domingo, 15 de noviembre de 2015

LA MANIPULACIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA

MANIPULACIÓN DE OPINIÓN PÚBLICA A TRAVÉS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
Por NOAM CHOMSKY.
Lingüista destacado, filósofo singular y activista político cuando menos controversial, Avram Noam Chomsky nace en Filadelfia, Estados Unidos un 7 de diciembre del año 1928. Su nombre es asociado a la creación de la gramática generativa transformacional y por supuesto con la famosa jerarquía de Chomsky, que trata sobre las propiedades matemáticas de los lenguajes formales.
Además de su galardonado trabajo académico, tanto como profesor como investigador en lingüística, Chomsky llegó a ser famoso por su defensa de la posición política de izquierda – describiéndose a sí mismo como un socialista libertario -, así como por su corrosiva postura crítica ante la política norte americana y por el uso de los medios de comunicación para manipular a la opinión pública.
En una de sus frases célebres, Chomsky afirma que “la propaganda representa para la democracia aquello que la macana (o la represión de la policía política) representa para el estado totalitario“.
En su libro Los guardianes de la libertad, co-escrito con Edward S. Herman, Chomsky discute este tema a profundidad presentando su propio modelo de propaganda de los medios de comunicación, documentado con numerosos casos de estudios, extremadamente detallados.

Un sesgo social se puede definir como la inclinación o tendencia de una persona o de un grupo de personas a inferir juicios y políticas parciales y, por lo tanto, injustas para una sociedad vista como un sistema social integral.

El abordaje de Chomsky explica este sesgo sistémico de los medios de comunicación, centrado en las causas económicas y estructurales, y no como el resultado de una conspiración creada por algunas personas o grupos de personas en contra de la sociedad.
El modelo denuncia la existencia de cinco filtros, generados por este sesgo sistémico, a los que son sometidas todas las noticias que se presentan antes de su publicación. 
Filtros, que combinados distorsionan y falsifican las historias para servir a su propósito esencial.

Filtro 1 – PROPIEDAD: La mayoría de los principales medios de comunicación masivos pertenece a grandes empresas.
Filtro 2 – FINANCIACIÓN: Los principales medios de comunicación reciben la mayor parte de sus ingresos, no de sus lectores, si no de la publicidad (que, por supuesto, es pagada por las grandes empresas).
Como los medios de comunicación son, en realidad, empresas con ánimo de lucro, el modelo de Herman y Chomsky afirma que uno debe esperar sólo la publicación de noticias que reflejan los deseos, expectativas y valores de las empresas que los financian.
Filtro 3 – FUENTE: Las informaciones principales son generadas por las grandes empresas e instituciones. Por consiguiente, los medios de comunicación dependen en gran medida de estas entidades como una fuente de información para la mayoría de sus noticias. Esto también crea un sesgo sistémico contra la sociedad.
Filtro 4 – PRESIÓN: La crítica realizada por varios grupos de presión que enfrentan a los medios de comunicación, actúa como una especie de chantaje encubierto, por lo que los principales medios de comunicación masivos jamás salen de su línea editorial que va de acuerdo a sus intereses, a menudo en oposición a los intereses de toda la sociedad.
Filtro 5 – LA NORMA: Las normas del periodismo calcadas de conceptos comunes comulgados por sus pares, a menudo establecen como prioridad la atención al prestigio de la carrera profesional (en proporción al salario).
Mismo prestigio que se obtiene al servir determinadas noticias, siempre en detrimento del efecto perjudicial a la sociedad derivado de la manipulación de los hechos (por ejemplo el sensacionalismo) con el fin de satisfacer el mercado (y también para proporcionar prestigio profesional tanto al canal de noticias como al profesional).

El análisis de Chomsky describe a los medios de comunicación como un sistema de propaganda descentralizada y no conspirativa, pero extremadamente potente.
Tal sistema es capaz de crear un consenso entre la élite de la sociedad sobre asuntos de interés público mediante la estructuración de ese debate sobre una apariencia de consenso democrático que se adapta a los intereses de esa misma élite. Esto siempre se produce a expensas de la sociedad como un todo.
Para los autores tal sistema de propaganda no es conspirativo porque las personas que forman parte de él no se reúnen explícitamente con el objetivo de socavar a la sociedad, pero sin embargo y por desgracia, eso es lo que terminan haciendo.
Chomsky y Herman probaron su modelo empíricamente tomando pares de eventos que son objetivamente muy similares entre sí, a excepción de que uno se alinea los intereses de la élite económica dominante, materializando los intereses de las grandes empresas, mientras que el otro no lo hace.
Ellos citan algunos de estos ejemplos para demostrar que en los casos en que un “enemigo oficial” de la élite realiza “algo” (como el asesinato de un líder, por ejemplo), la prensa investiga extensamente y dedica mucho tiempo para cubrir este asunto.
Pero cuando el gobierno de élite o el gobierno de un país aliado hacen lo mismo (el asesinato de un líder o algo peor) la prensa minimiza y distorsiona la cobertura de la historia.
E irónicamente, esta práctica está muy bien aplicada a la mayor parte de los escritos políticos de Chomsky, que han sido ignorados o distorsionados por los titulares de los medios de comunicación del mundo.
Chomsky también apunta en sus estudios algunas de las estrategias utilizadas por los dueños del poder para llevar a cabo una verdadera “manipulación mental” a través de los medios de comunicación. Podrás leerlas aquí, en pocos días.
Fuente: marcianosmx.com/ 

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