Mensaje de una joven turista
argentina que visitó Colombia:
Mis queridos amigos,
Bogotá, 18 de Enero
Me di cuenta que no me gustan los
mails de despedidas pero jamás podría irme sin hacerlo. Y como me gusta que la
gente lea, acá les mando este mail.
Me voy de Colombia con una imagen 100% diferente de la que
traía en la cabeza. Qué país más maravilloso! Qué personas tan fantásticas! Qué
rumba tan divertida!
Me voy de Colombia, amando Colombia. Queriendo volver a
encontrarme con Uds. en el lugar del mundo que sea.
Y les dejo mi impresión de lo que para mí, y sólo para mí,
es Colombia.
– Colombia es la gente amable con un
saludo de buen día interminable:
¿Cómo has estado?¿Cómo te ha
ido?¿Qui hubo Qué más?.
Me sigo preguntando si será que uno
tiene que responder a cada pregunta o con un simple “bien” es suficiente.
– Colombia es el español mejor
hablado de Latinoamérica y sino cómo se explica que haya palabras tan lindas de
pronunciar como:
la vaina, el chicharrón, berraca,
bacano.
– Colombia es
educación. Colombia es por favor y muchas gracias. A la orden. Con todo gusto.
Sí señora, pero yo no soy señora porque no soy vieja (de edad, no como acá se
le dice a cualquier mujer) ni tampoco estoy casada.
– Colombia es la
cultura del perdón y del sufrimiento. Qué pena contigo! Por qué tendrán pena
conmigo? Les daré pena? Pena es grave. Pero ya me acostumbré que es una forma
polite de decir las cosas.
–
Colombia es música, salsa, rumba por siempre y en cada lugar. No importa la
hora, ni el motivo, ni cuántas personas hay, ni si está oscuro o hay mucha luz,
siempre se baila y se canta. Sin motivo aparente, siempre hay una buena razón
para mover las caderas. O bailás (te adaptás e integrás) o estás fuera del
sistema.
–
Colombia es el país del taxi con radio Candela/Tropicana. Por eso yo siento que
vivo en pleno Caribe.
– Colombia es make up y production.
Pelo perfecto. Uñas impecables. Maquillaje inamovible. Me pregunto si será que
las mujeres colombianas duermen en algún momento o cómo hacen para llegar al
trabajo (cada día) como si fueran arregladas a un casamiento.
– Colombia es la gente. Buena gente.
Gente maravillosa. Con una sonrisa perpetua en la cara. Gente dispuesta a
ayudarte. Se le tiene. Todo se le tiene o se le inventa.
– Colombia es el reino del “hágale”. Con voluntad y con
mucha fe, todo se puede. Sólo hay que pedirlo con un por favor, una sonrisa y
lo imposible será realizado. El riesgo: qué es esa palabra? Hágale mija.
– Colombia es el país del diminutivo. Me pregunto si el
decir aguardientico” hace menos nocivo el efecto quemador en garganta del
producto alcohólico previamente mencionado . ¿Será que el diminutivo es un
mecanismo de defensa que habilita el consumo del “aguardientico” (que se
traduce en miles y miles de vasitos chiquiticos que se toman, pero son
chiquiticos, ojo!).
– Colombia es el país de las harinas
y los carbohidratos y Dios te ayude con los kilos.. Papa, yuca, arroz cual
cultura japonesa, pandebono, palito de queso (vuelta al diminutivo).
– Colombia es el mundo del banano,
banana, plátano, plátano maduro, plátano verde, platanito y todas las
derivaciones imaginables para hablar, desde mi punto de vista, de una misma
fruta.
– Colombia es realismo
mágico. Decían que era un género de literatura, pero para mí es el país en sí
mismo.
Colombia es el país
que me volvió a enseñar a decir por favor, gracias, con gusto. Es el país que
me enseñó a volver a valorar las cosas simples de cada día.
Fuente: http://libretadeapuntes.com
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