Su alimentación:
Galletas de lodo y barro
En Haití, uno de los países más pobres del mundo,
los habitantes con menores ingresos han tenido que recurrir al lodo como
alimento de la dieta básica.
Con
el aumento de los precios de los alimentos en el mundo, muchos de los más
pobres en HAITI no pueden comprar siquiera un plato de arroz por día. Y algunos
apelan a medidas desesperadas para engañar el hambre.
Charlene,
que a los 16 años tiene un hijo de un mes, recurrió a un tradicional remedio
haitiano para el hambre desesperante: galletitas confeccionadas
con tierra seca de la planicie central del país. El lodo ha sido consumido desde hace mucho tiempo
por las mujeres embarazadas y los niños como fuente de calcio y como antiácido.
Pero
en lugares como Cite Soleil, el atestado barrio misérrimo junto al océano donde
Charlene comparte una vivienda de dos cuartos con sus cinco hermanos y dos
padres desempleados, las galletitas hechas con tierra,
sal y mantequilla vegetal se han convertido en una fuente regular de sustento.
“Cuando
mi madre no cocina nada, tengo que comerlas tres veces por día”, dijo Charlene.
Su bebé, llamado Woodson, se veía ligeramente más delgado de los 2.8 kilogramos
que pesó al nacer.
Aunque
le agrada “el sabor a mantequilla y sal”, aclaró que las galletitas también dan
dolores de estómago. “cuando amamanto, el bebé también parece tener cólicos”.
Las
galletitas de lodo son una de las poquísimas opciones que tienen los más pobres
para no morirse de hambre.
Los
mercaderes llevan el lodo del pueblo central de Hinche a un mercado en el
barrio de tugurios La Salines, de Puerto Príncipe. Dentro del laberinto de
mesas con carne y vegetales sobre las que rondan enjambres de moscas, las
mujeres compran el lodo y luego hacen las galletitas, para venderlas en la
calle o en mercados.
En
ese mercado, dos tazas de arroz se venden ahora a 60 centavos de dólar, 10
centavos más que en diciembre y 50% más que hace un año. Los frijoles, la leche
condensada y la fruta han subido a una tasa similar, e incluso el precio de la
arcilla comestible ha aumentado en el último año en casi 1.50 dólar. El
barro para cocinar 100 galletitas cuesta 5 dólares, dijeron quienes las
confeccionan. Marie Noel vende las
galletitas en un mercado para alimentar a sus siete hijos. “Espero tener algún
día lo suficiente para alimentarme, así dejo de comer esto”, dijo. “Sé que no
es bueno para mí”.
Un
reportero probó una de las galletitas de lodo y halló que tenía cierta
consistencia, y que absorbía toda la humedad de la boca en cuanto tocaba la
lengua. Durante horas le quedó un gusto desagradable a tierra.
ALGUNA VEZ HAS VISTO EL HAMBRE EN TUS HIJOS?
Los
expertos dicen que los efectos sobre la salud son variados. La tierra puede contener parásitos mortíferos o toxinas
industriales, además carece de proteínas y carbohidratos. Solo engaña al
Estómago.
Los médicos haitianos dicen que depender de las
galletitas para sobrevivir conlleva un severo riesgo de desnutrición.
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