Si algún país se anima a organizar un MUNDIAL DE FUTBOL,
con las exigencias de la FIFA, estos pueden ser los costos.
El coste de los estadios para el Mundial de Fútbol
Brasil 2014 subió hasta los 8.900 millones de reales (unos 3.712 millones
de dólares), una cifra tres veces superior al presupuesto inicial presentado en
2007 ante la FIFA, informó el diario O Estado de Sao Paulo. El cuaderno
técnico para la reforma de los escenarios y la construcción de nuevos estadios
entregado a la FIFA en octubre de 2007 apuntaba un costo de 1.100
millones de dólares, un presupuesto que en la época fue considerado como “bien
preparado” y no dejaba “dudas” sobre el compromiso del país suramericano con el
torneo.
El informe publicado hoy por el diario Folha do San Pablo
anticipa que el gobierno de Dilma Roussef gastará unos 640 millones de dólares
(1.600 millones de reales) para garantizar el normal desarrollo de la
competencia del 12 de junio al 13 de julio.
La FIFA exige las máximas medidas de seguridad en los Mundiales luego de los atentados terroristas de 2001 en Estados Unidos, por lo que Brasil se comprometió a cuidar la integridad de las 32 delegaciones, de los gobernantes extranjeros y de público que visitarán el país en las doce sedes de disputa.
La FIFA exige las máximas medidas de seguridad en los Mundiales luego de los atentados terroristas de 2001 en Estados Unidos, por lo que Brasil se comprometió a cuidar la integridad de las 32 delegaciones, de los gobernantes extranjeros y de público que visitarán el país en las doce sedes de disputa.
A pesar de que el país está invirtiendo más de US$3.396
millones en escenarios para el evento de 64 juegos, y otros US$7.641 millones
en infraestructura relacionada, decenas de proyectos de infraestructura de
transporte se han cancelado o no estarán terminados hasta mucho después de la
Copa, consigna Bloomberg.
Los críticos cuestionan la gran asignación de fondos públicos que se gastan para satisfacer las exigencias de la FIFA en estadios, en lugar de mejorar la deficiente educación o salud pública. Esta es una de las razones de la indignación de muchos brasileños,.
Los críticos cuestionan la gran asignación de fondos públicos que se gastan para satisfacer las exigencias de la FIFA en estadios, en lugar de mejorar la deficiente educación o salud pública. Esta es una de las razones de la indignación de muchos brasileños,.
Las 12 ciudades que recibirán partidos del Mundial de
Brasil 2014 están obligadas a organizar y financiar la realización de
las Fan Fests, advirtió hoy el secretario general de la FIFA,
Jerome Valcke. Según Valcke, la FIFA no asumirá los costos de las Fan Fests, pese a las demandas
de algunas ciudades, que amenazan con cancelar el evento por razones
económicas.
En la semana pasada, la nororiental ciudad de Recife
anunció oficialmente su intención de cancelar la Fan Fest programada para el
Mundial, en razón de su costo, estimado en unos 8,7 millones de dólares.
"Si Recife quiere, vamos a sentarnos, lo analizaremos
otra vez y podemos darle ayuda", dijo Weill. "La FIFA no irá a Recife
para negociar con ellos. No hay nada que negociar. Podemos ayudarles. Ojalá recapaciten
y organicen el fanfest para sus ciudadanos. Tienen que saber que hay un
contrato".
Weill recordó que todas las ciudades brasileñas que querían
ser parte del Mundial, luego que el país ganó la sede en 2007, pusieron énfasis
en los fanfests.
El gobierno ha creado las leyes de medidas provisionales para
asegurar los intereses de la FIFA y sus socios (Ley General de la Copa),
permitirán a los Estados y municipios a endeudarse más allá de lo exigido por
la Ley de Responsabilidad de impuestos para invertir en obras de la Copa,
acortar las licencias ambientales y dispensar las ofertas.
Algunos ejemplos de los daños que esta ley trae a la
población:
- Las zonas de exclusión: FIFA establece un área
en un radio de hasta 2 km alrededor del estadio – la zona de exclusión – como
su territorio.
-Exención de impuestos, excepciones legales: la
creación de la clasificación de los delitos y de las penas para proteger los
intereses de la FIFA y sus socios – que castiga por ejemplo, que usa
símbolos para promover los eventos de la Copa Mundial en los bares y
restaurantes o daña la exclusividad de las marcas FIFA.
La FIFA indicó que paga 1.400 millones de dólares para realizar el
Mundial en Brasil. El costo total para el país es de unos 14.000 millones.
