propios o en altares.
A veces en Haití se colocan figuritas de forma humana cerca de cementerios manteniendo así la unidad entre lo terreno y el mundo de los muertos.
Los muñecos vudú y la magia simpática con la que se pretende hacer daño a la persona que representan no tienen su origen en el vudú ni en la santería.
Lo que sí es propio del vudú africano son los “pwen”, que son objetos elaborados con distintos elementos, a veces con forma humana, de forma sencilla o más elaborada, como obras de arte, que sirven para atraer espíritus y tienen un efecto mágico y protector, y se pueden tener en lugares propios o en altares.
A veces en Haití se colocan figuritas de forma humana cerca de cementerios manteniendo así la unidad entre lo terreno y el mundo de los muertos.
Vudú
y satanismo
El vudú ha sido asociado dentro de la cultura popular occidental con el satanismo, los zombis o muertos vivientes, y las muñecas vudú. Como acabamos de ver, todo esto es falso en gran medida, y simplemente es fruto de una serie de circunstancias llevadas a la mente del público occidental en algunos comics, novelas y películas populares de las últimas décadas.
Los sacerdotes del vudú afirman que la mayoría o casi totalidad de los que se dicen sacerdotes vudú no lo son, sino que son embaucadores y charlatanes con conocimientos superficiales de la religión y que la usan en su provecho, cobrando sumas muy altas de dinero, cosa que nunca haría un verdadero sacerdote houngan o mambo, ni incluso un bokor, que siempre respeta a la persona que se acerca a él y no usa de sus poderes para aprovecharse de ella.
El vudú no es satanismo, no es magia negra, no es una religión de adoradores al Diablo. Satanás no tiene un significado propio dentro de esta religión. En las mezclas del vudú original, como en la santería, han entrado manifestaciones satánicas, sobre todo en las mezclas más ligadas con la magia y la hechicería, como el hoodoo.
El vudú ha sido asociado dentro de la cultura popular occidental con el satanismo, los zombis o muertos vivientes, y las muñecas vudú. Como acabamos de ver, todo esto es falso en gran medida, y simplemente es fruto de una serie de circunstancias llevadas a la mente del público occidental en algunos comics, novelas y películas populares de las últimas décadas.
Los sacerdotes del vudú afirman que la mayoría o casi totalidad de los que se dicen sacerdotes vudú no lo son, sino que son embaucadores y charlatanes con conocimientos superficiales de la religión y que la usan en su provecho, cobrando sumas muy altas de dinero, cosa que nunca haría un verdadero sacerdote houngan o mambo, ni incluso un bokor, que siempre respeta a la persona que se acerca a él y no usa de sus poderes para aprovecharse de ella.
El vudú no es satanismo, no es magia negra, no es una religión de adoradores al Diablo. Satanás no tiene un significado propio dentro de esta religión. En las mezclas del vudú original, como en la santería, han entrado manifestaciones satánicas, sobre todo en las mezclas más ligadas con la magia y la hechicería, como el hoodoo.
Es
incorrecto por lo tanto denigrar al vudú y a sus sacerdotes afirmando que son
practicantes de la magia negra. Un bokor es un houngan o una mambo que practica
la magia con ambas manos, es decir, hace magia blanca y magia negra.
Fuente: http://es.catholic.net
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