Hitler fue ídolo de pacifistas
Nadie va a negar aquí el prestigio de la revista estadounidense “Time”, pero seguro que su propietario y fundador, Henry Luce, sentía deseos de que le tragase la tierra cada vez que alguien le recordaba que su publicación había elegido como Hombre del Año de 1938 a ¡Adolf Hitler! Aunque en su descargo se podría argumentar que en aquel entonces todavía abundaban los ingenuos que creían en las buenas intenciones del dictador alemán.
Nadie va a negar aquí el prestigio de la revista estadounidense “Time”, pero seguro que su propietario y fundador, Henry Luce, sentía deseos de que le tragase la tierra cada vez que alguien le recordaba que su publicación había elegido como Hombre del Año de 1938 a ¡Adolf Hitler! Aunque en su descargo se podría argumentar que en aquel entonces todavía abundaban los ingenuos que creían en las buenas intenciones del dictador alemán.
Sin ir más lejos, el propio primer ministro
británico, Neville Chamberlain, proclamó en 1938, tras regresar de su viaje a
Berlín para firmar el llamado Pacto de Munich:
“Si hubiera más hombres cómo Hitler, la paz
estaría garantizada en Europa”.
Y un año después, los nazis invadieron
Polonia.
Menelik II
Poco después de que fuera probada con éxito
en 1887 la primera silla eléctrica de la historia, los fabricantes recibieron
un pedido de tres unidades del negus de Abisinia (Etiopía) Menelik II
(1844-1913).
Cumplido el encargo, el emperador abisinio,
comprometido con un programa de modernización de su país, no pudo llegar a
estrenarlas por la sencilla razón de que Abisinia no contaba por
entonces con energía eléctrica. El emperador, una vez superado el enfado con sus asesores, utilizó
aquellas sillas como tronos imperiales.
En otra ocasión, se cuenta que Menelik
dudaba de la posible solidez de un futuro puente cuya maqueta le presentaban
para su aprobación. El monarca, decidido a probar, se acercó a la maqueta y la
golpeó con el puño, causando el natural estropicio en el modelo, lo que, a sus
ojos, demostraba la falta de solidez del futuro puente. Sus consejeros, ya
escarmentados, prepararon un segundo modelo, esta vez con sólida madera;
Menelik inmediatamente intentó aplastarlo, y como no pudo, aprobó el proyecto.»
Muhamed Alí
Todo un prodigio de la diplomacia. Durante
una recepción celebrada en Londres en 1899,
este Shah de Persia, le comentó al Príncipe de Gales, refiriéndose a la
fealdad de las cortesanas. "Si estas son sus esposas, más le valdría
cortarles la cabeza a todas".
Stanley Kubrick
Creía
firmemente en la existencia de extraterrestres. Por eso, cuando inició el
rodaje de 2001, una odisea del espacio (1968) quiso suscribir un seguro con la
Lloyd’s de Londres, temiendo que en ese período se pudiera producir un contacto
con seres de otros mundos que echara por tierra las tesis de su carísima
película y le arruinase. Pero lo gracioso del caso es que la Lloyd’s no firmó el trato alegando
“altas posibilidades de riesgo”.
Rutherford Richard Hayes
Uno de los directivos de la compañía de
telégrafos Western Union, que en 1876, cuando Alexander Graham Bell quiso
venderle la patente de su nuevo invento, el teléfono, le respondió con una
carta que decía:
“Su invento parece interesante, señor Bell,
pero sinceramente no acabo de verle su posible utilidad práctica.”
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