Esta imagen de ISON fue capturada el 15 de noviembre por Damian
Peach, aficionado a la astronomía, con un telescopio de 20 cm.
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Si tenemos suerte, en sólo unos pocos días podremos
disfrutar de una de las visiones más espectaculares del cielo nocturno en toda
una generación.
Los astrónomos esperan que el 3 de diciembre el cometa Ison aparezca en el horizonte hacia el
este.
Si eso ocurre, durante todo el mes
de diciembre millones de personas alrededor del hemisferio norte podrán ver
cómo se extiende su cola, que tiene varios millones de kilómetros de longitud,
a través del cielo justo antes del amanecer.
Ison viene desde la nube de Oort, un
cinturón de cometas en el borde del Sistema Solar, dónde ha estado en los
últimos 4.600 mil millones de años.
¿Por qué es especial?
Porque es uno de los rasantes del
Sol Kreutz, un grupo de cometas cuyas órbitas se acercan mucho al Sol,
bautizados en honor al astrónomo Heinrich Kreutz.
Muchos cometas atraviesan el Sistema
Solar cada década, pero muy pocos atraviesan la corona solar, la capa más
externa de nuestra estrella. Ison hará precisamente
eso el 28 de noviembre, cuando más acerque al astro.
No se sabe con exactitud cómo
reaccionará ante el intenso calor y la fuerza gravitacional del Sol.
Tres
escenarios para Ison
El destino que le espera puede tomar
tres caminos diferentes, de acuerdo a Matthew Knight, del Observatorio Lowell
de Arizona, Estados Unidos, quien ha venido observando al cometa durante el
último año:
Desintegración: podría acabar como el cometa Lovejoy,
que rodeó al sol en 2011. La gravedad del astro atrajo un lado del núcleo del
cometa más que otro, y lo dividió. Cuando Lovejor emergió de la corona solar,
explotó. ¿Podría ocurrirle a Ison? Depende de su tamaño. Un núcleo de menos de
2 km corre un riesgo enorme. Los astrónomos estiman que el de Ison es de casi
exactamente 2 km, así que está justo en el límite.
Esta foto fue tomada el 19 de noviembre desde el centro Marshall en Nuevo México. |
Pérdida de la cola, brillo y masa: podría comportarse como el cometa Encke,
también conocido como Matusalén por su avanzada edad cometaria (105 años), que
ha orbitado alrededor del Sol unas 70 veces desde que fuera observado por
primera vez en el siglo XVIII. Este cometa ya no tiene cola, y ha perdido
rápidamente su masa y se está apagando. Los científicos creen que para
2050-2060 dejará de ser cometa para convertirse en un simple asteroide. Aunque
Ison se acercará al Sol sólo una vez, Knight cree que podría sufrir el mismo
destino.
Supervivencia: hay un tercer escenario posible –el que mucha gente espera–
y es que ocurra lo que mismo que con el cometa Ikeya Seki en 1965. Cuando éste atravesó la corona solar, el calor incendió los
gases en su núcleo profundo y unos días después emergió de la capa externa del
Sol con una inmensa cola detrás. Millones de personas
observaron maravilladas el gran espectáculo.
Los secretos de un cometa:
Si Ison desplegara algo semejante al
Ikeya Seki, además de la fascinante visión ofrecería a los científicos la
oportunidad de responder algunas de las grandes preguntas sobre el origen del
universo, ya que los telescopios y la tecnología para capturar imágenes han
avanzado muchísimo desde 1965.
La espectrometría podría permitir a
los astroquímicos analizar la composición química de los hielos de Ison y a
partir de esa información se podría intentar comprender cómo se formó el
Sistema Solar hace 4.600 millones de años.
También se podría estudiar su huella
química de agua y aportar datos cruciales al debate sobre si los cometas
trajeron el agua a la Tierra o si el vital líquido se creó bajo la superficie
de nuestro planeta.
Incluso hay una posibilidad de que
los científicos puedan observar a los precursores químicos de los aminoácidos,
las moléculas que conforman los "ladrillos" con los que se construye
la vida.
Los experimentos en los laboratorios
Ames de la Nasa, en el norte de California, han demostrado que estos
aminoácidos pueden crearse en un ambiente tan hostil como el núcleo de un
cometa.
¿Podrían ser estos cuerpos celestes
los que transportan estos "ladrillos" de vida a través del
cosmos"?
La ciencia, y los aficionados a las
maravillas del cielo nocturno, esperan con gran expectativa el paso de Ison
para comprobar si de verdad será el cometa del siglo.
Fuente:
BBC mundo
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