miércoles, 18 de abril de 2012

ALGO DE HUMOR


Después de una larga enfermedad, una mujer muere y llega a las puertas del cielo. Mientras espera a San Pedro, ella ve a través de las rejas a sus padres, amigos y a todos los que habían partido antes que ella, sentados a una mesa disfrutando de un banquete maravilloso.
Cuando San Pedro llega, ella le comenta:
- ¡Qué  lugar tan lindo! ¿Cómo puedo hacer para entrar? 
- Yo voy a decir una palabra. Si la deletreas correctamente la primera vez, entras; si te equivocas, vas directa al infierno -respondió San Pedro.
- Vale, ¿Cuál es la  palabra?
- AMOR - dijo San Pedro. Ella la deletreó correctamente y pasó al cielo.
Un año después, San Pedro le pidió que vigilase las puertas en su ausencia.
Y ese día, para su sorpresa, apareció el que fuera su marido.
- ¡Hola, qué sorpresa! - dijo ella- ¿Cómo estás?
- Ah, pues he estado muy bien desde que falleciste. Me casé con aquella bella enfermera que te cuidó, gané a la lotería y me hice millonario. Entonces  vendí la casa donde vivíamos y compré aquella preciosa mansión en el barrio alto que  siempre te gustó. Viajé con mi nueva mujer por Europa, Asia y Oceanía. Estábamos de vacaciones en Los Alpes justamente cuando decidí esquiar. Me caí..., el  esquí me cayó en la cabeza y aquí estoy. Y dime,  ¿Cómo hago para  entrar, querida?
- Yo voy a decirte una palabra. Si la deletreas  correctamente la primera vez puedes entrar; si no, vas directo al infierno, respondió ella.
- OK -dijo él- ¿Cuál es la palabra?
- SCHWARTZENEGGER.

MORALEJA:

"NI MUERTO LE PUEDES DECIR LA VERDAD A UNA MUJER, PUES CORRES EL RIESGO DE VIVIR EN UN INFIERNO EL RESTO DE  TU EXISTENCIA."

 La mujer con su marido  fueron al hospital para tener un hijo.  Cuando llegaron, el médico les dijo que habían inventado una máquina que dividiría los dolores de parto con el padre del bebé. 
Les preguntó si ellos querían probar el nuevo invento, y obtuvo la aceptación de la pareja.
El médico reguló la máquina para transferir solamente un 10% del dolor para el padre, diciendo que sería suficiente, ya que siendo un hombre, no conseguiría soportar más que eso.
La mujer comenzó el trabajo de parto y el marido estaba sintiéndose perfectamente.
Entonces resolvieron aumentar a 20%, y el marido continuaba bien.
El médico, intrigado, controló la presión, verificó el corazón y todo estaba normal. Así que tomó la decisión de ir a 50%.
Después de un rato, el bebé estaba casi naciendo y, como el marido continuaba bien, resolvieron transferir el dolor de parto 100% para proporcionarle a la mujer un parto sin dolor.
De esa forma, la mujer tuvo el bebé muy tranquila.
Ella y su marido estaban muy felices.
Cuando llegaron a su casa, encontraron al vecino muerto en el jardín ! 


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