domingo, 13 de septiembre de 2015

SÍNTOMAS DE UNA DEPRESIÓN EN LOS ADOLESCENTES.

Debemos saber identificar las señales que indican que hay una depresión, para actuar lo antes posible y evitar que el desánimo y el malestar que el adolescente está atravesando, se extienda a otros problemas.
La adolescencia es una etapa clave en la vida de toda persona, en la cual se define la personalidad y se viven diferentes experiencias emocionales y físicas que dan paso a la madurez.
A pesar de que es inevitable pasar momentos difíciles durante este momento de la vida, existen algunas conductas atípicas que pueden desencadenar en problemas psicológicos  graves como la depresión.
Según cifras oficiales de la Organización Mundial de la Salud, más de 350 millones de personas padecen depresión, siendo una de las enfermedades que más afectan a los jóvenes entre 10 y 19 años de edad.
Lo que más viene preocupando a los expertos en el tema, es que se ha convertido en uno de los motivos principales de discapacidad entre los adolescentes de ambos sexos y la tercera mayor causa de suicidios.

Por esto, la National Association of School Psychologists de Estados Unidos y la prestigiosa Clínica Mayo, han revelado los síntomas más comunes de este trastorno en la población adolescente y advierten que es muy importante detectarlos a tiempo para evitar sus consecuencias. Ellos son:

Desórdenes en el sueño
Que un joven no duerma bien o pase demasiado tiempo durmiendo todos los días es un indicio de que algo está pasando. Los cambios en los hábitos para 
descansar son una evidencia física de depresión que también se puede notar con dificultades en el resto del día.
Cambios en la alimentación
Todos los extremos alimenticios tienen graves consecuencias negativas que, por lo general, van de la mano con la depresión. Comer muy poco o demasiado es una señal obvia de problemas emocionales o psicológicos que, de hecho, 
pueden conducir a enfermedades graves como la anorexia o la bulimia.
Pérdida de interés en sus aficiones
Es común que en determinadas edades las formas de pasar el tiempo y divertirse cambien. Lo raro es que de un momento a otro el adolescente pierda el entusiasmo por todo lo que realizaba antes, deje de hacer lo que le gusta y prefiera estar solo.
Irritabilidad o tristeza espontánea
Hay situaciones en la vida de los adolescentes que les puede provocar sentimientos como la ira y el llanto. Es normal que ocurra de forma momentánea y ante algo que no le cayó para nada bien. Lo que no es corriente es que esas dos emociones se conviertan en el pan de cada día y empeoren a pesar de que otros intenten subir el ánimo.

Comentarios contra sí mismo
En varios momentos de la vida y por diversas razones los adolescentes pueden atentar contra su autoestima o tenerla en niveles muy bajos. El problema surge cuando eso no se controla, los comentarios negativos aumentan y se vuelve algo crónico y destructivo.
Esta señal de depresión requiere de atención inmediata, ya que puede desencadenar problemas mayores, tanto en lo físico como en lo emocional.
Pérdida de las relaciones sociales
Este síntoma es bastante evidente entre los adolescentes deprimidos. Por lo general, evita compartir con amigos, se aleja de ellos y prefiere estar solo la mayor parte del tiempo.
Problemas para concentrarse
Por las mismas dificultades para dormir bien y el estrés que acompañan a la depresión, los jóvenes con esta condición suelen tener graves problemas para concentrarse, tomar decisiones, recordar cosas, entre otros. A su vez, todo esto se ve reflejado en el rendimiento escolar.

Comportamientos violentos
Cuando se empieza a involucrar en acciones violentas, “bullying” o matoneo escolar, o cualquier otra actividad violenta, podría estar teniendo una depresión que intenta ocultar a través de dichas conductas. En esto también se incluye los comportamientos sexuales de riesgo y el aumento en el consumo de alcohol y drogas.
Pensamientos suicidas
Esto, sin duda, es la prueba contundente de que algo muy grave está pasando en el ámbito psicológico del adolescente. La mayoría de estos pensamientos se centran en el deseo de morir o la falta de una razón para querer vivir, lo cual se evidencia en frases como “Me quiero morir” o “Mi vida no tiene sentido”, entre otras. En casos más graves y no controlados puede acabar en intentos de suicidio o autolesiones físicas como golpes o cortes.
Huidas del hogar
Son comunes cuando el joven tiene problemas dentro de su núcleo familiar, no se siente aceptado o está pasando por un mal momento con alguno de sus familiares. Se le debe prestar mucha atención ya que, al decidirlo, algunos toman malos caminos y pueden recibir consejos de personas malintencionadas.
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