Afamado pintor e inventor de su época y por
muchos considerada la mente más brillante que ha existido, nació el 15 de abril
de 1452, en Anchiano (Italia), una aldea cerca de la ciudad de Vinci en el
valle del Arno.
Una de sus Obras más conocidas Es “La
Última Cena” donde el pintor plasmó según su imaginación el momento en que
Jesús en el cenáculo revela a sus apóstoles que uno de ellos lo traicionaría.
Cuentan que Leonardo tardó más de veinte
años en terminar tan afamada pintura, pues era muy exigente en escoger a los
modelos que representarían ese acto solemne.
Al primero que quiso plasmar en su pintura
fue a Jesús, pero, tardó un tiempo en encontrar a la persona que reflejara en
su rostro la Virtud, la Pureza, la Bondad y los más bellos sentimientos.
Así mismo debía poseer una extraordinaria
belleza varonil. Buscando afanosamente encontró a un joven con esas
características, quien gustoso aceptó ser el modelo de tan prestigiado pintor.
Y así, fue localizando en los años
siguientes a los 11 modelos que representarían a los apóstoles, y al final solo
dejó pendiente a Judas Iscariote, pues no se había encontrado con el modelo que
él creía adecuado.
Leonardo tenía en mente que debía ser una
persona de edad madura, mostrar en el rostro las huellas de la traición y la
avaricia. Por lo que el cuadro quedo inconcluso por largo tiempo, pues no
encontraba un rostro que reflejara tanta maldad.
Y escuchó hablar de un hombre que
recientemente había sido apresado, pues había cometido horrendos crimines, el
cual se decía tenía la edad, que Leonardo había imaginado para Judas Iscariote.
El pintor pidió permiso a las autoridades
de la ciudad y fue a visitar a ese hombre que se decía era el engendro del mal.
Leonardo quedó impresionado y sin dudando
un instante hizo los trámites necesarios para que a ese reo se le permitiera
presentarse por las tardes en su estudio.
Por mucho tiempo el reo custodiado por
varios guardias fue llevado ante Leonardo como había sido establecido, mas no
le estaba permitido hablar con el pintor,… hasta que la obra fue terminada.
El pintor feliz por ver al fin concluida su
obra pidió a los guardias que le permitieran al reo contemplar la pintura a la
cual había servido de modelo.
Y al verla, el reo cayó de rodillas
llorando desconsoladamente.
Leonardo sorprendido le preguntó: ¿Por qué
lloras? Y el reo le dice:
"Maestro Da Vinci, ¿Es que acaso no me
recuerda? "
Da Vinci observándolo fijamente le
contesta:
"No, Yo nunca antes te había
visto".
Sollozando y pidiendo perdón a Dios, el reo
le dijo:
"Maestro, yo soy aquel joven que hace 19
años, usted escogió para representar a Jesús en este mismo cuadro"
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