Puede resultar curioso, pero en el espacio no existe el sonido tal y
como lo conocemos.
El sonido es una onda mecánica que no puede propagarse a través del vacío,
además, sin materia a través de la cual vibrar (atmósfera), solo puede
existir el silencio, un absoluto y completo silencio.
Aunque la mayoría de los acontecimientos estelares (explosiones, impactos)
se producen con una gran violencia y majestuosidad, no producen ningún tipo de
ruido sonoro en el vacío espacial, Paradójico, ¿verdad?
La velocidad con la que se propaga el sonido depende del medio por donde viaja, el sonido viaja más rápido a través de los sólidos y líquidos que por los gases.
La velocidad con la que se propaga el sonido depende del medio por donde viaja, el sonido viaja más rápido a través de los sólidos y líquidos que por los gases.
En el aire, a una temperatura de 20 grados, la velocidad del sonido es de
unos 340 metros por segundo. En el agua es de 1.600 m/s, en la madera es de
3.900 m/s y en el acero es de 5.100 m/s ...
Evidentemente, todos los acontecimientos que ocurren en el vasto Universo producen algún tipo de emisión (onda mecánica, electromagnética, radiación etc.) y para que puedan resultar audibles necesitan de una transcripción o interpretación a nuestro sistema sonoro.
Evidentemente, todos los acontecimientos que ocurren en el vasto Universo producen algún tipo de emisión (onda mecánica, electromagnética, radiación etc.) y para que puedan resultar audibles necesitan de una transcripción o interpretación a nuestro sistema sonoro.
En este sentido, la NASA ha recopilado unas interesantes grabaciones
transformadas a nuestro sistema sonoro para que podamos escuchar los sonidos
del Sistema Solar y el universo. En algunos casos se recogen señales
de radio y en otros se recogen vibraciones electromagnéticas.
Así suenan para el oído humano algunos de los sonidos del espacio:
La NASA y el Dr. Jeffrey D. Thompson iniciarón
en 1989 un proyecto en el cual se captaron diversas vibraciones
electromagnéticas grabadas por medio de la antena de ondas de plasma de la
sonda Voyager I y Voyager II de acuerdo al rango de escucha
del ser humano [20~20 000 Khz].
Júpiter es un majestuoso planeta compuesto
principalmente de hidrógeno y helio, un planeta de gases cuyas altas presiones
y temperaturas hacen que estos formen una transición gradual a estados
líquidos, comprimiéndose en un plasma metálico.
Los vientos de Júpiter fluyen a 1.000 metros por
segundo y su campo magnético es 4.000 veces más fuerte que el de la
Tierra, un poderoso campo magnético oscilante cuyas partículas se propagan más
allá de la magnetosfera y a velocidades de decenas de miles de kilómetros por
segundo. Las complejas interacciones de partículas con carga electromagnética,
la magnetosfera del planeta y otros curiosos fenómenos físicos y químicos crean
el tipo de vibraciones magnéticas o " paisajes sonoros " que podemos
escuchar en esta grabación: (Pon un poco mas de volumen para oir)
Fuente: todointeresante.com
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