martes, 29 de noviembre de 2011

LEONARDO DA VINCI

Afamado pintor e inventor de su época y por muchos considerada la mente más brillante que ha existido, nació el 15 de abril de 1452, en Anchiano (Italia), una aldea cerca de la ciudad de Vinci en el valle del Arno.

Una de sus Obras más conocidas Es “La Última Cena” donde el pintor plasmó según su imaginación el momento en que Jesús en el cenáculo revela a sus apóstoles que uno de ellos lo traicionaría.
Cuentan que Leonardo tardó más de veinte años en terminar tan afamada pintura, pues era muy exigente en escoger a los modelos que representarían ese acto solemne.
Al primero que quiso plasmar en su pintura fue a Jesús, pero, tardó un tiempo en encontrar a la persona que reflejara en su rostro la Virtud, la Pureza, la Bondad y los más bellos sentimientos.
Así mismo debía poseer una extraordinaria belleza varonil. Buscando afanosamente encontró a un joven con esas características, quien gustoso aceptó ser el modelo de tan prestigiado pintor.
Y así, fue localizando en los años siguientes a los 11 modelos que representarían a los apóstoles, y al final solo dejó pendiente a Judas Iscariote, pues no se había encontrado con el modelo que él creía adecuado.

Leonardo tenía en mente que debía ser una persona de edad madura, mostrar en el rostro las huellas de la traición y la avaricia. Por lo que el cuadro quedo inconcluso por largo tiempo, pues no encontraba un rostro que reflejara tanta maldad.
Y escuchó hablar de un hombre que recientemente había sido apresado, pues había cometido horrendos crimines, el cual se decía tenía la edad, que Leonardo había imaginado para Judas Iscariote.
El pintor pidió permiso a las autoridades de la ciudad y fue a visitar a ese hombre que se decía era el engendro del mal.

Leonardo quedó impresionado y sin dudando un instante hizo los trámites necesarios para que a ese reo se le permitiera presentarse por las tardes en su estudio.
Por mucho tiempo el reo custodiado por varios guardias fue llevado ante Leonardo como había sido establecido, mas no le estaba permitido hablar con el pintor,… hasta que la obra fue terminada.


El pintor feliz por ver al fin concluida su obra pidió a los guardias que le permitieran al reo contemplar la pintura a la cual había servido de modelo.
Y al verla, el reo cayó de rodillas llorando desconsoladamente.
Leonardo sorprendido le preguntó: ¿Por qué lloras? Y el reo le dice:
"Maestro Da Vinci, ¿Es que acaso no me recuerda? "
Da Vinci observándolo fijamente le contesta:
"No, Yo nunca antes te había visto".
Sollozando y pidiendo perdón a Dios, el reo le dijo:

"Maestro, yo soy aquel joven que hace 19 años, usted escogió para representar a Jesús en este mismo cuadro"

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