Sinónimos
de Ídolo: fetiche, imagen, figura, tótem, amuleto,
mascota, imagen, icono.
Significado
de ídolo: Persona o cosa, amada o admirada con
exaltación”.
Nuestro
entorno está plagado de fetiches tanto humanos como materiales.
Hoy en día
las deidades humanas brillan con luz propia, cualquier cantidad de deportistas,
cantantes y artistas de cine y Tv que son admirados como tales.
El ídolo
debería ser un ejemplo, a seguir e imitar, porque tiene gran importancia en la
personalidad de nuestros jóvenes, y adultos; ellos imitan su forma de vestir, de caminar;
Las prendas que usa el modelo, son objeto de veneración y por ello, las
usan en su vivir diario.
Es difícil
marcar una frontera exacta entre un CULTO absoluto y una imitación superficial.
Es la personalidad del imitador la que podrá definir hasta qué punto se deja
arrastrar, y se convierte en el otro, o hasta qué momento sigue siendo, él
mismo.
El imitador puede llegar a adoptar la personalidad del modelo y, por tanto, dejar de ser él. Es decir, puede quedar anulado por el prototipo al que imita ciegamente.
Los arquetipos a los que imitan no son un invento de la Modernidad. Han existido siempre y, normalmente, se seguía el ejemplo de progenitores, maestros, figuras sobresalientes de la sociedad que nos rodeaba.
El imitador puede llegar a adoptar la personalidad del modelo y, por tanto, dejar de ser él. Es decir, puede quedar anulado por el prototipo al que imita ciegamente.
Los arquetipos a los que imitan no son un invento de la Modernidad. Han existido siempre y, normalmente, se seguía el ejemplo de progenitores, maestros, figuras sobresalientes de la sociedad que nos rodeaba.
Actualmente,
ser famoso, es el deporte favorito de mucha gente, que quiere saltar a la
popularidad al precio que sea.
La
popularidad puede dar dinero, compañía (mas no amistades), éxitos, muchas
apariciones en los medios, entrevistas sobre situaciones vivenciales, algunas
falsas y otras desastrosamente verdaderas, vida fácil, halagos por doquier,
pero al final siempre estará la soledad.
De forma
cíclica y recurrente, surgen en el mundo artístico y musical, jóvenes figuras
que saltan al estrellato, aunque su vida y trayectoria personal está plagada de
vicios y hechos vergonzosos que los convierten en ídolos con pies de barro.
Un personaje que se ajusta a la medida de este
comentario es Justin Bieber, un niño prodigio que con 16 años sorprendió
al mundo a través de las grabaciones caseras que su madre colgaba en YouTube.
Poco queda
del inocente niño, ahora, vive una pesadilla, más de 224,000 personas han
firmado una petición a la Casa Blanca para que el cantante canadiense sea
deportado, “ya que no solo es una amenaza para la seguridad de nuestro pueblo,
sino que también es una mala influencia para nuestros jóvenes”, afirman
indignados los firmantes.
Javier
Rodríguez Velasco, psicólogo clínico y educativo, explica el efecto pernicioso
de algunos ídolos en su fans:
«Se vende
un icono social muy perjudicial. Es peligroso porque en la adolescencia los
jóvenes se alejan de la familia y buscan figuras de referencia. A estas edades,
no hay capacidad crítica. Adorar al ídolo está por encima del razonamiento».
Concepción
Fernández Villanueva, jefe del departamento de psicología social de la
Universidad Complutense, aporta otro punto de vista:
«Los
jóvenes siempre buscan ídolos contraculturales. Se visten igual, imitan su
corte de pelo... Pero yo relativizaría mucho su influencia. Efectivamente, es
muy negativa pero es un fenómeno pasajero.
Quien
piense que a un artista concebido para las masas le inspiren sus fans está
equivocado. Le motiva, y presiona, la potente maquinaria oculta
que trabaja detrás suyo; aquella capaz de movilizar a millones de ánimas bajo
un nombre transformado en marca. La música moderna es show-business, lo
demás, falacia.
Hablamos de
un tipo de sonidos fabricada en el reciclaje: camaleónicos y etéreos; de
consumo rápido. Me refiero a los estereotipos juveniles de prodigios youtuberos
que copan el mercado musical. Un producto artificial del que sólo los
talentosos pueden escapar.
Con la crisis en que están las ventas musicales, las presentaciones en vivo, son lo poco que proporciona dinero seguro al artista.
Con la crisis en que están las ventas musicales, las presentaciones en vivo, son lo poco que proporciona dinero seguro al artista.
Antes que
saber cantar hay que fabricar el tirón mediático. Un nombre, asociado a una
imagen… si funciona, es negocio redondo.
Fuente: Muchas
páginas de la WEB
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