POLÉMICA SEDUCCIÓN
Todas tienen menos de 8 años.
Todas posan pretendiendo parecer adultas.
Con posturas y miradas insinuantes, desconciertan a los desprevenidos lectores.
¿Lolitas precoces que disfrutan del trabajo o víctimas de un mundo
fashion donde no hay límites a la hora de escandalizar y vender?
Carine Roitfeld y el diseñador Tom Ford, los editores de Vogue París,
parecen no tener límites. En una búsqueda frenética por el impacto –y el
consecuente aumento en las ventas- han sido capaces de todo. Y más. Ésta es su
última jugada. En el número de diciembre/enero 2011 de la revista aparecen
ellas, Thylane, Lea y Prune. Son chicas, nenas. La más grande tiene 8 años; las
otras dos, menos. Lejos de la inocencia y la frescura de la infancia, se las ve
sexys, misteriosas, intentando parecer grandes. Eso, precisamente, es lo que
choca de las fotos captadas por la lente de la artista Sharif Hamza: posiciones,
cuerpos, entornos glamorosos y miradas adultas en la piel de niñas.
Maquilladas
en exceso y con peinados altos, en vez de jugar a vestir a sus Barbies son
ellas las que lucen prendas de Versace, Gucci y Saint Laurent. Todo engalanado
con joyas de Cartier, Boucheron, Bvlgari y Van Cleef & Arpels .
La polémica no
tardó en instalarse y en pocas horas las imágenes dieron vuelta al mundo. ¿Qué
busca la producción además de este escándalo? No queda claro. Para algunos es
una nota más que se destaca por la calidad y la belleza de las tomas de la
fotógrafa. Para otros, refleja la obsesión del universo fashion por la
juventud, las lolitas y los cuerpos mínimos.
El reconocido
ilustrador Alexsandro Palombo. Duro en sus críticas, afirmó que este es “es el
regalo ideal para los pedófilos”.
La
senadora francesa Chantal Jouanno, denuncia la expansión de este fenómeno
y quiere combatir, a partir de la alarma que ha generado la
proliferación de concursos de belleza infantil, el debut cada vez más precoz en
el rubro del modelaje y la publicidad, la creciente circulación en los medios
de imágenes de menores en poses provocativas, la oferta de maquillaje y
lencería para niñas, los casos de pequeñas que van a clase con tacos altos
y labios pintados, etcétera.
Esta tendencia
aparece denunciada en el informe que la senadora Jouanno entregó al gobierno
francés. "Hoy, un 37% de las niñas de 11 años confiesa estar a
dieta. La intrusión precoz de la sexualidad provoca daños psicológicos
irreversibles en un 80% de los casos, según los expertos", denunció
la legisladora.
Entre sus
propuestas, figura la de prohibir a los menores de 16 años convertirse en
imagen de marcas de moda, con denuncia en Internet a las empresas que no
respeten esta consigna. Es el principio name and shame (nombre y
vergüenza), para denunciar públicamente la marca transgresora, al oprobio de
mancillar la inocencia infantil.
El
también sociólogo Fréderic Monneyron, especialista en temas de moda y
sexualidad, dijo a Le Monde que el fenómeno de las "lolitas"
tiene unos diez años y resulta notorio si se mira la edad de las modelos que,
de desarrollar su carrera entre los 20 y los 30 años, pasaron a hacerlo desde
los 14-15.
"La
prohibición de imagenes de niños sexualizados puede ser eficaz", cree
Monneyron. "Cuando se sabe la influencia que tienen los medios y la
publicidad en nuestros cerebros, es bueno evitar difundir imágenes que atentan
contra la representación de los niños".
Finalmente, está
la responsabilidad primaria de los ambiciosos padres, que aceptan,
promueven y publicitan mini-concursos de belleza, sacrificando
(esclavizando) la infancia y juventud de sus pequeñas niñas para obtener algún
dinero extra en sus bolsillos.
En algunos
canales internacionales de TV podemos ver, como esas chiquillas lloran cuando
los padres las obligan a horas de maquillaje, vestuario y ensayos.
DIGAMOS NO MAS!!!! A
ESTA ESCLAVITUD INFANTIL
Tomado de varias
fuentes en Internet
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