Si
usted cree que por tener una contraseña de acceso para su red Wi-Fi
está protegido, es posible que esté equivocado. El riesgo es de doble vía. Una
red abierta en un sitio público, por ejemplo, que no esté correctamente
protegida, puede ser vulnerada, con lo que pondría en riesgo a quienes se conectan
al servicio. "El delincuente que domine ese Wi-Fi podría ver el tráfico
entre el enrutador y los equipos de las personas que se conectan a través de
él. Por esto, no es recomendable hacer transacciones bancarias, a través
de una red Wi-Fi pública".
Confirmar
el tipo de seguridad de su Wi-Fi y optimizarla no es algo complicado. A continuación,
una explicación sencilla de estos sistemas y cómo puede proteger más su red.
El
descuido es el arma de los delincuentes.
ASÍ
OPERA EL CIFRADO WI-Fi
Hay
tres tipos de sistemas de seguridad para el WiFi: WEP, WPA y WPA2.
Todos
ellos usan una contraseña, que es la que usted introduce en su portátil,
celular, etc., para conectarse.
WEP,
tiene una
contraseña estática, fácil de adivinar con un programa dedicado a ello.
WPA
y WPA2, usan claves
dinámicas para cada equipo, es decir que, una vez que usted se conecta con la
contraseña que defina, el equipo le 'cambia' la llave a cada dispositivo de
manera aleatoria y automática, lo que hace difícil adivinarla.
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Estudie su 'router' Lo primero es aprender las funciones de seguridad de
su enrutador. (Ver las instrucciones de fabrica).
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No WEP. Sí WPA
Al
entrar a la configuración de su 'router', defina que el sistema de protección
no sea WEP, sino WPA. Tendrá que cambiar la clave por una más
compleja.
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Escóndala
En
la configuración de seguridad, active la opción 'esconder el SSID', que es el
nombre de su red. Así, no estará visible para externos y quedará más protegida.
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Cambie la clave
Cuando
le instalen el enrutador, pídale al técnico que le permita cambiar la
contraseña que determinó para el equipo. No la comparta con nadie.
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Apague la red
Si
no va a usar su Wi-Fi por una temporada, apague el enrutador. La configuración
queda guardada, así que al prenderlo todo funcionará tal y como antes.
¿QUÉ
PUEDEN HACER LOS DELICUENTES SI PENETRAN SU WI-FI?
Bien
sea por que su sistema de red Wi-Fi esté abierto o porque un tercero logro
burlar la seguridad del mismo, estas son algunos de los riesgos a que se
enfrenta:
1
Uso de su canal de acceso. (Es el menor de
los problemas). El delincuente, simplemente disfruta de su conexión, por la que
usted paga mensualmente.
Dependiendo
del uso que el intruso le dé a su acceso, podría sentir una ralentización en la
velocidad del servicio.
2 Usurpación
de su cuenta de cliente. Algunos
enrutadores Wi-Fi guardan el nombre de usuario y contraseña que el operador le
asigna a cada cliente. Con esta identificación, el intruso puede no sólo usar
su canal de acceso sino efectuar actividades a su nombre, por ejemplo
distribuir correo basura, virus, etc.
3
Re-direccionar tráfico. En casos de
accesos Wi-Fi públicos que no estén correctamente protegidos, el delincuente
que toma control del enrutador Wi-Fi puede 'espiar' el tráfico de los
portátiles, celulares, etc., que se conecten a dicha red inalámbrica, con
varios objetivos: revisar cuál de los conectados está desprotegido para
atacarlo; re-direccionar sus peticiones (por ejemplo, cuando se intenta acceder
a la página de su banco) para llevarlo a páginas falsas en las que roban los
datos de acceso; etc.
4
Robo y suplantación de identidad. Una
vez se controla el enrutador o antena Wi-Fi, el delincuente, con ayuda de otras
herramientas, puede 'escuchar' el contenido y capturar contraseñas de acceso a
redes sociales, correos electrónicos, etc., y así robar la identidad de las
víctimas.
5 Penetración
en sistemas de red. En el caso de
que el enrutador Wi-Fi penetrado provea acceso a una red de computadores, el
delincuente podría, con ayuda de otras herramientas de escaneo y 'hacking',
contaminar de virus o programas espía a los PC de la red, instalar programas
para la distribución de correo basura, virus, etc.
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