Un político, que estaba en plena campaña,
llegó a un pueblo del interior, se paró arriba de un cajón y comenzó su
discurso:
- Compatriotas,
compañeros, amigos, nos encontramos aquí convocados, reunidos o arrejuntados, para debatir, tratar o discutir un tópico, tema o asunto trascendente,
importante o de vida o muerte.
El tópico, tema o asunto que hoy nos
convoca, reúne o arrejunta, es mi postulación, aspiración o candidatura a la
Intendencia de este municipio.
De pronto una persona del público
interrumpe, pide la palabra y le pregunta al candidato:
- ¿Por qué utiliza usted tres palabras para
decir lo mismo?
- Pues mire, caballero: la primer palabra
es para las personas con un nivel cultural muy alto, como poetas, escritores,
filósofos, etc. La segunda es para personas con un nivel cultural medio, como
usted y la mayoría de los que están aquí hoy.
Y la tercer palabra es para las personas
que tienen un nivel cultural bajo como por ejemplo, ese borracho que está allí,
tirado en la esquina.
De inmediato, el borracho, se levanta y le
dice:
- Postulante, aspirante o candidato... (hic). El hecho, circunstancia o razón de que me encuentre en un estado etílico,
borracho o en pedo... (hic)
No implica, significa, o quiere decir, que mi nivel cultural sea ínfimo,
bajo o jodido. (hic). Y con todo el respeto, estima o cariño
que usted se merece (hic), Puede ir agrupando, reuniendo o
arrejuntando. .. (hic), sus bártulos, efectos o cachivaches.
.. (hic) y encaminarse, dirigirse o irse,
derechito, a la progenitora de sus días, a la madre que lo llevó en su seno, o
mejor donde su puta madre.
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