En los contratos firmados con la FIFA en 2007 y revisados
en 2009, se estipula que el responsable del estadio debe costear las
estructuras temporales, que incluyen el centro de prensa y voluntarios y que en Porto Alegre
quedarán en otras instalaciones del Inter aledañas al estadio--, pero además
equipos como generadores eléctricos, cercas y máquinas de rayos X.
El secretario municipal para la Copa, Joao Bosco Vaz, dijo
que no había "seguridad jurídica" para costear esas inversiones con
dinero público, indicó Radio Gaúcha.
Por ejemplo, en Manaus, los preparativos han sido costosos
y están retrasados. “Situado en la selva y aislado de los grandes centros
urbanos, los desafíos van desde problemas de en los trabajadores a la carga
logística de que los materiales tengan que llegar a la ciudad por barco.
Además, las preguntas se arremolinan en torno a la utilidad de
construir un mega-estadio en una ciudad que no juega futbol. Cuiabá, capital del
estado de Mato Grosso, es un caso similar”.
Para cumplir con las nuevas normas que imponía la FIFA, el estadio más
grande de Brasil ha pasado a tener 30.000 asientos menos, una cobertura de lona
que protege la gradería en épocas lluviosas, ha ganado un piso más en su forma
oval, y cuenta con nuevas rampas y escaleras mecánicas.
http://www.lavanguardia.com/deportes/futbol/20140227/54401777499/mundial-2014-brasil-estadios.html#ixzz2uXVldk7X
http://www.lavanguardia.com/deportes/futbol/20140227/54401777499/mundial-2014-brasil-estadios.html#ixzz2uXVldk7X
Los gobiernos tienden a exagerar los beneficios de estos
mega-eventos y a minimizar los costos. El costo inicial de la Copa de
Sudáfrica, presentado en 2004, era de 260 millones, y en 2010 se elevó a, por
los menos, 5500 millones.
El verdadero valor de organizar el Mundial de 2014 es un
acertijo para los brasileños, con cálculos que se balancean entre miles de
millones, porque según las consultoras oscilan entre US$ 9420
millones y US$ 13.500 millones.
Pero? nadie se atreve a asegurar que no crecerá. Sudáfrica todavía
sufre su Mundial.
Y Brasil no se anima a empezar a disfrutarlo.
Según le dijo a SEMANA Jens Sejer Andersen, director de
Play the Game, una organización que busca más transparencia en el deporte:
“hicimos una proyección sobre el futuro de los estadios. La decisión de
construir 12 en vez de ocho fue del gobierno. Pero las exigencias de la Fifa son
desproporcionadas si uno mira qué uso van a tener después. En varias ciudades no
hay clubes que tengan público para asegurar un negocio equilibrado. Ni siquiera
si se suman los espectadores de todo el año y se juntan una misma noche se
pueden llenar las canchas”.
Para la Fifa, el Mundial es una manifestación privada que
le vende a países, multinacionales y canales de televisión. El país hace las
inversiones, ya sea mediante concesiones, dinero público o empresarios. Los
beneficios directos van a la arcas de la Fifa, mientras que los que son a mediano
plazo y son difíciles de medir, como la productividad, el empleo o el turismo,
van para la nación organizadora.
El gobierno tuvo que construir con recursos del erario
recintos con estándares europeos (palcos numerosos, parqueaderos enormes,
sillas en todas las localidades) que no responden a la realidad de los hinchas
brasileños. La Fifa pide además que le entreguen dos kilómetros de
espacio público alrededor de las canchas. Ahí decide quién pone publicidad, qué
cerveza y qué perros calientes se venden, y sobre todo se asegura de que no
aparezca ni la sombra de un vendedor ambulante. Para el geógrafo Chris Gaffney,
experto en fútbol y cultura, se transforma el espacio del estadio, abierto e
integrado a las comunidades, en un área cercada y regulada, donde manda la
organización internacional.
Para rematar, la Fifa no va a pagar ni un centavo de impuestos sobre esa montaña de dinero en camisetas, bebidas, recuerdos, boletas, derechos de transmisión e incluso sueldos. Es uno de los sacrificios que hace un país para organizar su fiesta.
Para rematar, la Fifa no va a pagar ni un centavo de impuestos sobre esa montaña de dinero en camisetas, bebidas, recuerdos, boletas, derechos de transmisión e incluso sueldos. Es uno de los sacrificios que hace un país para organizar su fiesta.
Así es el
negocio, socio
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