miércoles, 17 de junio de 2015

LA IMPORTANCIA DEL PERDÓN

El perdón es uno de los valores más difíciles de llevar a la realidad. Es una decisión personal que requiere valor y mucho esfuerzo, pues va en contra de los sentimientos de enojo y venganza que experimentamos cuando alguien nos lastima. Si otra persona nos humilla o golpea, nuestra primera reacción es responder de la misma manera, y cuando no podemos hacerlo, nos sentimos frustrados y molestos, llenos de sentimientos negativos hacia el otro.
Lo último que queremos en tales circunstancias es perdonar.


Pero precisamente porque es uno de valores más difíciles de practicar, el perdón es tan importante. Gracias a él, los seres humanos hemos podido vivir juntos a pesar de nuestras diferencias y hemos logrado superar el odio que enfrenta a las personas. También es gracias al perdón que, en ciertos momentos de nuestra vida, podemos seguir adelante, dejar atrás el pasado y recuperar la alegría de vivir. A nivel personal, el perdón puede hacernos sentir liberados: nos quita de encima la pesada carga del resentimiento que, muchas veces, nos impide ser felices. Esto no significa, por supuesto, que dejemos de exigir justicia.

El perdón es la base de toda sanidad en la mente, conciencia y corazón.
El perdón es la clave de la liberación espiritual.
El perdón es una barrera que debemos cruzar para ser totalmente libres en nuestro interior.
Sin perdón hay dolor, hay rencor, hay resentimiento y amargura

-Perdonarse a uno mismo.
Hay situaciones que producen desilusión de nosotros mismos.
Hay actitudes y hechos cometidos por nosotros que nos humillan, nos denigran y avergüenzan. Las fallas de esta clase requieren de un auto-perdón.
Sé libre hoy de tus propias fallas. ¡Perdónate! Nadie es perfecto, la misma esencia defectuosa, propensa a fallar, existe en todos los seres humanos.
Perdonarte a tí mismo es aceptar con humildad tu condición real de ser humano. Reconoce que no eres perfecto y comienza a mejorar.
Perdonarte a tí mismo es un acto de humildad.
- Perdonar a otros
 Las heridas duelen y a veces mucho. Pero alguien dijo: “La mejor venganza es el perdón” porque la falta de perdón te auto-esclaviza.
Te lastimas a tí mismo cuando no perdonas, mientras que el ofensor no se percata de tus sentimientos. Tu falta de perdón hacia otros te mantiene preso y atado a esa persona. ¡Sé libre perdonando!

¿Te fallaron?... Bienvenido al planeta tierra.


Este es un mundo con injusticias, con seres humanos que tienen libre albedrío.
Serán libres y felices quienes cruzan la barrera del perdón.
Quienes saben perdonar y olvidar, poseen una virtud suprema.
Solo los valientes perdonan. Solo los sabios saben perdonar al prójimo. Solo quién tiene verdadero amor.
Tú eliges entre permanecer preso o hallar la libertad.
Cualquier mediocre puede ser violento, matar, abusar o lastimar, pero no cualquiera posee el supremo valor de perdonar.
Esto solo es un rasgo de los seres sabios e inteligentes.
Perdona hoy lo que te hicieron, tú no tienes la culpa.
Confiesa el perdón con tus labios, ¡¡Hazlo Y serás libre por siempre!!.

El perdón a Dios?
Nosotros percibimos por nuestro orgullo e ignorancia que Dios nos ha fallado en algunas ocasiones. Pensamos que ciertas tragedias e injusticias son una falla de Dios. Pero no es así.
Es que nuestra mente y percepción espiritual son demasiado estrechas como para comprender la magnitud de algunas cosas.
Está claro que en el mundo, el desastre, lo producen los seres humanos.
Quizás sentiste, Que Dios se olvidó de tí, o que llegó tarde.
No seamos necios y no echemos culpas a Dios. Cambia tu actitud si estás enojado con Dios.

El Perdón De Dios
Además de fallarnos entre nosotros mismos, también le fallamos a Dios.
Dios te perdona.

Cuando entendamos el gran beneficio del perdón, tendremos una gran felicidad y tranquilidad interior. Y: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”
Varias fuentes en la internet. 

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