martes, 10 de septiembre de 2019

EL MUNDO SIN ABEJAS. ¿Sería posible?


La abeja, es de vital importancia para el mantenimiento del ecosistema, pero, peligra su existencia. La desaparición de las abejas en todo el mundo, es ahora un problema ecológico y económico.
Cerca de un 84% de los cultivos comerciales depende de la polinización de las abejas. Su papel como polinizadoras es clave en la naturaleza y en la economía.
Insecticidas, productos químicos nocivos, hongos, parásitos, contaminación del aire o cambio climático son algunos de los factores que están acelerando este proceso.

Aunque es un hecho que viene ocurriendo desde hace medio siglo, fue en 2011 cuando, gracias a un amplio estudio del programa de Naciones Unidas para el medio ambiente, se destacó el hecho de que la población de abejas de la miel estaba sufriendo un descenso dramático en los últimos años. En Europa, los países más afectados son Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Holanda, España y Reino Unido, la pérdida de colonias de abejas les ha dejado desde 2004 con la menor capacidad polinizadora de los últimos 50 años.

Recordemos que de las cien especies de cultivos que producen la comida mundial, más del 70% se polinizan gracias a las abejas, y en Europa, cerca de un 84% de los cultivos vegetales comerciales y un 80% de las plantas en estado salvaje dependen de esta polinización, según la Comisión Europea.


LOS ENEMIGOS DE LAS ABEJAS

El uso extendido de los insecticidas ha afectado de forma negativa a las colonias de abejas y abejorros. Estos pesticidas, introducidos a principios de los años noventa del siglo pasado, se han generalizado para el control de plagas en los cultivos de todo el mundo.
Productos químicos: La Comisión para el Control de la Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (EFSA) confirmó que la causa de la muerte en masa de las abejas en Europa es concretamente el uso de un tipo particular de fertilizantes, llamados 
neonicotinoides. La mezcla de sustancias interfiere en los circuitos de aprendizaje (revista Nature communications) del cerebro de los insectos. Los vuelve más lentos a la hora de aprender o se olvidan por completo de asociaciones básicas para su supervivencia, como relacionar el aroma floral y la comida. Las abejas, mueren porque no son capaces de alimentarse.
El Nosema ceranae, es un microsporidia (parásito unicelular), originario de Apis cerana pero que a partir del 2004 se detectó en España que afecta a las abejas melíferas, Apis mellifera. Es causante de la enfermedad denominada Nosemosis que ataca las abejas adultas. 
El ácaro parásito varroa. Es un parásito externo de la abeja que se alimenta de su sangre. La cría de abeja morirá o nacerá con malformaciones que le impedirán atender las tareas de la colonia.
La contaminación del aire, reduce la potencia de los mensajes químicos que emiten las flores, a las abejas y otros insectos, que les cuesta más localizarlas.
El Cambio climático: podría agravar la situación de varias formas, como la alteración en el tiempo de floración de las plantas o la cantidad y época de lluvias, que afectaría a la cantidad y calidad del néctar.
Especies invasoras: las abejas de otras regiones, como la africana o la asiática, se han introducido en Estados Unidos y Europa, respectivamente y dañan a las especies autóctonas.
Campos electromagnéticos: las emisiones de antenas eléctricas, repetidoras de honda, y antenas de celulares, podrían confundir a las abejas.

La Unión Alemana de Apicultores estima en 22.000 millones de euros anuales las ganancias que posibilitan estos y otros insectos polinizadores.
¿Soluciones?
Bruselas ya ha actuado con el veto a los 3 pesticidas. Habrá que esperar a conocer nuevos datos tras su aplicación práctica.
En cuanto a la eliminación del ácaro, en EEUU han inventado un sistema eléctrico denominado Mitezapper, o atrapa-ácaros, un cuadro eléctrico que irradia calor y es eficaz en un 85%.
La Universidad de Pensilvania lo combate con ácido fórmico, y otros apicultores han constatado mediante azúcar en polvo.
La Universidad del Mar del Plata (Argentina), ha ensayado con aceite esencial de pomelo, con resultados positivos.
En nuestro día a día también podemos combatir contra esta problemática actuando en la lucha contra el cambio climático y la contaminación, pero aun así, se nos plantean dudas como:
¿Estamos a tiempo de remediar, o deberíamos trabajar también en la prevención de este fenómeno?
¿Están desapareciendo otros animales que a priori no nos parecen fundamentales pero sin su actividad no concebiríamos la vida?

Según palabras de A. Einstein, la vida sin estos insectos sería un desastre global: 
“Al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”.
Así de inquietante resulta que, poco a poco las abejas vayan desapareciendo de muchos lugares del planeta.
Varias fuentes en la WEB

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