SEPTIEMBRE. EPOCA DE TORMENTAS SOLARES.

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Durante este mes de septiembre de 2012, veremos con frecuencia en nuestras comunicaciones (TV, Celulares, etc) avisos como: “Interrupción por tormenta solar. Regresamos en minutos”. Los satélites de comunicaciones están sujetos a interferencias procedentes del Sol especialmente en los equinoccios de Marzo y Septiembre; el Sol pasa por el haz principal de la antena de la estación terrena, y el ruido en el receptor se incrementa notablemente, interfiriendo o impidiendo el correcto funcionamiento del enlace, que puede quedar fuera de servicio durante al menos 10 minutos al día varios días al año.

Miremos un poco de historia sobre las tormentas solares:

El evento Carrington de septiembre de 1859.

Desde la noche del 28 de agosto del 1859, Richard Carrington, comenzó a observar erupciones solares gigantescas. El primero de septiembre hubo una erupción que alcanzó nuestro planeta en tan solo 17 horas cuando regularmente le toma a esas partículas solares cuatro días en viajar esa misma distancia. Finalmente entre el 1 y 2 de septiembre se reportó la tormenta solar más grande en la historia moderna.
Como resultado de la tormenta, los sistemas de telégrafo en el mundo, dejaron de funcionar y en ocasiones, los papeles de los telégrafos hasta se quemaban. El daño de la tormenta solar fue mínimo en ese momento porque los países no dependían de la tecnología de la manera como todos dependemos hoy. Las tormentas solares de esa magnitud pueden producir pulsos electromagnéticos de gran intensidad los cuales llegarían a nuestro planeta en tan solo minutos. Se estima que una tormenta solar de la magnitud de la tormenta del 1859 causaría enormes pérdidas y dejaría nuestro planeta en un caos total. 

Existen múltiples predicciones científicas, de una tormenta solar de alta magnitud en algún momento entre el 2012 y el 2013. En la noche de Septiembre 3 pasado algunos científicos vieron una erupción solar que no fue en dirección de la tierra, pero que sí interfirió con nuestro campo magnético.

Una tormenta solar podría cambiarlo todo para nuestra civilización, tal como la conocemos hoy en día. Veamos algunos análisis científicos de lo que podría suceder:

El sistema de red eléctrica

Debido a la interdependencia de la red eléctrica con los sistemas de tratamiento y distribución de  agua y las aguas residuales, la infraestructura de entrega en los mercados, los controles de la central eléctrica, los mercados financieros, los hospitales,  con una tormenta solar severa, inmediatamente se derretirían los 300 transformadores clave en EE.UU. en 90 segundos, cortando la alimentación de más de 130 millones de personas.  Esto es muy interesante porque, por lo general con otras formas de desastres naturales, las economías de menor desarrollo son los más vulnerables, pero con un “evento Carrington”, las economías altamente sofisticadas basadas ​​en sistemas de red simplemente se enfrentarán al colapso instantáneo dando lugar a miles de muertes.

Agua Potable

En primer lugar, inmediatamente no habrá agua potable para millones de personas a causa de que las bombas se han quedado en silencio. Cualquiera que viva en un terreno de gran altura no se beneficiarán del flujo de agua a través de la gravedad, así que el agua simplemente se cortó con los apagones. Para el resto de suelo de baja altitud, el agua aún puede llegar a los grifos durante un día o así, pero los grifos después de eso, quedarían secos. 

Transporte Eléctrico

Los sistemas de transporte con motor eléctrico inmediatamente dejarían de funcionar una ciudad detenida y-se encuentra en la imposibilidad de utilizar los trenes subterráneos y sobre tierra, los supermercados inmediatamente tendrá estantes vacíos, los cajeros automáticos ya no escupirán dinero, los teléfonos celulares se van en silencio y, probablemente, tambores y campanas se utilizará para enviar comunicaciones. Los camiones de entrega pueden seguir corriendo hasta que sus depósitos se secan, desde ese momento en adelante, no habrá electricidad para bombear combustible desde los tanques subterráneos de las estaciones de servicio.

Sistema de salud

En los hospitales, generadores de emergencia dejan de funcionar en ciertas áreas clave de los hospitales en unos 3 días, pero tan pronto como el combustible se agota, las TC dejará de existir, los rayos X convertido en una crisis, la cirugía se convierte en un gran riesgo y en definitiva, el sistema de salud moderno tal como lo conocemos, dejará de serlo.
Una tormenta solar afectará las centrales nucleares. La mayoría de las estaciones nucleares están programadas para apagarse en caso de irregularidades de redes. Si la tormenta solar sucede al comienzo del invierno, no habrá poder para la calefacción, sistemas de refrigeración, y muchas personas, especialmente los ancianos comienzan a morir en masa. La pérdida de potencia en la infraestructura eléctrica dejaría a muchas personas expuestas a morir, porque dependen de respiradores y otras ayudas medicas.

El Sol ha entrado en la fase de la superactividad que continuará durante los próximos años, advierten los expertos.
“En 2012 y los próximos años observaremos la máxima potencia de la actividad solar. Las explosiones y erupciones en el Sol se hacen cada vez más frecuentes”, advierte el representante del Instituto de Investigaciones Espaciales de la Academia de Ciencias de Rusia, Yuri Záitsev.

 “Tanto estadísticamente como clínicamente ya está comprobada la influencia de las perturbaciones y tormentas magnéticas, así como la presión atmosférica en la salud humana”, sostiene el experto, haciendo hincapié en que en primer lugar el fenómeno afectará a las personas que padecen enfermedades cardiovasculares.

Al mismo tiempo, de acuerdo con Záitsev, “en el cuerpo humano aún no se han encontrado un órgano o tipo de células especial que juega el papel de un receptor sensible de las perturbaciones geomagnéticas”.

No obstante, el experto destaca que incluso en el periodo cuando el Sol se encuentre en su fase más activa, el bienestar de las personas sanas en general no se verá demasiado afectado.

El Sol pasa por ciclos regulares de actividad y aproximadamente cada 11 años, la actividad se intensifica y ocurren tormentas que a veces deforman e incluso atraviesan el campo magnético de la Tierra, interfiriendo a menudo en los sistemas de comunicaciones.

Tomado de varias fuentes en la Internet.